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Vista general de Sant Martí de Mullol de Siall

Identificador
25115_12_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.1408, 1.1231
Idioma
Autor
Daniel Altisent
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Martí de Mullol de Siall

Localidad
Siall
Municipio
Isona i Conca de Dellà
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Martí de Mullol de Siall

Descripción

ISONA I LA CONCA DELLÀ

Ermita de Sant Martí de Mullol de Siall (o Sant Miquel o Santa Clara)

La ermita de Sant Martí se yergue en lo alto del cerro de Sedella, al lado del antiguo caserío del Mullol y dentro del término de Siall. Para acceder a la misma, se debe partir de Isona por la carretera L-511 en dirección a Coll de Nargó, y tras 6 km desviarse hacia Siall, donde se llega tras recorrer 4 km por pista asfaltada. Una vez superado el pueblo, por la misma vía, hay que tomar un sendero que marca la dirección hacía la ermita.

Situado al norte del castillo de Llordà, el Mullol perteneció a su término durante la Edad Media, mientras que la ermita ejercía las funciones de capilla de la fortaleza. El lugar es mencionado en las donaciones que Arnau Mir de Tost y su mujer Arsenda hicieron a Sant Pere de Àger  en 1060, en las que se cita la torre y la villa de Musiliol. En la visita pastoral realizada en 1758, la iglesia aparece bajo la advocación de san Miguel. Precisamente, la advocación del templo es motivo de controversia, ya que en diferentes estudios es mencionada como santa Clara o san Martín. Las tres advocaciones son usadas indistintamente para referirse a la ermita del Mullol.

Se trata de un edificio de una sola nave de planta rectangular cubierta con bóveda de cañón de perfil apuntado y dos arcos fajones sobre pilastras. La cabecera está formada por un ábside semicircular cubierto con bóveda de cuarto de esfera. Un estrecho arco presbiteral facilita la transición entre ambos espacios. El templo cuenta con dos ventanas, una en el ábside y otra en el muro sur, ambas de doble derrame. La primera, de mayor tamaño, presenta aristas molduradas tanto en el interior como en el exterior. Por encima del vano meridional se hallan dos aberturas cuadradas de reducido tamaño, aunque mayores que mechinales. En la fachada occidental hay otra abertura circular tallada en un solo bloque de piedra toba, compuesta por un anillo central del que salen seis radios que enlazan con el anillo exterior. Éste termina en forma recta en la parte inferior para adaptarse mejor al paramento.

Se accede al interior mediante una puerta situada en la fachada meridional, resuelta en arco de medio punto y con dovelas de gran tamaño. Las bóvedas arrancan desde una imposta biselada que recorre todo el perímetro del edificio. Dos escalones permiten salvar el desnivel entre el suelo de la nave y la zona absidal, más elevada. Salvo el pequeño rosetón ubicado a la fachada oeste, la ornamentación del resto de la ermita es inexistente. Esta austeridad decorativa es tan sólo interrumpida al interior por cuatro nichos cuadrados que se abren en el muro norte, situados a 1,30 m del suelo.

Los restos que hoy se conservan corresponden a un edificio de modestas dimensiones, construido con un aparejo de sillarejo irregular dispuesto de forma ordenada. Tanto en las ventanas como en la puerta se utiliza la piedra toba. La estructura de la iglesia se mantiene compacta sin que se aprecie ningún elemento que ponga en duda la unidad de su proceso constructivo. Pese a que la sencillez y austeridad decorativa del templo no permiten precisar su cronología, el trabajo de piedra y la estructura del templo nos parecen indicar un momento tardío dentro del siglo xii.

                                                                                            Texto y fotos: Daniel Altisent

 

Bibliografía

Bellmunt i Figueres, J., 1997-2000, I, pp. 202-203; Bertrán Cuders, J., 2007, p. 62; Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, p. 395; Fité i Llevot, F. y González i Montardit, E., 2010, pp. 203-204; Vidal Sanvicens, M. y Vilaseca López, M., 1994, pp. 433-434.