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Vista general de Sant Urbá de Montsonís

Identificador
25094_03_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.8867297,1.0198059
Idioma
Autor
Raquel Cardona Segura
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Urbà de Montsonís

Localidad
Montsonís
Municipio
Foradada
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Urbá de Montsornís

Descripción

FORADADA

 

El término de la Foradada, denominado así por la peña agujereada del mismo nombre que preside la población cabeza del municipio, comprende pueblos como Marcovau, Montsonís y Rubió, que a su vez engloba a Rubió de Baix, Rubió del Mig y Rubió de Dalt, y los lugares de Valldeixils, el Castell de Malagastre y el santuario de Salgar. Desde Lleida se toma la carretera C-13 en dirección a Balaguer durante unos 31 km y se sigue por la carretera C-26 poco más de 16 km, para girar a la izquierda hacia la carretera LV-9137 que en 850 m llega a Foradada.

En el pueblo de Foradada había antiguamente un castillo, del que hoy quedan tan sólo unos pocos vestigios, y que es nombrado por vez primera en una donación que en 1053 realizó Arnau Mir de Tost a Sant Miquel de Monstmagastre. Poco después, en 1067, concedió de nuevo el término de Foradada, entre otros, a Sant Pere de Àger. La iglesia dedicada san Pedro en Foradada fue sufragánea de Santa Maria de Montsonís. Marquesa, hija de Ferrer y mujer de Gombau II de Ribelles, senescal del conde de Urgell, notificó en 1179 que “Montcenis e Foradada” eran de su propiedad.

 

Iglesia de Sant Urbà de Montsonís

 

Sobre el punto más elevado de Montsonís, poblado situado en la vertiente oriental de la sierra homónima, a la izquierda del río Segre, se levanta la antigua iglesia parroquial dedicada a san Urbano, visible desde cualquier parte de la localidad. Para llegar desde Foradada se debe seguir la carretera LV-9138 en sentido noreste durante 1,5 km, hasta topar con el monumento a pie de carretera.

 

Montsonís debió de tener un primer asentamiento musulmán en la época en que los Banu Qasi llevaban a cabo una política de refuerzo militar para proteger la frontera superior del avance cristiano. Sin embargo, la primera noticia escrita se halla en un documento fechado en 1131 en el que queda constancia de que Guerau Ponç II de Cabrera donó el kastrum vero de Montcenis a Sant Pere de Àger, y comentaba que el castellano debía otorgar la potestad debida al abad de la canónica. Hacia el último tercio del siglo xii, la fortaleza estaba en posesión de Gombau II de Ribelles, nieto del vizconde de Cabrera, y su mujer Marquesa de Cabrera, señora de Montsonís. Dos bulas del papa Alejandro III dirigidas a la Sant Pere de Àger en 1162 y 1179 confirmaban la dependencia de la canónica del castellum de Montcinis cum ecclesia et pertinentiis suis, vinculación que se mantuvo, al menos, hasta finales del siglo xviii. El castillo actual corresponde a una construcción que se inició en el siglo xvi en el lugar que ocupaba una torre de la antigua muralla de Montsonís.

 

La iglesia de Sant Urbà, que ha sufrido múltiples alteraciones a lo largo de su historia, ha sido restaurada y utilizada en las últimas décadas como local sociocultural. Se trata de un edificio de una sola nave, que estuvo cubierta con una bóveda de cañón sin arcos fajones, y con una cabecera formada por un ábside semicircular, el elemento que mejor ha conservado su estructura original, el cual se abría a la nave mediante un arco presbiterial que facilitaba la transición entre la diferente anchura de ambos espacios. La cabecera, exenta de decoración, presenta una ligera desviación hacia el Norte y se asienta sobre un alto zócalo que permite salvar el desnivel del abrupto del terreno.

 

Diferentes estructuras que se han ido adosando con el tiempo han ayudado a que el edificio permaneciera en pie: unos potentes contrafuertes del muro sur, una torre campanario en la fachada occidental y una capilla en el Noreste. También es obra posterior la puerta de acceso de grandes dovelas y en cuya clave hay esculpida motivo decorativo circular. El interior de la iglesia está completamente modificado, tanto los muros como la cubierta. Tan sólo el ábside preserva algo de su aspecto original.

 

El aparejo utilizado en los paramentos originales está formado por sillarejo de pequeño tamaño dispuesto en hiladas regulares. Sant Urbà ha sido fechado hacia los siglos xi y xii.

 

Textos y fotos: Raquel Cardona Segura

 

Bibliografía

Castells Catalans, Els, 1967-1979, VI, pp. 368-372; Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, p. 363; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1984, pp. 492-493.