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Restos de la fachada occidental de Santa Eulàlia de Llavorsi

Identificador
25126_04_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.49667, 1.208704
Idioma
Autor
Azucena Povill Espinós
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Santa Eulàlia de Llavorsi

Localidad
Llavorsi
Municipio
Llavorsi
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Santa Eulàlia de Llavorsi

Descripción

LLAVORSI

El municipio de Llavorsí, situado en la zona central de la comarca, es un territorio montañoso atravesado por el río Noguera Pallaresa. El término está formado por Llavorsí, –la localidad principal– y los pueblos de Aidí, Arestui, Baiasca, Montenartró, Romadriu de Ribalera, Sant Romà de Tavèrnoles y el santuario de Biuse.

 

El castillo de Gilareny, del que se conservan escasos restos, fue uno de los principales castillos del condado del Pallars en época medieval. El castro Gelarende está documentado por primera vez en 966, en un privilegio del papa Juan XIII otorgado al monasterio de Gerri, como límite meridional de los dominios del monasterio de Sant Pere del Burgal. Fue objeto de numerosos litigios entre la dinastía condal, el cenobio gerrense y una de las grandes familias del Pallars, los Vallferrera. En 1076, fue entregado a Ficapal por parte de Ramon V de Pallars Jussà. En un documento de 1105 se comentada que el castillo, junto con sus parroquias y diezmos, había sido injustamente arrebatado al monasterio de Gerri por el conde Ramon. En el siglo xii, la fortaleza pasó definitivamente a manos de Artau III del Pallars Sobirà quien, en 1130, lo infeudó junto con los de Burg y Oló, a Arnau Mir Garreta. Por su parte, Llavorsí es mencionado en 1163, con motivo de unas donaciones al monasterio de Gerri,

 

En el término municipal se encuentra una sencilla capilla prerrománica, Sant Jaume de Arestui, que se ha datado en el siglo x. Asimismo, se han conservado escasos restos del poblado de Biuse, que se han datado entre los siglos ix y x. Esta localidad está documentada en 1128, cuando Ficapal, antes de salir hacia Jerusalén, donó una propiedad situada en la misma a Santa Maria de La Seu d’Urgell. Contaba con un castillo, cuya existencia está documentada en 1199, en la publicación del testamento sacramental de Ramon de Bellera, en el cual, éste legaba a su hijo Guillem el castrum de Bisue.

Ermita de Santa Eulàlia de Llavorsí

Las ruinas de la pequeña capilla se hallan a las afueras de Llavorsí, en el antiguo camino que llevaba a Àneu, el cual arranca a la izquierda del colegio municipal.

 

A pesar de su origen medieval, no se conocen noticias tempranas de esta iglesia que, por su situación, probablemente pudo ser la parroquia de Llavorsí Sobirà, núcleo que habría quedado abandonado en el siglo xiv. La primera mención del templo se encuentra en una visita pastoral en 1678, en la que se hacía constar que, dado el mal estado de la “capella de Santa Eulalia”, el visitador la mandaba reparar “bajo pena de diez libras”. Cabe suponer que estas no se realizaron, dado que en la siguiente visita de 1698 se ordenaba cerrar las “capelles foranies de Nra. Sra. de Viuse y de Sta. Eularia Cituades en lo terme de Llavorsí”. En 1758, el visitador informaba que ya no se decía misa en ella.

 

Los escasos vestigios que se han conservado de este edificio –parte de los muros oeste y norte, así como un fragmento de la cabecera–actualmente están siendo aprovechados como establo, lo que pone en riesgo su futura preservación. La primitiva construcción, consistía en un edificio con planta compuesta por una sola nave rectangular –de 11 m de largo– y un ábside semicircular –de 2 m de profundidad–, precedido por un arco presbiterial. La cabecera estaba cubierta por una bóveda de horno, mientras que la nave, a juzgar por la anchura de sus muros, probablemente contaba con una techumbre de madera. Del mismo modo, no hay rastro de los vanos que debían ocupar el cilindro absidal, tan solo ha permanecido una ventana, de perfil rectangular y un solo derrame, situada en el muro occidental. Lo más interesante del conjunto es un pequeño cuerpo, de 2 m de largo y 0,40 m de ancho, que sobresale del muro norte en el tramo oriental de la nave, por su disposición en planta, evoca el brazo de un corto transepto. Lamentablemente, la desaparición del muro sur no permite verificar si dicho elemento también se repetía en el mismo, por lo que seria necesaria una intervención arqueológica para descartar o ratificar tal conjetura. En el supuesto de que se tratara de un templo de nave única con transepto manifestado al exterior, seria un caso único en la zona, tan sólo comparable con la iglesia de Sant Vicenç de Tresserra (Areny de Noguera, Alta Ribagorça). En algún momento posterior, se quiso asegurar este elemento con la construcción de un refuerzo que, a modo de contrafuerte, se adhiere a su lado occidental.

 

El aparejo utilizado está formado por tosco sillarejo, escasamente labrado,  dispuesto en hiladas más o menos uniformes.

 

Se ha datado la construcción de esta capilla en el siglo xii.

 

            Texto y foto: Azucena Povill Espinós

 

Bibliografía

 

Cabestany i Fort, J.-F, Blanxart i Matas, M. T. y Palau i Baduell, J. M., 2008, pp. 135-137; Catalunya Romànica, 1984-1998, xv, p. 266; Rapalino, V. et alii, 2007, pp. 64, 66, 68 y 169; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1987-1990, I, pp. 187, 197-201, 219-221, 248, 279-280, 289-290, 298, 308-309, 315 y 399