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Vestigios del Castillo de Bestracà y capilla de Sant Julià

Identificador
17039_08_001
Tipo
Fecha
Cobertura
42.294297, 2.515403
Idioma
Autor
Carles Sánchez Márquez
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Castillo de Bestracà y capilla de Sant Julià

Localidad
Bestracà
Municipio
Camprodon
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Castillo de Bestracà y capilla de Sant Julià

Descripción

Castillo de Bestracà (y capilla de Sant Julià)

 

Los vestigios del castillo de Bestracà se localizan en la cima del puig de Bestracà, a 1057 m. de altitud. Al lugar se accede por una pista que, desde Oix, conduce hasta Sant Andreu de Bestracà, donde proseguiremos por el sendero accidentado que asciende hasta la cumbre. Pronto divisaremos los sillares desperdigados de lo que debía ser el castillo, y los restos de unos muros que correspondían a la capilla.

 

La capilla de Sant Julià es mencionada en el testamento del conde Miró II de Besalú, quien lega al monasterio de Sant Llorenç prop Bagà un alodio en Bestracà con las iglesias de Sant Andreu y de Sant Julià (donare faciatis alodium meum, qui est in cumitatu Bisuldunensi, in locum qui vocant Bestrecano et Ventano, cum ecclesiis Sancti Andree et Sancti Iulani). La referencia nos lleva a postular la existencia también de la fortaleza en el siglo x

 

Varias noticias documentales más tardías, de los siglos xii y xiii, nos permiten confeccionar la lista del señorío del castillo. Así, en el año 1237 Agnès de Cartellà heredó de sus padres, Alamanda y Arnau de Sales, el castillo de Ribes y el de Bestracà. Desde el año 1248 hasta el 1261 fue señor de Bestracà Bernat Vidal, casado con una Anna, hija o nieta de Agnès de Cartellà. A partir de aquí, y hasta el año 1365, la documentación es escasa. En el fogaje del 1358, Berenguer de Cruïlles es mencionado como dominus loci Bestragano, mientras que los nomenclátores diocesanos del siglo xiv certifican, nuevamente, la existencia de la capilla, sancti Iuliani, situada en el castri de Bestrachano, in parochia sancti Andree de Bestrachano.

 

Del castillo de Bestracà tan sólo han llegado hasta nuestros días, en estado de ruina absoluta, los vestigios de algunas estructuras. La primera de ellas, que la historiografía ha identificado como una cisterna, presentaba una planta rectangular con sillares bien trabajados, de unos 30 cm de altura. Adosada a esta estructura, se alzaban los restos de otro muro, que debía ser la pared occidental del cuerpo central del castillo. En la actualidad, estos restos se hallan dispersos y fragmentados en la zona colindante. El conjunto era flanqueado por un foso y una muralla de una longitud total de unos 43 m.

 

Los restos de la capilla castral son igualmente escasos, apenas algunos vestigios de sus muros románicos. El edificio presentaba una planta basilical de nave única y cabecera rectangular. Según Murlà i Giralt, el ábside es obra del siglo ix. Esta hipótesis es secundada por Sala i Canadell, que defiende dos fases constructivas en el edificio. Según este autor, el ábside, prerrománico, habría sido construido en el siglo ix. La nave, según las características de su construcción, en el siglo xi. Ciertamente, la fábrica presenta sillares rectangulares y uniformes en la cabecera y en la nave, hecho que parece probar la existencia de una única secuencia constructiva anterior al siglo xii.

 

Texto y foto: Carles Sánchez Márquez

 

 

Bibliografía

 

Castells Catalans, Els, 1967-1979, IV, pp. 13-17; Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 159-160; Corominas Planellas, J. M. y Marqués Casanovas, J., 1967-1978, IV, pp. 129-130; Domènech i Moner, J., 1987, pp. 80-81, 182-183; Grabolosa i Puigredon, R., 1968, p. 91; Montsalvatge i Fossas, F., 1889-1919, XVI, pp. 9-19; Murlà i Giralt, J., 1983, p. 86; Sala i Canadell, R. y Puigdevall i Diumé, N., 1977, pp. 38-39; Sala i Canadell, R. y Puigdevall i Diumé, N., 1983, pp. 63-69.