Pasar al contenido principal
x

Vista general del Castillo de Begur

Identificador
17013_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.960000, 3.210000
Idioma
Autor
Consuelo Vila Martí
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Castillo de Begur

Localidad
Begur
Municipio
Begur
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Castillo de Begur

Claves
Descripción

BEGUR

 

Begur es un municipio costero situado en la parte más oriental de la comarca del Baix Empordà, al norte de Palafrugell. Es uno de los más populares centros turísticos de la costa brava, conocido por sus bellas calas y por sus casas de indianos. Se asienta en un terreno montañoso que preside el castillo de Begur, una antigua fortaleza a cuya lado meridional se sitúa la villa homónima, que es cabeza de municipio. En el sector suroriental del municipio se localiza el pueblo de Esclanyà, y hay varias urbanizaciones modernas cerca de las distintas playas (Sa Riera, Aiguafreda, Fornells).

 

El acceso se realiza sin dificultades, desde la Bisbal d’Empordà, por la carretera C-66 que llega hasta Palafrugell; desde allí debe tomarse la C-31 hasta Regencós, y luego la GIP-6531 que conduce directamente al pueblo.

 

 

Castillo de Begur

 

Las ruinas del castillo de Begur, actualmente reconvertidas en mirador, se encuentran en lo alto del promontorio a cuyas faldas ha ido creciendo la población. La subida al castillo está bien indicada para llegar en coche, pero el último tramo, de pocos metros, debe hacerse a pie. La vista es magnífica.

 

La colina sobre la que se asienta el castillo fue poblada desde la Antigüedad, habiéndose encontrado un asentamiento íbero fechado ya en el siglo iv aC. Las primeras noticias sobre la fortaleza medieval las tenemos en la primera mitad del siglo xi, cuando se menciona a Arnulf de Begur como su probable señor (1019). Luego debió ser posesión de la condesa Ermessenda de Barcelona-Girona, quien lo vendió, en 1057, a su nieto el conde Ramon Berenguer I. Des de 1062 aparecen por primera vez bajo el dominio del linaje de los Peratallada (luego Cruïlles-Peratallada), que debieron mantener la posesión durante toda la baja Edad Media. En 1309, Bernat de Cruïlles recibió del rey Jaime II la baronía sobre el pueblo.

 

En el contexto de la guerra civil catalana del siglo xv, tropas francesas mandaron demoler el castillo primitivo en 1468. La fortaleza, reconstruida, mantuvo sin embargo su importancia y valor. De nuevo los franceses lo ocuparon y destruyeron en 1694, durante la guerra de los Nueve Años, y en 1810, durante la guerra de la Independencia, tras ser ocupado otra vez por el ejército galo, las tropas inglesas del general Doyle lo volaron definitivamente. Hasta 1908 no se hizo la actual restauración, que dotó los escasos restos antiguos de unas almenas, a modo de barandilla del mirador.

 

A pesar de las repetidas destrucciones, se conserva una torre cilíndrica de unos 5 m de altura en la parte noreste del pequeño llano que ocupaba el conjunto. La torre se asienta en una zona más baja que el plano del mirador, y tiene adosados los restos de tres muros que corresponden a una estancia, así como el inicio de una bóveda con huellas del encañizado de la cimbra. Al Noroeste, quedan restos de una cisterna rectangular con vestigios del enyesado rojizo que la cubrió. Apenas se atisban algunos otros restos entre cimientos y muros.

 

Los aparejos de estos restos son de sillarejo ligado con mortero de cal, dispuesto en hiladas regulares, mientras que la torre está hecha de mampostería y argamasa, con abundantes restos cerámicos, aparentemente tejas. Por su aspecto se diría que los vestigios antiguos podrían datarse entre los siglos xi y xii, mientras que la torre es claramente postmedieval (xvi-xvii), si bien quizás sustituyera a una estructura similar anterior.

 

 

Texto y foto: CONSUELO VILA MARTÍ

 

Bibliografía

 

Badia i Homs, J., 1981, I, p. 93; Castells Catalans, Els, 1967-1979, II, pp. 599-607; Catalunya Romànica, 1984-1998, VIII, pp. 165-167.