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Vista exterior desde el suroeste de la Mare de Déu del Castillo de Llorenç de Montgai

Identificador
25062_07_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.87078,0.828196
Idioma
Autor
Raquel Cardona Segura
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Mare de Déu del castillo de Llorenç de Montgai

Localidad
Llorenç de Montgai
Municipio
Camarasa
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Mare de Déu del Castillo de Llorenç de Montgai

Descripción

CAMARASA

Capilla de la Mare de Déu del castillo de Llorenç de Montgai

No se han conservado noticias documentadas de época medieval referentes a la capilla, dedicada a santa María, que se sitúa próxima al castillo de Llorenç de Montgai. Sin embargo, en 1151, en una bula del papa Eugenio III, entre las posesiones que confirma a Santa Maria de Solsona, aparece citada la parroquia del término del castillo de Llorenç, la cual se vuelve a nombrar en el acta de consagración de dicha iglesia en 1163. No se puede asegurar que el templo citado en estos textos se refiera a la Mare de Déu, ya que en el pueblo de Sant Llorenç de Montgai hay otra iglesia, de factura posterior a época románica, que pudo haberse construido sobre otra anterior.

 

Gracias a una reciente restauración, el edificio se encuentra en muy buen estado de conservación y, aunque ha padecido modificaciones posteriores al momento de su construcción, mantiene buena parte de la estructura románica original, compuesta por una nave única, bastante alargada, y un ábside semicircular liso con una ventana de doble derrame con arco de medio punto. En el muro sur se abren dos aspilleras con arco de medio punto monolítico, así como una ventana cuadrada de factura posterior. Se conservan restos de orificios alineados horizontalmente que han sido cegados con posterioridad y que posiblemente tenían como función albergar las vigas que soportarían la cubierta de algún cuerpo adosado. Asimismo, es llamativo, en la parte oriental del paramento, un arco apuntado cegado que corresponde a la capilla lateral que se adosó al costado meridional en la época gótica y que, posiblemente, en origen era más profunda y sobresalía en planta. El muro norte, a diferencia del anterior, es totalmente liso y no contiene ningún vano. Sobre la sección central del muro meridional se levanta una espadaña, con doble arco de medio punto y remate plano. La única decoración que presentan los paramentos exteriores es una cornisa corrida, formada por una escocia y un fino bocel, la cual rodea todo el perímetro del templo. La misma ha sido parcialmente reconstruida utilizando otro material para poder diferenciar las piezas originales. También ha sido objeto de una profunda intervención la techumbre a dos aguas, donde la mayor parte de las losas, que estaban cubiertas por abundante vegetación, han sido substituidas por unas nuevas, salvo en la zona del ábside, donde se ha conservado la techumbre original.

En la fachada de poniente destaca una ventana de arco de medio punto formado por  dovelas compuestas por una escocia entre dos molduras aboceladas, forma que se repite en las jambas a soga. Está geminada por una columnilla octogonal que se apoya sobre una fina base, y sostiene un capitel troncocónico esculpido con una roseta reticular flanqueada por dos figuras antropomorfas, de las que se distinguen dos cabezas y medio cuerpo y los brazos de una. En la parte inferior, desplazada hacia el Sur, se abre una sencilla puerta de arco de medio punto con las jambas a soga y tizón. En su lado norte se ha dispuesto, en la actualidad, un banco pétreo.

En el interior, la nave está cubierta por una bóveda de cañón, que arranca de una imposta corrida de perfil trapezoidal biselado, y es ligeramente apuntada en dos de los tres tramos en que es dividida por los dos arcos fajones que se apoyan sobre pilastras y rematadas por una doble moldura de similares características que la ya descrita. Destaca lo alargado de la nave respecto al ancho de la misma, aspecto que como ocurre en otras capillas del territorio, se debe a la orografía del terreno sobre el que se construyeron, el cual no permite una amplitud mayor.

Al avanzar hacia el Este, en el último tramo, se halla el presbiterio, que se encuentra elevado respecto al nivel del suelo de la nave, donde se abren sendas capillas a cada lado, la del muro norte formada por un arco de medio punto y la del mediodía, más grande, enmarcada por un arco apuntado. El ábside está cubierto con una bóveda de cuarto de esfera y se integra en la nave mediante un arco presbiterial que facilita la transición entre la diferente anchura de ambos espacios. En la pared se abren dos orificios de función indeterminada y una credencia. En el centro de este espacio se ubica, además de un altar, una columna exenta de factura moderna, en cuya parte superior se presenta al fiel a la patrona del templo.

En ambos muros laterales, sobre la línea de la moldura biselada, y cerca del arranque de los arcos fajones se abren sendas parejas de orificios cuadrados enfrentados, que posiblemente podían estar destinados a soportar dos vigas, las cuales difícilmente podrían estar relacionadas con una techumbre. En el tramo central, entre las dos aspilleras, un par de huecos más permiten hacer sonar las campanas de la espadaña. Los dos primeros tramos de la nave presentan a cada lado, un doble banco pétreo escalonado y corrido, revestido en la actualidad con yeso y madera.

Labrado en la parte inferior de la imposta que remata la pilastra sureste, hay un busto ovalado de un personaje masculino barbado, con la nariz mutilada, del que la historiografía ha dicho que es el reaprovechamiento de una ménsula en forma de escocia. En la esquina sur de la cuenca absidal se puede apreciar un sillar con decoración incisa de cuadrados concéntricos que algún autor ha interpretado como un laberinto, sin embargo se trata de un alquerque, juego muy popular en Europa desde el siglo xiii.

Se utilizan sillares en el ábside y en la fachada oeste, de mayor tamaño en las esquinas. En los muros sur y norte predomina el sillarejo en la zona oriental, sobre todo en la parte inferior. En el interior, el aparejo de la bóveda está mejor labrado, escuadrado y colocado que el de los muros. La estructura del edificio se ha situado entre finales del siglo xii y la primera mitad del siglo xiii, pese a que elementos como la cornisa exterior, la ventana al oeste y las molduras del interior son más tardíos. La capilla del muro sur, como se ha dicho, es un añadido gótico, reformada con posterioridad.

Sepulcros reutilizados en el muro

Por último, es preciso mencionar la existencia de unas sepulturas y de tres elementos decorativos situados en el templo. Al Suroeste de la pared exterior sur, se hallan encastradas al menos tres grandes losas. Se trata de tres sarcófagos, el primero de los cuales está labrado en una pieza monolítica, tiene una tapa plana con las esquinas biseladas y es de mayor tamaño, con unas medidas de 165 x 42 x 60 cm, lo que denota la categoría de la persona que estaba allí enterrada. La rotura de la losa permite ver el interior de piedra caliza rosada, donde se conserva un reposa cabezas cincelado en la piedra. En el mismo nivel hay otras dos tumbas seguidas, de menor tamaño que la anterior, y una cuarta losa debajo, mucho más pequeña. Todas presentan la tapa horizontal lisa, que no ostenta decoración, ni inscripciones.

 

Pila benditera

En el interior del templo, se ha unido con cemento en la parte oeste del muro sur, una pequeña pila benditera de piedra caliza rosada, gallonada al exterior y con un resalte erosionado en la parte inferior.

Texto y fotos: Raquel Cardona Segura

 

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 324-325; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1984. p. 474.