Pasar al contenido principal
x

Cabecera de Sant Serni de Vila-rubla

Identificador
25140_08_030
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.346865, 1.237423
Idioma
Autor
Esther Solé Martí
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Serni de Vila-rubla

Localidad
Castellbó
Municipio
Montferrer i Castellbó
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Serni de Vila-rubla

Descripción

MONTFERRER I CASTELLBÒ

Iglesia de Sant Serni de Vila-rubla

Esta iglesia, dedicada a san Saturnino, se localiza en el sector oriental de Vila-rubla, una pequeña población en el flanco oriental del valle de Biscarbó, poco después de coronar el puerto del Cantó desde Adrall. Se accede recorriendo los 11 km de la pista que arranca hacia el Sur poco después del kilómetro 254 de la N-260 y que atraviesa los núcleos de Guils del Cantó y Solans antes de llegar a Vila-rubla. A semejanza de Avellanet, pese a que se encuentra en el valle de Biscarbó, ha sido un enclave históricamente perteneciente al vizcondado de Castellbò.

 

La iglesia de Vilarubea es citada en la falsa acta de consagración de la catedral de La Seu d’Urgell, de tal modo que se dispone de argumentos a favor de su existencia por lo menos desde el último tercio del siglo ix, aunque el documento en cuestión esté datado en 839. Ahora bien, las noticias sobre el templo desaparecen de la documentación conservada hasta el siglo xiv, cuando dicha iglesia fue visitada por orden del arzobispo de Tarragona entre 1312 y 1314. Por el contrario, el lugar de Vila-rubla sí es documentado a en éopca altomedieval, concretamente, en 1040, el obispo Eribau dictó testamento en el que dejó un alodio en Villa Rubla. Cuarenta años más tarde, otro alodio en Villarrubia es citado entre las posesiones del cenobio de Santa Cecília de Elins en el momento de consagración de su iglesia. En 1159, el conde Ermengol vii de Urgell dio a la catedral de Urgell el castrum de Vilarrubia, y en 1167 dictó testamento para dejar, entre otros, el kastrum de Vilarubra a su hijo Ermengol, el futuro conde Ermengol VIII.

 

Se trata de un edificio de una sola nave de planta ligeramente irregular que no se diferencia exteriormente de la cabecera plana. En el muro sur, se adosaron, en una reforma posterior, una capilla lateral y una sacristía, si bien esta última fue destruida. En el tramo oriental de este mismo lienzo sur se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto con develas de piedra toba. Por su parte, en tramo occidental se encuentra una puerta tapiada, resuelta con un dintel de madera y restos de un arco rebajado elaborado con mortero. En la fachada occidental se halla una segunda ventana con una forma muy irregular que pone de manifiesto que ha sido modificada en varias ocasiones. Corona el frontis una espadaña de dos ojos de arco de medio punto. La puerta de acceso al templo se encuentra en esta misma fachada, y está formada por un arco de medio punto con dovelas de gres de mayor tamaño y mejor labradas que el resto del aparejo del edificio, el cual es muy irregular y el resultado de mezclar piezas de esquisto y de piedra caliza de tamaño muy variable, apenas desbastadas y ligadas con mortero. La cubierta fue reparada a finales del siglo xx, empleando placas de fibrocemento dispuestas a dos aguas a lo largo de todo el conjunto y a una vertiente sobre la capilla lateral.

 

En el interior, mientras que la nave se cubre actualmente con un techo plano, el ábside, de menores dimensiones, lo hace con una bóveda de cañón. En la base del muro norte de espacio absidal se observa un banco corrido. Los muros y la techumbre están enlucidos y blanqueados. En los muros laterales, sendos arcos de medio punto dan acceso a la ya citada capilla sur y a a otra, de menores dimensiones, en el norte. Finalmente, a los pies de la nave se alza un coro en alto.

 

Según Joan-Albert Adell, a excepción de la ventana del lado suroriental de la nave, este templo no presenta otros elementos o tipologías constructivas que lo hagan adscribible a una edificación medieval. La presencia, inalterada, de esta ventana y su perfil constructivo permiten considerar que la actual iglesia enraiza en unos trabajos realizados durante el siglo xii. Sin embargo, desde el punto de vista formal, el edificio presenta numerosas conexiones con una modalidad constructiva endógena del valle de Biscarbó, especialmente visible en las cabeceras, que le otorga un valor histórico que no debe obviarse, a pesar de la manifiesta rusticidad y sencillez de la construcción.

 

Texto y fotos: Esther Solé Martí - Plano: Xavier Cerqueda Ribó

 

Bibliografía

 

Baraut i Obiols, C., 1978, pp. 50-53 y 150-154; Baraut i Obiols, C., 1982, pp. 63-66; Baraut i Obiols, C., 1990-1991, pp. 57-58 y 143-145; Catalunya Romànica, 1984-1998, vi, p. 245; Gascón i Chopo, C., 2008b; Tragó, P., 1982, pp. 25-27; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1977, p. 190.