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Fachada oeste de Santa Maria d'Almatà

Identificador
25040_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.7957486,0.8037452
Autor
Nuria Font Marco
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Santa Maria d'Almatà

Localidad
Balaguer
Municipio
Balaguer
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Santa Maria d'Almatà

Descripción

BALAGUER

Balaguer, la capital de comarca de la Noguera, se encuentra situada en la transición natural de la montaña al llano, dominando el paso del río Segre. El municipio linda al Norte con el pueblo de Camarassa y con el enclave de Gerb, perteneciente al municipio de Òs de Balaguer; al Este, con La Sentiu de Sió y con Vallfogona de Balaguer y sus agregados de la Ràpita y Hostal Nou; al Oeste con Castelló de Farfanya y al Sur con Menàrguens. El enclave de Flix también pertenece a Balaguer. La situación geográfica y estratégica de Balaguer como punto de enlace de todos los castillos de la Noguera y del Baix Urgell, y su ubicación entre los ríos Segre, Noguera Pallaresa y Noguera Ribagorzana, la convirtieron en la llave, puerta y salvaguarda de la montaña y del llano, e incluso de la ciudad de Lleida, a lo largo de la historia. Balaguer ha sido siempre un importante objetivo militar en todas las guerras que ha sufrido. Actualmente la ciudad tiene tres partes muy diferenciadas: la del altiplano sobre el río Segre con el llano de Almatà y los barrios del Secà y del Firal; la del centro histórico que ocupa los desniveles surcados por los torrentes que descienden del altiplano con la pequeña franja llana en el margen derecho del río; y, finalmente, la zona del ensanche moderno conocida como Davant Balaguer, en la otra ribera del río.

 

Las excavaciones realizadas indican que Balaguer tiene su origen en un asentamiento militar islámico en el llano de Almatà. La primera referencia histórica de este asentamiento aparece en el año 864 en la Invención y translación del cuerpo de san Vicente desde Hispania al monasterio de Castres. En este relato, el monje Aimon de Saint-Germain-des-Prés narra las aventuras del monje Audald que, en el viaje del traslado del cuerpo del mártir desde Zaragoza al monasterio de Castres, pasó por Balagivum oppidum. En este sentido, se confirma que la ciudad era un emplazamiento fortificado. Después de tres intentos, la ciudad acabó siendo conquistada el año 1105 por Pedro Ansúrez, tutor y abuelo de Ermengol VI de Urgell. A partir de aquel momento se adecuaron los edificios religiosos musulmanes a la nueva cultura. Sobre la mezquita mayor del llano de Almatá se construyó la iglesia románica de Santa Maria de Almatá, actualmente iglesia del Santo Cristo; sobre la mezquita de Avimonio se construyó la iglesia de San Salvador, desaparecida el año 1936 a causa de su estado ruinoso, y sobre la tercera se erigió la iglesia de San Miquel, actualmente iglesia gótica de Santa Maria. Con el tiempo, la ciudad de Balaguer se convirtió en la residencia habitual de los condes de Urgell y ejerció la función de capital del condado.

 

 

Iglesia de Santa Maria d’Almatà

(actualmente santuario del Santo Cristo de Balaguer)

La iglesia de Santa Maria d’Almatà se encuentra en la parte sur del llano de Almatà, la parte más alta y antigua de la ciudad de Balaguer. Al templo, hoy en día integrado dentro del santuario del Santo Cristo, se accede por diversas vías: en coche por la carretera de Tremp en dirección a Àger, y a pie, desde la plaza de San Salvador subiendo por la calle del Torrent o desde el camino del vía crucis cerca del puente de San Miguel.

 

El llano de Almatà es un altiplano situado al lado del río Segre que por su situación estratégica determinó la fundación de un campamento militar en el siglo viii por parte de las tropas beréberes, y tenía la función de campo base para las expediciones de conquista que a través del río llegaban hasta la Septimania francesa. A partir del siglo x el campamento se transformó en una ciudad, la madîna Balagî, y tuvo su máximo esplendor durante el siglo xi. En el lado sur, encima del río, se construyó la mezquita mayor de la ciudad, hoy en día santuario del Santo Cristo. La referencia más antigua a la iglesia de Santa Maria d’Almatà se encuentra en un documento de 1091, en el que el conde Ermengol IV de Urgell hizo donación al monasterio de Sant Serní de Tavèrnoles de la mejor mezquita que hubiera en la ciudad de Balaguer, exceptuando la mezquita mayor, que ya la había ofrendado a Santa Maria de la Seu d’Urgell. La donación fue ratificada por su hijo y sucesor, el conde Ermengol V de Urgell, en 1102, tres años antes de la conquista definitiva de la ciudad. Existe otro documento de 1163, a raíz de un pleito por cuestiones jurisdiccionales entre el obispo Bernat Roger de Urgell y el prepósito de Solsona Ramon de Àger. Los procuradores del obispo de Urgell dijeron en el juicio que Ermengol V había dado la iglesia bautismal al obispo Ot, y que éste, había contribuido a la conquista de la ciudad del año 1101 con tesoros de su iglesia. En dicho documento se decide que toda la parroquia, la iglesia que los antiguos llamaban “mezquita mayor”, junto con el baptisterio y el cementerio, pertenecían al obispo de Urgell, diferenciándola de la mezquita de Avimonio, actual yacimiento de la iglesia de San Salvador de Balaguer, y que junto con otras iglesias pertenecía a la canónica de Solsona. De este documento se desprende, pues, que la antigua mezquita mayor del llano de Almatà fue la iglesia de Santa Maria d’Almatà  hasta 1351, año en que pasó a ser la iglesia fundacional del monasterio de Santa Clara, y que hoy en día lo es del Santo Cristo. La iglesia tuvo también la exclusiva del bautismo y del cementerio al menos desde 1163, tal y como lo indican las fuentes testamentarias de la época. No hay fuentes que acrediten la construcción de la iglesia de Santa Maria d’Almatà sobre la antigua mezquita, aunque los vestigios románicos que se conservan integrados en la parte sudoccidental del santuario del Santo Cristo nos indican que debieron de ser construidos a lo largo del siglo xii o durante el primer cuarto del siglo xii. Las grandes reformas estructurales de la antigua iglesia de Santa Maria d’Almatà se iniciaron en el siglo xvii, y cambiaron completamente la imagen del edificio, para dar paso al santuario del Santo Cristo tal y como lo conocemos hoy en día. Parece ser que las reformas empezaron en 1610 con el derribo de la capilla del Evangelio y el engrandecimiento de la iglesia hacia el Norte. En el año 1626 acabó la primera ampliación del templo y la imagen del Santo Cristo “que tenía ya una gran devoción” se trasladó a la nueva capilla. Durante estas reformas se reorientó la iglesia pasando de la tradicional Este-Oeste a la actual orientación Norte-Sur. Seguramente durante las reformas se derribó también el antiguo ábside y lo que había sido la nave central pasó a ser el crucero del santuario. En este período, la iglesia perdió su advocación y pasó a ser consagrada al Santo Cristo. Finalmente, en 1787, se realizó la segunda y definitiva gran reforma que afectó a la bóveda del santuario. La antigua fue derribada y se hizo una de nueva 1 m más alta que la anterior.

 

En lo que se refiere al exterior del templo, en la fachada principal de la antigua iglesia de Santa Maria d’Almatà se observan distintas fases constructivas. La fachada original, de estilo románico, se constituye con sillares regulares de piedra arenisca unidos con argamasa. La portada carece de tímpano y de capiteles, y está formada por un arco de medio punto de largas dovelas enmarcado por dos arquivoltas y chambrana. Aquellas aparecen notablemente afectadas por la erosión y se observan también reparaciones contemporáneas realizadas con ladrillo y cemento para paliar la erosión de la piedra. El rosetón también se encuentra en mal estado, aunque no presenta reparaciones posteriores, y pertenece a la llamada escuela de Lleida. Es muy similar al del monasterio cisterciense de Santa Maria de les Franqueses, localizado a unos 3 km de Balaguer. El rosetón de Santa Maria d’Almatà posee cinco anillos concéntricos de moldura realzada que combinan el motón, el bordón y la media caña. El tercer anillo está decorado con dientes de sierra. El centro del rosetón lo ocupa un óculo polilobulado que actualmente conserva sólo cuatro arcos de medio punto decorado con una doble hilera de ajedrez, mientras que el espacio intermedio lo ocupan motivos florales.

 

El remate final de la fachada, compuesto de mampostería y ladrillos con enlucido que ocupa la parte superior desde la mitad del rosetón, podría ser del último tercio del siglo xviii o de la primera mitad del siglo xix, porque cuando se dinamitó la antigua bóveda del templo seguramente provocó daños en la construcción. La última fase constructiva de la fachada es de mediados del siglo xx y corresponde a las reparaciones con cemento de las arquivoltas y el tapiado de la puerta. Finalmente, en un último momento, se abrió el tapiado para poder poner una rejilla de ventilación.

 

De la documentación conservada se desprende que la antigua iglesia de Santa Maria d’Almatà era un edificio con planta de cruz latina de una sola nave y con un ábside semicircular con capillas laterales que daban forma al transepto. Actualmente sólo se conservan dos tramos de la nave central de la iglesia románica original. Se trata de una nave con bóveda de cañón ligeramente apuntada y una longitud de 29 m sin contar el ábside, de 7 m de ancho y una altura de 10,35 m. El primer tramo corresponde a la parte interior de la fachada occidental y fue aprovechado para montar el sistema de calefacción del templo lo que obligó a tapiar la parte exterior de la fachada románica. El segundo tramo correspondería íntegramente a la cabeza de la cruz latina previa al ábside.

 

La decoración de los muros exteriores se encuentra muy deteriorada, aunque se conserva un conjunto de canecillos muy erosionados en la cornisa de la parte superior del muro meridional de la nave primitiva. Se puede observar con claridad en la última ménsula un águila con las alas abiertas y la cabeza de perfil. En alguna pieza se intuye que originalmente hubiera representada una cabeza. En 2009 se aprobó el proyecto de restauración de la fachada, el cual ha sido culminado en 2017.

 

Texto y fotos: Nuria Font Marco

 

Bibliografía

 

Aznar i Soler, J., 1997, pp. 9-21; Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 243-245; Sanahuja Vallverdú, P., 1930, pp. 157-180; Sanahuja Vallverdú, P., 2002, pp. 179-182, 199-221 y 337-344.