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Vista desde el lado sureste

Identificador
09339_05_007
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega,Pedro Luis Huerta Huerta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Santo Cristo

Localidad
Villahizán
Municipio
Villaverde del Monte
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA ES UNA CONSTRUCCIÓN de sillería caliza formada por dos naves con sus correspondientes cabeceras, si bien sólo la del evangelio corresponde a la antigua fábrica románica pues la otra se añadió en época gótica. En el exterior el ábside románico se halla dividido en tres paños por medio de dos columnas entregas que llegan hasta la cornisa y se rematan en capiteles de hojas. En cada paño se abre una aspillera enmarcada por un sencillo arco apuntado. Otras dos columnas pareadas se colocaban en la unión del tramo curvo con el presbiterio, quedando únicamente las del lado sur pues las otras fueron tapadas por la nave gótica. El tramo presbiterial se divide a su vez en otros dos paños por medio de un contrafuerte prismático que llega también hasta la cornisa. El tejado descarga sobre una cornisa biselada soportada por una colección de canecillos que son en su mayor parte de nacela y proa de barco, salvo algunos decorados con cabezas antropomorfas, figuras humanas, prótomos de animales, un águila y un tonel. Adosada al muro norte se construyó una nave gótica cubierta con bóveda de crucería y un ábside poligonal dividido en cinco paños separados por medio de contrafuertes prismáticos. En el muro sur se abre la portada dispuesta en un anticuerpo saliente flanqueado por dos pilastras. En la actualidad da al vestíbulo de la iglesia y no directamente al templo. Consta de un arco de entrada apuntado, cuatro arquivoltas molduradas y un guardapolvo decorado a base de puntas de diamante y un fino motivo zigzagueante. Las dos primeras arquivoltas se decoran con un baquetoncillo entre mediascañas, la tercera con cuatripétalas encadenadas y la cuarta con un bocel acompañado de pequeñas puntas de diamante. A los lados se desplieguen cuatro parejas de columnillas dispuestas entre las jambas que soportan capiteles de tipo vegetal formados por hojas planas muy estilizadas que se rematan en volutas. Algunos parecen restaurados. En el mismo muro sur se disponen dos ventanas formadas por una aspillera cobijada bajo una arquivolta de puntas de diamante que apea sobre una pareja de columnillas con sencillos capiteles vegetales. Entre ambas ventanas se dispone una celosía con tres rosetas caladas, muy parecida a la que se conserva en la ermita de Presencio. En el interior, la nave románica se techa de madera mientras que la cabecera se cubre con bóveda de cañón apuntado en el presbiterio y de horno en el tramo curvo. Toda la capilla va recorrida en la parte inferior por una arquería ciega formada por doce arcos que apean sobre columnas con sus correspondientes capiteles, algunos muy deteriorados y otros decorados con motivos vegetales y temática faunística (cabezas monstruosas, leones, aves, reptiles, etc.). Por encima de los arcos hay tres ventanas abiertas en el hemiciclo absidal, una de las cuales, la del centro, porta una arquivolta de puntas de diamante. A modo de conclusión podemos resumir lo descrito señalando que desde el punto de vista arquitectónico la ermita del Santo Cristo de Villahizán conserva en gran medida su estructura primitiva, a pesar de que ha sufrido algunas reformas y alteraciones durante la última restauración. Por el tipo de portada, los elementos escultóricos de la misma y las ventanas del ábside y del lado sur del templo, parece que la debemos situar en los últimos años del siglo XII o primeros lustros del XIII. Si atendemos a la escultura, enseguida se echa de ver el mal estado de conservación, que no nos permite apreciar su tipo de tallado, las formas de componer y en definitiva valorar cada una de las partes. A pesar de ello parece que todo el trabajo escultórico del ábside, tanto exterior como interior, son de una misma mano. La portada parece realizada por un escultor diferente, que incluso talla algún capitel del ábside. Algunos canecillos de la nave sur parecen realizados por un tercer maestro. A pesar de todo parece que todos son del mismo taller. Éste no tiene relación alguna con los grandes grupos que trabajan en nuestra zona, y es más bien un taller local, con alguna relación con el que trabaja en la cercana iglesia de Revenga de Muñó, que por otra parte es de la misma época.