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Vista general del Castillo d'Orcau

Identificador
25115_10_003
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.165868, 0.982714
Idioma
Autor
Daniel Altisent
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Castillo d'Orcau

Localidad
Orcau
Municipio
Isona i Conca de Dellà
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Castillo d'Orcau

Descripción

ISONA I LA CONCA DELLÀ

Castillo de Orcau

La fortaleza de Orcau, formada por el castillo y la capilla castral, se encuentra situada a en la cima de la montaña de Sant Corneli, desde donde se contemplan unas bonitas vistas de la Conca Dellà. En la carretera C-1412b de Tremp a Isona, se ha de tomar un desvío que conduce a Orcau. Desde allí, se ha de proseguir a pie por un sendero, que arranca en la parte suroeste del pueblo, y que lleva hasta el castillo.

Del recinto fortificado en la actualidad se conservan los vestigios del castillo y la iglesia de la Mare de Déu de la Pietat, situada a escasos 30 m, de este. El castro Orcall fue vendido por Ramon V, conde de Pallars Jussà, a sus suegros Arnau Mir de Tost y Arsendis en 1055 por doce mil sueldos. Junto a los castillos de Mur, Llimiana y Basturs, el de Orcau pasó a formar parte de la dote esponsalicia de Valença, hija de Arnau Mir de Tost, por lo que pronto volvió a recaer en manos del conde de Pallars. Un año más tarde, Ramon V se lo donó a Valença, para que lo tuviera como alodio y posesión. Ambos acordaron con su feudatario, Ramon Miró de Orcau, que durante su vida no exigirían la potestad de la fortaleza, pacto que fue renovado en 1072. Tras la muerte de este último, el castillo de Orcau y todas las posesiones pasaron a manos de su hijo pequeño Tedball Ramon, que protagonizó un litigio con los condes por la potestad. Para poner fin al pleito, en el año 1088 los condes del Pallars Jussà pactaron una nueva conveniencia con Tebdall, en la que éste se comprometía a jurarles fidelidad y a no tener otro señor sin su consentimiento expreso. Además, Ramon y Valença mantendrían de por vida la dominicatura del castillo. Desde entonces, éste quedó siempre vinculado a la familia de los Orcau, quienes se mantuvieron como vicarios del castillo hasta que consiguieron el título de barones durante el siglo xiii.

Rodeado de acantilados, la fortaleza estaba integrada por un recinto principal y otro secundario que ocupaba toda la superficie útil de la colina. El castillo tenía una planta cuadrada con una torre en cada uno de sus cuatro ángulos. Las torres, actualmente en estado fragmentario, tienen un diámetro interior que oscila entre los 2,9 m de la noroeste y los 4,8 de la sureste. Asimismo, las paredes miden más de 1 m de grosor y en ellas puede apreciarse tres niveles de saeteras. Las situadas en el nivel inferior son más largas y presentan un arco rebajado. Muchas de estas aspilleras fueron modificadas o restauradas en diferentes momentos, lo que explica que algunas de ellas estén adaptadas al uso de armas de fuego.

Adosada a la pared sur, se encuentra la única estructura que sobresale de la planta cuadrada del castillo, un cuerpo rectangular de 3 m de ancho por 4 m de largo, de la que se desconoce su altura original. Podría tratarse de una atalaya de vigilancia ya que se halla orientada a la parte más accesible de la fortaleza. A 5 m del castillo se conservan los vestigios de otras torres circulares de unos 4 m de diámetro, que formarían parte de una segunda línea defensiva. Éstas estaban unidas por un muro que arrancaba por detrás del ábside de la iglesia y rodeaba todo el perímetro del conjunto. Cabe destacar, por último, la existencia de un tercer recinto defensivo, formado por torres, cuadradas en la parte este y circulares en la sur, y paños de muralla. Entre estos vestigios de muro se han conservado fragmentos de opus spicatum lo que ha llevado a considerar esta parte como la más antigua del castillo.

Las obras de consolidación del conjunto llevadas a cabo durante los años 90 del siglo xx contribuyeron al embellecimiento del edificio, que todavía se conserva en un avanzado estado de ruina. De acuerdo con las características estructurales, los vestigios actuales pueden atribuirse a una fase tardía, entre finales del siglo xii y la primera mitad de la centuria siguiente.

Texto y fotos. Daniel Altisent

Bibliografía

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