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Vista de la cabecera de Sant Miquel de Campmajor

Identificador
17174_03_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.136010, 2.679280
Idioma
Autor
Almudena Montenegro Gallardo
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Iglesia de Sant Miquel de Campmajor

Localidad
Sant miquel de Campmajor
Municipio
Sant Miquel de Campmajor
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Miquel de Campmajor

Descripción

SANT MIQUEL DE CAMPMAJOR

 

Sant Miquel de Campmajor es un municipio que forma parte de la comarca del Pla de l’Estany, en la provincia de Girona. Su término municipal tiene una vasta extensión de casi 33 km² y está situado en la zona noroeste de la comarca, en el límite con la vecina Garrotxa. El municipio cuenta con los picos más altos de la comarca, con el Golany y el Puig Moner por su lado sur. El río Ser irriga la zona norte de su territorio y el Ritort, mientras que el torrente de l’Arn y la riera de Sant Miquel son sus afluentes por el lado sur.

 

El término municipal está compuesto por los pueblos de Sant Miquel, Sant Martí, Ventatjol, Falgons y Briolf. Como muchos otros de la comarca, se caracteriza por una población escasa y muy diseminada.

 

 

Iglesia de Sant Miquel de Campmajor

 

La iglesia de Sant Miquel se encuentra en un pequeño cerro en el margen izquierdo del río Tort, en medio del valle de Campmajor. Antiguamente debía configurar el centro del núcleo de Sant Miquel de Campmajor, hoy en día disgregado en masías. Para llegar al lugar hay que tomar la carretera GI-524 en Banyoles y seguirla hasta el ayuntamiento de Sant Miquel de Campmajor. De allí sale la GI-5244 en dirección a Santa Maria de Collel. El camino que conduce hasta la iglesia de Sant Miquel se encuentra en el km 1,3 de esta segunda carretera.

 

Los primeros datos de que tenemos constancia en relación con la iglesia de Sant Miquel de Campmajor tienen estrecha relación con la historia del monasterio de Sant Esteve de Banyoles, puesto que nació como una filial de éste. Pese a estos orígenes, en el año 1144 la iglesia ya aparece citada como parroquia de Campmajor. En el año 1115, en un escrito firmado por los hermanos Berenguer y Ramon Arnau de Vilademuls, la parroquia se menciona como Sancti Michaelis de Milliariis y se sitúa en el término de Mieres. En el año 1392 la jurisdicción de la parroquia fue vendida por el rey Juan I al barón Hug II de Santa Pau. La última noticia a destacar refiere a como Sant Miquel entró a formar parte del lote de bienes con que fue beneficiado el general remensa Francesc de Verntallat, en 1474, cuando fue nombrado vizconde de Hostoles.

 

Sant Miquel de Campmajor es una iglesia de planta basilical de tres naves, con una cabecera triple. Hay que decir que el edificio fue objeto de grandes transformaciones, especialmente en el siglo xviii, lo que complica notablemente su análisis. En la actualidad, las tres naves con que cuenta responden a esta refacción moderna, lo que ha hecho llegar a plantear la cuestión de si en origen este edificio tuvo realmente las tres naves que presenta en la actualidad o si tan sólo poseyó una única nave.

 

Hoy en día contemplamos la nave principal cubierta con una bóveda de cañón con tres tramos de lunetos y reforzada por tres arcos formeros, mientras que las naves laterales disponen de bóvedas de crucería. Por su parte, la fachada principal, incluida la portada de acceso, es también de estilo barroco, fruto de las mencionadas campañas de reforma del siglo xviii, concretamente para la puerta podemos apuntar la fecha de 1736, según indica una inscripción que figura en ésta. Igualmente tardía es la torre campanario que se alza en el lado sur de la fachada.

 

El análisis de la cabecera también es problemático a consecuencia de las restauraciones y reconstrucciones de que ha sido objeto. La parte que presenta menos dudas sobre su pertenencia a la etapa románica es el ábside central. Hay que notar que en la actualidad está sobrealzado, pero su estructura inferior, en donde se abren tres ventanas de doble derrame con arco de medio punto adovelado y piedra volcánica negra en el extradós, parece tratarse de una parte genuinamente románica. Por el contrario, el absidiolo sur, pese a su aspecto también románico, es en realidad una reconstrucción –puesto que había sido sustituido por una sacristía– realizada a imitación del absidiolo norte, que de hecho también había sido restaurado anteriormente. El conjunto de los ábsides presenta una decoración con arcuaciones lombardas y lesenas. Se considera, sin embargo, que en su mayor parte son fruto de las restauraciones y reconstrucciones. Tan sólo habría de considerarse original la del ábside mayor, que además es la que presenta un aspecto más regular. Hay que poner también en duda que sea original la ventana del muro de mediodía, que está descentrada por la presencia de un contrafuerte barroco, así como de las arcuaciones de esta fachada meridional, que son muy irregulares y parecidas a las del ábside lateral. El aparejo de las partes consideradas románicas está formado por hiladas regulares de sillares bien tallados con unas dimensiones aproximadas de 30 x 15 cm.

 

La visualización actual del interior del templo no permite imaginar cómo debió ser en su estado original. En el año 2002 la iglesia se repintó; sin embargo, en algunas zonas se conservó la piedra vista original. Por el interior, el muro del ábside mayor fue rebajado para conseguir un aspecto poligonal.

 

En resumen, este edificio ha sufrido en su conjunto unas profundas modificaciones que dificultan vislumbrar sus partes románicas originales, así como conjeturar sobre el aspecto que debió tener la planta original. Ante las evidencias materiales con que contamos, hay que suponer que originalmente tuvo una cabecera tres ábsides. No obstante, no se puede asegurar cómo fue la planta del resto del templo, si con una nave, con la que se habría configurado una planta de cruz latina, o bien con tres naves y transepto. En el caso que hubiese tenido una sola nave, cabe suponer que se aprovechó la cimentación de sus muros para situar los nuevos pilares. De lo que no hay duda es que no tuvo una planta basilical sin transepto. En cualquier caso, habrá que esperar una excavación arqueológica que pueda proporcionar nuevos datos. Ante la estructura que presentan los ábsides, así como su aparejo, la construcción de este templo habría de situarse entre finales del siglo xi y principios del siglo xii.

 

 

Texto: ALMUDENA MONTENEGRO GALLARDO – Fotos: ALMUDENA MONTENEGRO GALLARDO/ISABEL FONT MERCADER – Planos: ISABEL FONT MERCADER

 

 

Bibliografía

 

AA.VV., 2005, pp. 523-524; Badia i Homs, J. y Olavarrieta i Santafè, J., 1991, pp. 152-154; Catalunya Romànica, 1984-1998, V, pp. 456-457.