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Vista general de Santa Llúcia de Tonyà

Identificador
17075_06_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.208260, 2.976640
Idioma
Autor
Marcos Ojosnegros Marín
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Santa Llúcia de Tonyà

Localidad
Garrigàs
Municipio
Garrigàs
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Santa Llúcia de Tonyà

Descripción

 

Ermita de Santa Llúcia de Tonyà

 

Para acceder a la iglesia de Santa Llúcia de Tonyà, desde el pueblo de Garrigàs, tomaremos la carretera GIV-6227 en dirección Vilamalla. A unos 4 km llegamos al templo, perfectamente indicado, que ha sido reconvertido en casa de turismo rural.

 

La primera referencia documental del lugar de Tonyà se encuentra en una donación de unas tierras situadas en este lugar hecha en el año 976 por el conde Gausfred I d’Empuries-Roselló al monasterio de Santa Maria de Roses. Parece que la advocación inicial del templo fua la de san Esteban, puesto que en el primer documento en que se menciona la iglesia, se la denomina Sancti Stephani de Toniano; se trata de la cesión de un alodio vecino al templo que Pere de Tonyà concede a Santa Maria de Roses en el año 1166. Más adelante, unos capítulos matrimoniales de 1191 se refieren al templo también como Sant Esteven, aunque la mención se acompaña del apelativo avinu videre, garigas, referencia que podría relacionarse con la posterior advocación a santa Lucía, cuyo culto se vincula a la visión.

 

Otras noticias documentales nos informan de que en abril de 1203 Berenguer de Terrades definió ante la abadía de de Roses los derechos que tenía sobre el Prat de Tonyà por 200 sueldos; que en 1228, Guillem de Tonyà definió una transacción con el abad Ponç de Santa Maria de Roses; o que en 1232 Oliver de Tonyà definió ciertos censos al abad de Santa Maria de Roses. En el año 1231, el conde Ponç IV d’Empúries vendió al abad Ramón de Santa Maria de Roses todas sus posesiones en la parroquia de Santa Coloma de Siurana, a la que pertenecía Santa Llúcia de Tonyà. En 1281, Ponç V de Empúries dió permiso a los monjes de Roses para fortificar el templo.

 

La ermita de Santa Llúcia es un edificio de planta rectangular, de nave única cubierta con bóveda de cañón ligeramente apuntado. En origen debió de tener un ábside semicircular, que no se ha conservado; en su lugar presenta un cuerpo de planta cuadrangular añadido a posteriori. En etapas constructivas posteriores, al cuerpo principal del edificio también se le adosó un pórtico en el lado oeste y una capilla cubierta con bóveda de aristas al Norte de la cabecera; se construyó también una planta superior sobre la cubierta primigenia.

 

En el interior, existe un arco triunfal de medio punto, algo rebajado, con dovelas bien labradas sobre cimacios biselados sin decoración, posiblemente perteneciente al edificio primitivo. Actualmente la cubierta del ábside es de bóveda de cañón algo más baja que la de la nave. No obstante, se conservan algunos vestigios de lo que pudo ser una cubierta absidal primitiva de cuarto de esfera. El semicírculo original se puede intuir, asimismo, porque el muro perimetral tiende a curvarse. La única decoración interior que podría ser original corresponde a la cornisa del arco triunfal.

 

La fachada norte del templo no tiene vanos, mientras que en la fachada sur se abren dos ventanas. La primera es una saetera de derrame simple, con dintel monolítico en el que se talló un arco de medio punto, que reposa sobre jambas de sillares bien labrados; posiblemente corresponde a la construcción en su estado primitivo. La segunda ventana, por el contrario, presenta una factura moderna. En el mismo muro se distingue, por otro lado, una posible entrada lateral que ha sido cegada. El acceso actual se abre en la fachada occidental, protegido por el mencionado pórtico, y es de factura posterior.

 

Los muros presentan una mampostería a base de sillarejo de poca labra y piedra caliza dispuesta en hiladas irregulares y ligada con argamasa. El muro sur, de casi 1 m de espesor, está reforzado con dos contrafuertes que se consideran añadidos en el mismo momento que el cuerpo actual de la cabecera. Por debajo del sobrealzamiento se conserva parte de la cubierta original, así como la espadaña, de un solo vano, que ahora sirve de soporte para la estructura de la nueva cubierta. Por las características arquitectónicas que presenta, el edificio es fechable en el siglo xii.

 

Texto y fotos: Marcos Ojosnegros Marín

 

 

Bibliografía

 

Badia i Homs, J., 1977-1981, II-A, pp. 191; Badia i Homs, J., 1985 p. 111; Catalunya Romànica, 1984-1991, IX, p. 491; Collelldemont i Oliva, P., 1984, pp. 49-51; Egea i Codina, A. y Pujol i Fabrelles, D., 1998, pp. 44-45.