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Puerta de acceso de Sant Cebrià de Llémena

Identificador
17183_02_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.06412, 2.60702
Idioma
Autor
Raül Casado González
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Cebrià de Llémena

Localidad
Llémena
Municipio
Sant Aniol de Fiinestres
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Cebrià de Llémena

Descripción

Ermita de Sant Cebrià de Llémena

 

La iglesia de Sant Cebrià se encuentra en lo alto de una montaña que precede al vecindario de Sant Esteve de Llémena, a tan solo 30 m de un monolito coronado por una bandera, visible desde esta población. Se llega tomando un camino que sale de la carretera GI-531 justo antes de llegar al pueblo de Sant Aniol de Finestres. Tras andar solo unos 10 m, hay que desviarse por otro camino, a mano izquierda, que se dirige hacia lo alto de la montaña; la ascensión dura unos 15 minutos.

 

La ermita de Sant Cebrià fue sufragánea de la parroquia de Sant Esteve de Llémena. Sin embargo, no contamos apenas con documentación que nos permita aportar un poco de luz a su pasado. En el año 1476, la autoridad diocesana concedió la licencia para captar dinero públicamente a favor de la iglesia, de lo que cabe suponer que los terremotos del siglo xv hicieron estragos en el edificio, y que se necesitaba dinero para su reparación. La fábrica del templo no sufrió las reformas típicas del siglo xviii, tan comunes en las iglesias y parroquias que gozaban de cierta prosperidad en la comarca durante ese siglo. A finales del siglo xix, se decían en la iglesia dos o tres misas al año.

 

En la zona meridional se encuentran las ruinas de unas edificaciones adjuntas a la iglesia. Se trata de seis estancias, de las que sólo restan en pie los muros, y una escalera de acceso en la parte oeste. Sin un estudio arqueológico exhaustivo no es posible determinar el uso que se le daba a estas estructuras, pero da la impresión que fueron alzadas en un período posterior al románico. 

 

Sant Cebrià presenta una sola nave rectangular, de casi 10 m de largo por 6 de ancho. La nave está culminada por un ábside semicircular, algo más estrecho. El acceso se realiza desde el muro occidental, a través de una portada de grandes dovelas que trazan un arco de medio punto. La entrada se encuentra a más de 1,5 m de desnivel, que se salva mediante seis escalones de piedra. La fachada occidental está culminada por un sencillo campanario de espadaña de doble vano. La única ventana que encontramos, una pequeña abertura de doble derrame, está situada en la zona presbiteral, en el costado sur.

 

El interior del templo, que fue encalado, está cubierto por una bóveda apuntada en la nave y por la habitual bóveda de horno en el ábside. La bóveda de la nave presenta en algunas zonas una pigmentación verdosa, que quizás se deba a la humedad. El pavimento de la nave es de arena. El ábside está sobrealzado respecto la nave, desde la que se salva el desnivel mediante un peldaño semicircular. En el interior de la nave encontramos un banco de piedra que recorre las paredes laterales de esta, al mismo nivel que la zona absidal.

 

Los muros que acogen el interior de la portada han sido trabajados según las exigencias estéticas del siglo xvii. Así pues, encontramos que los muros han sido devastados casi cuarenta y cinco grados, para que la luz exterior ilumine con más eficacia el oscuro interior del templo, y se han cubierto mediante una bóveda rebajada. Esta solución estética y técnica es frecuente en las iglesias de esta comarca.

 

El exterior del edificio no está encalado, lo que permite observar el aparejo de los muros, a base de sillarejo sencillamente desbastado; para refuerzo de las esquinas, sin embargo, hay algunos sillares de talla, de mayores dimensiones. En la zona exterior no apreciamos ornamentación, tampoco en el ábside. El templo está cubierto por una techumbre a dos aguas de teja árabe. En la zona absidal se aprecia que esta cubierta ha sido montada sobre una más antigua, constituida por losas de piedra.

 

Sant Cebrià de Llémena presenta una planta y un ábside de filiación románica que responden a una tipología muy común en las iglesias del siglo xi o xii en la Garrotxa, época en la que debe situarse su construcción. Se aprecian también modificaciones posteriores en la cubierta de la nave, realizada durante el período gótico, así como en la portada de acceso al templo, que debe fecharse en el siglo xvii.

 

Textos y fotos: Raül Casado González

 

 

Bibliografía

 

Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 320; Monsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, XVI, pp. 308-309; Murlà i Giralt, J. y Teixidor i Santaeulària, J., 1999, pp. 24-25.