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Vista de los restos de la antigua iglesia de Sant Cristòfol de Campdevànol

Identificador
17036_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.22602, 2.16366
Idioma
Autor
Martí Beltrán González
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Cristòfol de Campdevànol

Localidad
Campdevànol
Municipio
Campdevànol
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Cristòfol de Campdevànol

Descripción

CAMPDEVÀNOL

 

El municipio de Campdevànol está situado a unos 6 km al Norte de Ripoll. Es limítrofe con los ríos Freser y Merdàs, que sirven de frontera natural al pueblo junto con las cimas de las sierras de Mogrony y de Sant Marc d’Estiules, así como el sector montañoso de Sant Pere d’Auira en el Norte. Su termino municipal contiene las antiguas parroquias de Sant Cristòfol de Campdevànol, Sant Llorenç de Campdevànol, Sant Martí d’Armàncies, Sant Pere d’Auira y Sant Quintí de Puig-rodon. El acceso se realiza fácilmente por la carretera N-152, que lleva de Ripoll a Puigcerdà.

 

Debemos remontarnos al año 890 para encontrar la primera referencia escrita al topónimo de la población, campo de Aivandiali, en el texto del acta de consagración de Sant Pere de Ripoll. Según el citado texto, el obispo Gotmar de Vic concedía a la iglesia ripollesa los diezmos de distintas parroquias de la demarcación, entre las cuales se encontraba la de Campdevànol. En los siglos siguientes no existirá uniformidad en cuanto a la denominación del lugar, ya que el topónimo aparecerá escrito de diversas formas como Villa Davandali, Villa Campo de Vanali, Campi de Avanal, Campo Avandali o Campo Vandali. Las denominaciones hacen referencia a un hipotético propietario primitivo del lugar llamado Avàndal o Avànal.

 

El emplazamiento moderno de Campdevànol es resultado del abandono de las antiguas parroquias de la zona, que antes del siglo xviii se encontraban diseminadas por el actual término municipal. Progresivamente, los habitantes de los núcleos más aislados se fueron desplazando hacia los alrededores de una nueva iglesia parroquial, dedicada (como la antigua parroquia románica) a san Cristóbal y mucho mejor comunicada por su situación geográfica en la ribera del río Freser. También influyeron en el crecimiento de la población los movimientos migratorios que tuvieron lugar en épocas recientes, cuando, debido a la industrialización de la zona, se ocuparon los terrenos próximos al Freser.

 

 

Antigua iglesia de Sant Cristòfol

 

Presidiendo una esplendida vista de la zona, yacen los cimientos de la antigua iglesia románica de Sant Cristòfol de Campdevànol, que perdió su culto debido al despoblamiento de su entorno y a la construcción, a finales del siglo xvii, de la nueva iglesia parroquial, alrededor de la cual se concentró la población. Este hecho acabó provocando el abandono de la primitiva iglesia, que se conoce popularmente como la Vella (la Vieja). Durante la Guerra Civil fue utilizada como depósito de explosivos, lo que ocasionó su destrucción debido a la detonación de su contenido. Para hallar los  restos del edificio se debe seguir la carretera GI-401 que va de Campdevànol a Gombrèn. Después del paso a nivel, a mano derecha, nace el camino llamado del cementerio, que en dirección al manso Corones lleva hasta los restos del templo.

 

Una gran parte de la información disponible sobre esta pequeña iglesia proviene de los estudios realizados, pocos años antes de su destrucción, por el historiador catalán Ramon d’Abadal. Durante su trabajo en la zona, tuvo la oportunidad de describir tanto a la iglesia como a su interesante decoración mural, que el erudito medievalista publicó por primera vez en 1909. El trabajo de Abadal sobre las pinturas murales de Campdevànol resultó de vital importancia, ya que apenas un mes después de su hallazgo fueron sustraídas furtivamente de su lugar de origen. Debido al expolio de estas pinturas, la reproducción que él mismo dibujó in situ es la única fuente de estudio existente.

 

Las primeras noticias que hacen referencia a este templo aparecen en un documento fechado en diciembre del año 987. El texto explica como los hombres de Gombrèn, ante el conde de Cerdanya-Besalú, reconocían al monasterio de Sant Joan de les Abadesses como propietario de las tierras de Mogrony. El documento explicita que el reconocimiento se hizo en el locum veneraciones Sancti Christophori cuius baselica est in termino villa Ripollensis in Campo de Avandalo.

 

El templo mencionado en dicho documento era una pequeña iglesia prerrománica, que luego sería reformada en el siglo xii. De la iglesia primitiva todavía pueden observarse los muros exteriores norte, sur y oeste; muros que, según las hipótesis de Abadal, servían para sostener una techumbre de madera, como se puede deducir de su pequeño grosor. La iglesia tendría una sencilla planta rectangular, y en su interior parece que había un altar embebido en el muro de levante. De esta primitiva iglesia provienen las pinturas murales que permiten datar la construcción entre finales del siglo ix y principios del siglo x, y que, de conservarse, serían una de las muestras más antiguas conocidas de pintura mural catalana. Debido a la desaparición de dichas pinturas, su programa iconográfico tan solo ha llegado hasta nuestros días gracias a las fotografías del dibujo de Abadal. Actualmente se desconoce incluso el paradero del dibujo original, que se perdió, junto con otras pertenencias del investigador, durante la Guerra Civil.

 

Lo que se observa en el dibujo corresponde a la decoración de uno de los muros laterales de la iglesia, con una superficie cercana a los 5 m de largo y 2 m de altura. Se apreciaban en ella las figuras de Adán y Eva, a un lado y otro del árbol prohibido, escena extraída del relato del Génesis sobre la caída del hombre, el pecado original y la expulsión del Paraíso. Gracias al estudio comparado de Charles L. Kuhn, que planteó similitudes con las miniaturas de diferentes manuscritos, el estilo de las pinturas se ha puesto en relación con la tradición hispanogoda, aunque su cronología debe ser posterior, lógicamente relacionada con la construcción del edificio. La historiografía, en efecto, acepta de forma general la teoría del estilo visigótico del conjunto, como probable pervivencia de fórmulas antiguas en contextos geográficos de zonas rurales y apartadas.

 

Como se ha dicho, la primitiva iglesia prerrománica de Sant Cristòfol fue objeto de una importante reforma en el siglo xii. En ella se destruyó el antiguo muro oriental para levantar un monumental ábside semicircular, del que aún se conserva su parte inferior. Dicho ábside tenía como adorno una cornisa decorada con un friso de dientes de sierra y apoyada sobre pequeñas ménsulas, según se aprecia en algunas fotografías antiguas; recuerda notablemente al de la vecina iglesia de Sant Quintí de Puig-rodon. Los muros restantes fueron conservados, añadiéndoles paredes internas para aumentar su grosor y sostener la bóveda de cañón con que se cubrió la nave del templo. Con estas reformas, por cierto, las pinturas murales antiguas fueron tapiadas, lo que sin duda ayudó a su conservación. Una de las singularidades de esta iglesia se hallaba en el acceso, que se situaba en la fachada sur, dando paso a una especie de nártex que se comunicaba con la nave principal y del que aún se puede ver su estructura gracias a los cimientos.

 

Existe una clara distinción entre el aparejo de las diferentes etapas de construcción. Las reformas del siglo xii, entre las cuales destacan el ábside semicircular y los muros exteriores, presentan un aparejo regular y de gran tamaño propio, característico del periodo. Por el contrario, las paredes pertenecientes al templo prerrománico están construidas de forma más tosca, apreciándose sillares desiguales unidos con mortero abundante.

 

Texto y fotos: Martí Beltrán González

 

 

Bibliografía

 

Abadal i de Vinyals, R. de, 1909, p. 387; Abadal i de Vinyals, R. de, 1909-1910, pp. 714-715; Abadal i de Vinyals, R. de, 1909-1913, pp. 202-204; Barral i Altet, X., 1980, pp. 95-100; Catalunya Romànica, 1984-1998, X, pp. 75-78, 336; Cook, W. W. S. y Gudiol Ricart, J., 1950, pp. 21-26; Gudiol i Cunill, J., 1927, pp. 129-133; Kuhn, C. L., 1930, pp. 3-9; Mancho i Suárez, C., 2006, pp. 197-210; Post, C. R., 1930-1966, I, pp. 166-170; Puig i Cadafalch, J., Falguera, A. de y Goday i Casals, J., 1909-1918, II, pp. 94-97.