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Vista general de Santa Maria de Malgrat

Identificador
25072_04_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.70926, 1.30092
Idioma
Autor
Montserrat Cano Colldeforns
Juan Antonio Olañeta Molina
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Santa Maria de Malgrat

Localidad
Malgrat
Municipio
Cervera
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Santa Maria de Malgrat

Descripción

CERVERA

 

Iglesia de Santa Maria de Malgrat

 

A Malgrat, localidad situada al noreste de la comarca, se llega desde Cervera por la carretera L-311 en dirección a Guissona, desde la que hay que desviarse hacia Castellnou d’Oluges.

 

El lugar y su castillo están documentados desde 1078. Este último figura en el documento de venta de un alodio que poseían Joan Oromir y su mujer Adelaida. En 1102 Arnau Berenguer de Malgrat, antes de partir en peregrinación al Santo Sepulcro de Jerusalén, donó el castillo y, posiblemente, la iglesia, a Santa Maria de Solsona, tal y como confirmó su tío Vidià Pere, en 1104, documento este en el que se incluye la iglesia. Esta vinculación del templo con Solsona es confirmada años más tarde, en 1151, en la bula que el papa Eugenio III concedió a la canónica, en la que se menciona como la iglesia de Malgrad.

 

Se trata de un edificio de nave única y ábside semicircular. El paramento exterior de este es liso, y en él se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto apoyado en impostas lisas biseladas. Los muros laterales son lisos. En el lado oriental del meridional se abre una pequeña ventana rectangular y cuenta con dos hileras de mechinales. La fachada occidental, en la que se observa un arco cegado sobre la puerta moderna y una ventana, también cegada, en la que se abrió un óculo, está coronada por una potente espadaña de dos vanos. Los problemas de estabilidad del edificio se ponen de manifiesto por la existencia de una llamativa grieta en el lado sur del ábside, que provocó que, en fecha indeterminada, se adosara un potente contrafuerte en el tramo oriental del muro sur, para evitar el desplome del mismo. Asimismo, se reforzó la base de este paramento con un talud. Mientras que en el ábside se utilizaron sillares bien pulidos y escuadrados, dispuestos cuidadosamente en hiladas uniformes, en los muros laterales el material se vuelve más irregular y desigual. Se ha datado este templo en el siglo xii.

 

TEXTO: JUAN ANTONIO OLAÑETA MOLINA – FOTO: MONTSERRAT CANO COLLDEFORNS

Bibliografía

 

Baraut i Obiols, C., 1986a, pp. 184-187; Bertran i Roigé, P., 1979a, p. 299; Catalunya Romànica, 1984-1998, XXIV, p. 396; Riu i Riu, M., 1979, p. 237; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1981, pp. 258-259.