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Fachada oeste de Sant Pere de Lligordà

Identificador
17021_02_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.21921, 2.70753
Idioma
Autor
Carles Sánchez Márquez
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Iglesia de Sant Pere de Lligordà

Localidad
Lligordà
Municipio
Beuda
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Pere de Lligordà

Descripción

Iglesia de Sant Pere de Lligordà

 

La iglesia de Sant Pere de Lligordà, situada en la carretera local que desde Besalú conduce a Beuda, es un edificio modesto levantado con sillares de caliza dispuestos en aparejo bastante regular. Poco antes de llegar a Beuda, a unos 3 km, se divisa el templo, asentado en un pequeño promontorio en los pies de la carretera.

 

La primera noticia documental sobre Lligordà la ofrece una bula a favor de la canónica de Santa Maria de Besalú, otorgada por el papa Benedicto VII en el año 977. En ella, aparece mencionado por vez primera el lugar de Ligordunum. Tras la bula de Benedicto VII, hallamos una segunda alusión a Lligordà en un documento fechado en 1017. Entre las posesiones del monasterio de Sant Pere de Banyoles figuran diversas propiedades en el término de Lligorda: In Logordanos (…) terras cum oliberes.

 

No en vano, si bien el lugar aparece tempranamente en la documentación, ya a finales del siglo x, las menciones documentales más antiguas de la iglesia datan del siglo xi. En la donación de la iglesia de Sant Joan les Fonts al monasterio de San Víctor de Maresella, efectuada por Udalard, vizconde de Bas, en el 1079, figura la ecclesiam Sancti Petri Logordani. Años después, el templo es mencionado en el testamento de Ermessenda, vizcondesa de Bas, de 1119, que donó la iglesia al monasterio de Sant Joan les Fonts: Item dimito Sancti Johanni de Fontibus ecclesia de Logordano. Asimismo se cita Lligordà en un documento de 1175 según el cual el vizconde Hug de Bas legó al templo diez sueldos.

 

El edificio mantiene en líneas generales la sencillez popular y la pureza románica, exceptuando  algunos añadidos posteriores como la sacristía y la espadaña. Se trata de un templo de planta rectangular compuesta por nave única litúrgicamente orientada. Consta actualmente de un ábside semicircular precedido de tramo recto y nave, con portada abierta en el muro sur. La nave se cubre con medio cañón, mientras que el semicilindro absidal con bóveda de cuarto de esfera. La sencillez y austeridad decorativa del interior tan sólo se ve alterada por la moldura que divide el perímetro mural horizontalmente e indica el arranque de la bóveda. Adosada parcialmente al muro norte de la nave se disponen los restos de una sacristía moderna de planta rectangular. En lo que concierne a las aberturas del edificio, el semicilindro absidial se ilumina mediante una estrecha ventana rectangular, sin adorno. También se abrieron dos vanos de idénticas dimensiones en el muro meridional, donde se ubica el acceso al templo.

 

La portada se organiza en torno a un arco liso de medio punto alrededor del cual se disponen tres arquivoltas también lisas que descansan a cada lado sobre jambas sin otro complemento que una moldura biselada a la altura de la imposta. En el tímpano tan sólo presenta una sencilla ornamentación con un motivo cruciferario. 

 

La concepción de la portada de Lligordà sigue el modelo visible en Sant Vicenç de Maià de Montcal, con arquivoltas adoveladas carentes de decoración que enmarcan un tímpano liso. Desde el punto de vista compositivo es indudable su vinculación con el grupo formado por Sant Andreu de Llorona, Sant Feliu de Rocabruna y Sant Bartomeu de Pincaró, templos que presentan una tipología de portada recurrente en la zona de la Garrotxa-Empordà.

 

En el muro de los pies, sobre una ventana de doble derrame se yergue una torre-campanario moderna alzada en el siglo xviii, de planta cuadrada y con dos aberturas en cada uno de sus lados. Se accede a ella desde el exterior mediante un cuerpo de escalera en el lado norte.

 

En cuanto a la articulación de los muros, se trata de un edificio de pequeñas dimensiones construido íntegramente con piedra, labrada en excelentes sillares en la cabecera aunque mucho más irregulares en la nave.

 

En lo que concierne a la datación de la iglesia, la falta de noticias documentales dificulta el establecimiento de una cronología precisa. Pese a todo, y tomando como argumentos la articulación de la portada, no parece descabellado apostar por el último cuarto del siglo xii como posible fecha de construcción del templo.

 

Texto y fotos: CARLES SÁNCHEZ MÁRQUEZ – Planos: XEVI LLAGOSTERA Gelis

 

 

Bibliografía

 

Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 229-231; Corominas Planellas, J. M. y Marqués Casanovas, J., 1967-1978, IV, pp. 142-143; Grabolosa i Puigredon, R., 1968, p. 110-111; Montsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, X, pp. 199, 511; Murlà i  Giralt, J., 1983, pp. 142-143; Puig i Cadafalch, J., Falguera, A. de y Goday, J., 1909-1918, III, pp. 119-122; Sala i Canadell, R. y Puigdevall i Diumé, N., 1977, pp. 58-59.