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Muro norte de Sant Miquel de Freixe

Identificador
17064_01_030
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.450000, 3.030000
Idioma
Autor
Juan Antonio Olañeta Molina
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Miquel de Freixe

Localidad
Espolla
Municipio
Espolla
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Mquel de Freixe

Claves
Descripción

Iglesia de Sant Miquel de Freixe

 

La iglesia del Freixe, hoy en estado ruinoso, está situada en el corazón de el parque natural de l’Albera, en el valle de la riera del Freixe. El acceso al templo, que es de propiedad privada, es harto complicado. La vía convencional para llegar a él nace en el pueblo de Espolla, donde se debe tomar la pista hacia Baussitges, hasta llegar al Mas Corbera, a unos 5 km. En este punto hay una encrucijada en la que se debe seguir el camino que va hacia el Norte. Tras unos 2,5 km se llega al Mas del Freixe, donde, en el bosque, se encuentran las ruinas de la iglesia.

 

El lugar aparece documentado por primera vez en el año 946 (ipsa villa de Frexano), en la consagración de la vecina iglesia de Sant Martí de Baussitges. Poco después, en el 989, en el testamento del conde Gausfred I de Empúries-Roselló, se citan varios alodios dentro de dicha villa. Posteriormente, el lugar debió pasar a jurisdicción del monasterio de Sant Quirze de Colera, entre cuyas posesiones se encuentra Freixe en varios documentos del último cuarto del siglo xi.

 

Hasta el siglo xii no hay referencia documental de la iglesia, lo que tal vez pueda suponer una construcción tardía de ésta, que posiblemente fue desde su origen sufragánea de Sant Martí de Baussitges; dicha condición se atestigua en un documento de 1148, desaparecido pero mencionado en el Notularum o libro de registros notariales del obispado de Girona, del año 1370-1371. En realidad, cabe atestiguar la existencia del templo ya en 1135, cuando, entre los testimonios de una donación del conde rosellonés Gausfred II a Sant Quirze de Colera, aparece firmando un personaje llamado Joan, que se intitula capellani Frexano. Luego, ya en el siglo xiii, Sant Miquel es mencionada en dos bulas papales: la primera, de 1219, expedida por el papa Honorio III, y la segunda, de 1246, por Inocencio IV; ambas confirman posesiones a favor del cenobio de Colera.

 

En la actualidad, muy poco se conserva de la iglesia, de la que prácticamente sólo queda en pie su antiguo muro septentrional y parte del cimiento de su único ábside semicircular. El aparejo carece de trabajo de talla, y se utilizó abundante mortero para su construcción. Con estos pocos vestigios, y ante la falta de excavaciones arqueológicas que permitieran completar el estudio del templo, sólo se puede apuntar una cronología aproximada en torno al siglo xi.

 

Debe señalarse que al lado de las ruinas del templo hay restos de un poblado medieval, en el lugar conocido como vilar del Freixe. Dos recientes campañas arqueológicas han documentado la planimetría del lugar, y han realizado un primer sondeo de uno de los espacios de hábitat.

 

 

 

Texto: Lorena García Morato – Foto: Juan Antonio Olañeta Molina

 

 

 

Bibliografía

 

Badia i Homs, J., 1977-1981, II-B, p. 164; Catalunya Románica, 1984-1998, IX, pp. 477-478; Collelldemont Vives, E., Pratdseaba i Sala, A. y Robles, D., 2014, p. 343-344; Custoja i Ripoll, A, 2002, pp. 71-73; Marquès i Planagumà, J. M., 1995a, pp. 411, 421, 429.