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Vista meridional de la Mare de Déu dels Arcs

Identificador
17184_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.1412372,2.5830753
Autor
Raül Casado González
Montse Jorba i Valero
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Mare de Déu dels Arcs

Localidad
Arcs
Municipio
Santa Pau
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Mare de Déu dels Arcs

Descripción

SANTA PAU

 

El municipio de Santa Pau está situado en el centro del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, entre los municipios de Olot y Mieres. Su término municipal tiene un relieve accidentado por los conos volcánicos del Croscat, Roca Negra y Santa Margarida, y por las sierras de Finestres, el Corb y Sant Julià del Mont. La población que centra el municipio, la villa de Santa Pau, tiene un notable interés histórico y constituye un hito tanto por su conjunto arquitectónico como por la belleza del paisaje, en el que destaca la magnífica Fageda d’en Jordà y la serie de antiguos cráteres de los volcanes mencionados, que emergen entre el verdor del valle.

 

Otros lugares del término son los pueblos o aldeas del Sallent y de Sant Miquel Sacot o la Cot, los vecindarios de Can Font, els Arcs, les Fages, Pujolars, Sant Martí Vell, Mascou y Santa Llúcia de Trenteres, las urbanizaciones de Can Blanc, Can Jofre, Can Potxa y Can Xel, el santuario dels Arcs y el antiguo monasterio de Sant Julià del Mont. La carretera GI-524, que va de Olot a Banyoles, pasando por Mieres, facilita la comunicación por el término, que se completa con caminos y pistas vecinales.

 

 

Iglesia de la Mare de Déu dels Arcs (o Santa Maria dels Arcs)

 

La iglesia de Santa Maria dels Arcs fue la parroquial de Santa Pau hasta la construcción de la actual parroquia, también dedicada a la Virgen, en el centro del municipio en el siglo xv. Se encuentra a unos 2 km al este del pueblo. Se accede por la carretera GI-524, tomando un desvío que sale a mano derecha a la altura del km 10,7. Un camino asfaltado conducirá al lugar, que también ocupa un santuario que funciona, hoy, como hospedería.

 

La leyenda cuenta que, en el año 496, se levantó una capilla en el lugar donde se había aparecido la Virgen a una pastora. Debemos esperar al siglo ix para documentar la iglesia, que se menciona en un precepto de inmunidad otorgado en el año 878 al monasterio de Sant Esteve de Banyoles por Luis el Tartamudo, y luego en otro precepto de Carlos el Simple (916). El lugar se menciona también en un tercer precepto carolingio del año 866, lo que permite pensar que una primera iglesia debió construirse en els Arcs en este momento. Dicho templo debió ser fundado por el abad Rímila de Sant Julià del Mont, cenobio que desde el 878 estuvo ya bajo la dirección del de Banyoles.

 

Hasta el año 1157 no se vuelve a encontrar documentación escrita que cite la iglesia, ya como parroquia, y luego deberemos esperar al 1362 para hallar otra referencia, en el Llibre Verd del capítulo de Girona. Al igual que la mayoría de templos de la zona, se vio muy afectado por los terremotos de 1427 y 1428, hecho que decidió al obispo de Girona, Andreu Bertran,  a trasladar la dignidad parroquial a una nueva iglesia que se estaba construyendo en la localidad de Santa Pau. Aún así, transcurridos unos pocos años, en 1440, el obispo Bernat de Pau promovió la reconstrucción del templo con aportaciones de los fieles de la zona. Entre los siglos xvii y xviii, se levantó una hospedería en el recinto cercano a la iglesia para atender a los peregrinos que visitaban el lugar para ganar las indulgencias concedidas al efecto por los papas Urbano VIII e Inocencio X. En el primer cuarto del siglo xix, el conjunto entró en una progresiva decadencia, hasta que un incendio en 1936 destruyó lo que quedaba del templo y se perdieron una imagen de Cristo en majestad y una virgen del siglo xiii que allí se veneraban, además de un retablo plateresco.

 

Unas obras llevadas a cabo en el año 1962 propiciaron el descubrimiento de dos absidiolas escondidas tras el muro del crucero, y apareció la puerta original del lado sur. En 1963, se restauró la hospedería para utilizarla como casa de colonias. En 1966 prosiguieron las obras. Se reconstruyó el ábside y el crucero. A finales de la década del 1970 se actuó en el pavimento del presbiterio y de la nave. Recientemente se ha reparado la cubierta.

 

La iglesia de la Mare de Déu dels Arcs es un edificio de una sola nave, de planta rectangular, con transepto y ábside semicircular de gran tamaño. Dicho ábside está decorado bajo la cornisa con un friso de dientes de sierra y con arcos ciegos que descansan sobre ménsulas, algunas de ellas esculpidas con rosetas o bolas estriadas. La ventana original fue arrancada, parece que para construir el camerino de la Virgen, y no ha sido reconstruida, lo que le confiere un peculiar aspecto. Otra posibilidad es que colapsase a causa de los terremotos del siglo xv.

 

La nave cubre con bóveda de cañón ligeramente apuntada, reforzada con tres arcos fajones que apoyan sobre pilares adosados a los muros laterales. Posteriormente se sobrealzó todo el templo, para construir una buhardilla.

 

La ventana del centro del ábside se reubicó en el muro sur del transepto. A pesar del estado de deterioro que presenta, permite adivinar que se trataba de una pieza con arco de medio punto adovelado, decorado con relieves entre los que vemos rosetas hexapétalas en círculo, un rostro barbado y unas figuras humanas afrontadas, bajo un arco. También hay dos columnas con sus capiteles esculpidos, aunque muy deteriorados. En el de la derecha, en la parte interior, se pueden ver unas figuras que representan arpías que se apoyan sobre un collarín sogueado. Entre las figuras, en la zona superior, vemos una cabeza y suponemos que había otra entre las figuras del ángulo y frontal del capitel, también muy deterioradas. Podemos suponer que el intradós del arco estaría enmarcado por otra arquivolta, seguramente decorada con motivos vegetales (similar a los que se conservan en la ventana del ábside de la cercana iglesia de Sant Miquel de la Miana), que debía descansar sobre las impostas que todavía se conservan, aunque bastante deterioradas. El intradós posee decoración con tres relieves, que, a pesar del deficiente estado de conservación, pueden identificarse con motivo floral (o un sol) en el centro, un animal cuadrúpedo que podría representar un oso, a su derecha, y otro que parece un équido, a su izquierda. Todo ello enmarcado por una moldura de sección circular, en sogueado que desciende hasta la altura de la base de los capiteles y continua en forma de caveto decorado con relieves de rosetas y espirales en la jamba derecha, y sin decoración en la izquierda.

 

Este tipo de ventanas era frecuente en las iglesias de la zona. Ya hemos mencionado la de la Sant Miquel de la Miana, y añadimos la de Sant Salvador de Bianya, también en la Garrotxa, como referentes parecidos.

 

La observación de los muros norte y sur conduce a pensar que se levantaron en dos etapas distintas. La parte inferior presenta un aparejo a base de piedras sin trabajar de tamaño irregular, trabadas con mortero y con algunos tramos en opus spicatum, lo que lo sitúa entre los siglos ix y x. La zona superior, formada con sillares de piedra arenisca de buena factura, dispuestos en hiladas regulares, conserva las ventanas de doble derrame adoveladas, tres en cada muro, y la puerta de acceso del muro sur, reabierta hace unas décadas pero con unas dimensiones alteradas. Ambos muros están reseguidos por una cornisa en caveto que sustenta en canecillos que han perdido el relieve. Esta etapa correspondería a una ampliación del siglo xii.

 

Bajo el tejado, en el ángulo de la construcción del transepto sur, se reubicaron dos canecillos con forma de cabezas, y piezas con formas vegetales, a modo de haces de espigas.

 

La puerta del muro oeste fue reconstruida en época barroca, en 1755. Se cree que la románica tenía arquivoltas, dintel y tímpano esculpidos. Consta la existencia de un tímpano esculpido con un Cristo en Majestad rodeado por el Tetramorfo, que fue adquirido por un anticuario parece que en la década del 1960, pero cuyo actual paradero se desconoce. Además, se conservan fragmentos de arquivoltas y algún capitel que podrían pertenecer a dicha portada. Corona la fachada una espadaña de dos vanos que, posiblemente, corresponde a la etapa constructiva del siglo xvii, cuando se llevó a cabo la elevación del edificio.

 

Como conclusión, podemos determinar que se trata de un edificio con varias etapas constructivas, que se inician en los siglos x y xi, y culminan inicialmente en la fábrica del xii. Posteriormente, tras los desperfectos causados por los terremotos de 1427 y 1428, el templo se reconstruyó a partir de 1441. Entre los siglos xvii y xviii se construyó la hospedería adyacente para albergar a los peregrinos.

 

Hasta su destrucción, el 1936, se veneraba en Santa Maria dels Arcs una imagen de la Majestad de Cristo, ataviado con túnica manicata, que conocemos gracias a algunas fotografías antiguas, conservadas en el Arxiu Mas y en la Biblioteca de Catalunya (Fons Salvany) de Barcelona.

 

En el santuario se conservaba también una pila bautismal, probablemente del siglo xii, que quedó muy dañada en 1936 y de la que posteriormente se perdió la pista. De forma rectangular, presentaba en el frontal una decoración en relieve dividida en tres registros en los que se representaba un personaje que asomaba por encima de la torre del homenaje de un castillo almenado, un árbol muy estilizado con dos rosetas, un ave esquemática que sostenía una pequeña ramita en el pico y la serpiente del Paraíso.

 

Texto: Montse Jorba i Valero – Fotos: Montse Jorba i Valero /Raül Casado González – Planos: Joaquim Gallard Figueras

 

 

 

Bibliografía

 

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