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Fachada oeste de Santa Cecilia de Sadernes

Identificador
17154_03_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.2700756,2.5940076
Idioma
Autor
Montse Jorba i Valero
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Santa Cecília de Sadernes

Localidad
Sadernes
Municipio
Sales de Llierca
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Santa Cecilia de Sadernes

Descripción

Iglesia de Santa Cecília de Sadernes

 

La iglesia de Santa Cecília de Sadernes está situada en la cima de una colina, en la orilla izquierda del río Llierca. Se accede desde la autovía A-26, a la altura del km 75,5, tomando el desvío hacia Montagut (GIP-5233). A la salida del pueblo seguiremos por una buena carretera asfaltada (GIV-5231) que, tras recorrer unos 6 km, conduce a la iglesia. A la altura del km 2,5 de esta carretera se encuentra el llamado Pont de Llierca, estructura de origen medieval, aunque de cronología indeterminada.

 

La primera mención escrita a la parroquia de Santa Cecília la encontramos en el acta de fundación del monasterio de Sant Pere de Besalú del año 977, en la que Miró Bonfill, obispo de Girona y conde de Besalú, dona, entre otros bienes, un alodio en dicha parroquia. Más adelante, en el año 1004, vuelve a aparecer en la relación de un litigio entre el obispo Ot de Girona y el conde bisaldunense Bernat Tallaferro. En 1228, la castellana Alamanda de Sales reconoce que tiene en feudo, para el obispo, los diezmos de varias iglesias de su señorío, entre ellas los de Sadernes. En este mismo siglo, el templo aparece en las Rationes decimarum de 1279-1280, relación de iglesias de la diócesis de Girona que contribuyeron a las cruzadas. En 1324 consta que los diezmos de Santa Cecília pasaron a manos de Ponç de Rocabertí. Unos años más tarde, en 1362, aparece en el Llibre Verd.

 

La importancia de Santa Cecília como parroquia alcanzó su punto álgido a partir del siglo xviii, ya que tuvo como sufragáneas las iglesias de Sant Andreu de Gitarriu, Sant Grau d’Entreperes, Sant Feliu de Riu y Sant Aniol d’Aguja. En 1936, el templo fue saqueado e incendiado, y luego, al terminar la Guerra Civil, se procedió a su limpieza y restauración. Entre los años 1979 y 1980 se llevó a cabo una intervención que consistió en la eliminación de una sacristía moderna, que estaba adosada junto al ábside en el lado norte, y a una limpieza del exterior del edificio.

 

Se trata de una construcción románica de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón apuntado, y ábside semicircular en el lado este. A finales de la época medieval se realizaron la fábrica fue remodelada, convirtiéndose el primitivo campanario de espadaña en una torre de planta cuadrada con cubierta a cuatro vientos; además, se sobrealzó todo el edificio con el fin de fortificarlo.

 

El ábside posee una ventana de doble derrame con arco de medio punto, monolítico. Conserva el alero original, consistente en una cornisa en caveto soportada por un conjunto de quince ménsulas sencillas, sin decoración. Este modelo de ábside es similar al de la cercana iglesia de Sant Grau d’Entreperes. En los ángulos de unión del ábside con la nave se localizan unos refuerzos, que, en el caso del muro norte, está deteriorado debido a la construcción de la sacristía que, como hemos mencionado, se eliminó.

 

La puerta de acceso se abre a poniente; es una abertura rectangular con dintel y tímpano lisos enmarcados por tres arcos de medio punto en degradación, que parten de una sencilla imposta. Encima de la puerta había una ventana de doble derrame de la etapa románica, que se substituyó por un ojo de buey poco afortunado. La iluminación del templo se completa con tres ventanas de doble derrame, con arco de medio punto, situadas en el muro meridional. Además, en la zona sobrealzada, se observan ventanas aspilleras en el ábside y muros laterales, que confirman la posible función militar o defensiva del edificio en época tardía.

 

Una cornisa de piedra, en caveto, recorre los muros tanto interiormente como en el exterior, incluido el ábside semicircular, como ya hemos mencionado. Destacamos que en algunos tramos de caveto del muro sur se observa una decoración a base de bolas. El aparejo de la etapa románica es a base de sillares de buen tamaño y excelente factura dispuestos en hiladas regulares. En cambio, en la zona sobrealzada, encontramos un sillarejo de tamaño desigual, trabado con abundante mortero, característico de las obras de época moderna.

 

En el interior, observamos el doble arco apuntado que separa el ábside de la nave. Junto a éste, en los muros laterales, se abrieron sendas hornacinas para albergar altares. En la pared norte hay un orificio tapiado donde, con toda seguridad, estaba la pila bautismal, hoy desaparecida. Sí se conserva una pila de aceite de época románica, que se puede admirar en el muro norte, junto al presbiterio. Quedan señales de la primitiva cubierta de losa en el hastial escalonado y en el tejado del ábside.

 

La datación del edificio románico se suele situar entre la segunda mitad del siglo xii y el primer cuarto del xiii, por sus características que la asemejan a otras de la zona de la misma época. Los añadidos y reformas posteriores deben fecharse entre los siglos xvii y xviii.

 

Texto y foto: MONTSE JORBA I VALERO – Planos: FRANCESC XAVIER LLAGOSTERA GELIS

 

 

 

Bibliografía

 

Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 85, 309-310, XXIII, pp. 64-68;  Mallorquí Garcia, E., 2014, pp. 163, 166; Monsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, II, XI, XII, XVIII; Murlà i Giralt, J., 1980, pp. 155-194; Murlà i Giralt, J. y Teixidor i Santaeulària, J., 1999, pp. 175-179; Noguera i Massa, A., 1977, pp. 182-186; Pagés i Pons, J., 1988; Rius i Serra, J. M., 1946, pp. 76, 89; Sala i Canadell, R. y Puigdevall i Diumé, N., 1977, pp. 90-91.