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Vista general de Santa Maria de Merlí de Alguaire

Identificador
25016_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.73871 , 0.58112
Idioma
Autor
Meritxell Niña Jové
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Santa Maria del Merlí de Alguaire

Localidad
Alguaire
Municipio
Alguaire
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Santa MAria del Merlí de Alguaire

Descripción

ALGUAIRE

Alguaire se localiza en la parte septentrional de la comarca del Segrià, en contacto con La Noguera, a la derecha del río Noguera Ribagorçana. Los principales núcleos de población de este municipio son Alguaire, cabeza del mismo, el barrio de Mata de Pinyana y las urbanizaciones de Tabac y de Pinyana, la última compartida con el municipio de Vilanova de Segrià. El término es atravesado por una serie de altiplanos que van desde la Cerdera, sobre Lleida, hasta Alfarràs. Comprende su territorio dos sectores bien definidos, uno a poniente en que domina la huerta y otro de secano a levante. Desde la capital provincial se llega a Alguaire por la carretera N-230 en dirección Norte, tras recorrer los 15 km que las separan.

 

En sus orígenes, Alguaire debió de ser un asentamiento musulmán consistente, según Josep Lladonosa, en una alquería sarracena localizada al pie de la peña rocosa que domina la población. Aquel asentamiento fue repoblado después de la ocupación cristiana y se convirtió en una encomienda sanjuanista. La primera mención del ipso castello de Alguadra aparece mucho antes de la conquista, en una donación de Sancho Ramírez, rey de Aragón y Pamplona, efectuada en 1075. La citada conquista del castillo la realizó Ermengol VI de Urgell pocos años antes de la toma de la ciudad Lleida (1149), posiblemente hacia 1146. Se tienen noticias del proceso de colonización de dicho enclave por dos cartas pueblas. La primera de ellas, otorgada por el conde Ramon Berenguer IV hacia 1147, sólo se conoce porque se menciona en una confirmación posterior, de 1174, por parte de Alfonso el Casto. Éste expresaba que su padre y antecesor había donado a los repobladores de Alguadera la villa y sus términos. De todos modos, la historiografía da por sentada la existencia de aquel primer documento de ocupación cristiana del lugar. El castillo y el término de Alguaire, junto con Almenar y Alfarràs, fue de dominio real durante los primeros años después de la conquista, hasta que en 1186 Alfonso el Casto los libró a los hospitalarios mediante una permuta por los castillos de Cetina (cerca de Calatayud) y de Torralba (cerca de Fraga). Entonces se estableció allí una encomienda hospitalaria. Desde su instalación, el monasterio de Alguaire consiguió un rico patrimonio en la misma población, de la que llegó a obtener su señorío, así como en otras localidades cercanas. En este sentido, se puede destacar que en 1157 obtuvo los diezmos de las nuevas iglesias situadas en el término del castillo de Alguaire consagradas por el obispo ilerdense Guillem Pere de Ravidats y que en 1194 se incorporaron a los dominios de Alguaire los lugares y castillos del Pedriç y la Portella, ambos de manos de los condes de Urgell. En 1250, los hospitalarios cedieron el señorío a las monjas de la encomienda de Cervera, que crearon un convento femenino de sanjuanistas que tuvo el dominio del término hasta el siglo xix. La fundadora fue la marquesa de Guardia, hija de Ramon de Cervera, señor de Cervera, Butsènit y Algerri y nieta de Ermengol VIII de Urgell. En lo alto de la colina se hellan los restos de lo que fue el castillo encomienda, que fue destruido en el siglo xvii, durante la Guerra de Els Segadors.

Iglesia de Santa Maria del Merli de Alguaire

A la iglesia de Santa Maria del Merli, que se localiza en la parte noroeste de Alguaire, en la periferia de la localidad, se accede saliendo del municipio por el camino de Almacelles, junto al que se encuentra, bien visible, a mano derecha. Hasta finales del siglo xviii formaba un conjunto con los anejos de la casa del Merli al Norte y la casa del ermitaño al Sur. En la actualidad esta última ha desaparecido y la primera está dividida en viviendas.

 

Josep Lladonosa proporciona ciertos datos sobre la antigüedad del templo, que sitúa en época mozárabe. Sin duda, el edificio actual no corresponde a estas fechas, aunque no se puede descartar por completo que se hubiese alzado sobre los restos de una edificación anterior. Según informa el manuscrito conocido como el Libre de Pany i Clau, el inicio de la construcción de la capilla de Santa Maria del Merli, perteneciente a la parroquia de Sant Serni de Alguaire, se situaría en torno a 1264, siendo los dos primeros canteros Bernat y Pere Fulleda. Otra noticia que recoge el mismo manuscrito advierte del estado de la fábrica en 1278, cuando las monjas de Alguaire ofrecieron a Pere, monje, las rentas de la iglesia de Santa Maria del Merli, comprometiéndose aquél a completar la cubierta y el pavimento del templo. Se ajustaría a la cronología que facilitan estas noticias el posible patrocinio de la marquesa de Cervera († 1268), también benefactora del monasterio sanjuanista de Alguaire. Ya a finales del siglo xiii, el templo estaba en actividad, como se desprende de un documento de 1296 que indica que el abad Andreu de la colegiata de Sant Pere de Àger incitaba a los fieles a atender los milagros de la imagen de Santa Maria del Merli y a que auxiliaran la iglesia con limosnas.

 

Centrándonos en los aspectos materiales y constructivos de este templo, el primer punto a tener en cuenta es que su apariencia actual difiere notablemente del que tenía en el siglo xiii, ya que el edificio que hoy contemplamos es el resultado de importantes modificaciones y reformas efectuadas después de destrucciones producidas a raíz de varias contiendas. Aunque se ha considerado la plausible hipótesis de que el templo ya hubiese sufrido sustanciales pérdidas en el siglo xvii, durante la guerra de Els Segadors, y que después habría pasado por una posible primera fase de reforma, la renovación más significativa parece que se efectuó en torno a 1771, fecha que figura en el dintel de la puerta de acceso. Esta operación implicó varias intervenciones, entre las que destaca el cambio de orientación del templo. En el marco de la misma reforma se construyó la nueva fachada principal en el lado este, se amplió el templo por el Oeste y se erigió la bóveda actual, de factura manifiestamente barroca, en sustitución de la cubierta primitiva, cuya tipología es una incógnita.  Pese a ello, los autores que más pormenorizadamente han abordado el análisis de la construcción barajan distintas posibilidades. Si Lladonosa considera que definitivamente era de bóveda cañón, Fité va más allá y apunta una posible solución con bóveda de cañón apuntado y arcos fajones de refuerzo, teniendo en cuenta, para formular dicha hipótesis, la potencia de los contrafuertes que se adosan a los muros exteriores correspondientes a la fábrica antigua. Por otro lado, el mismo autor no descarta una posible cubierta de madera sustentada mediante arcos diafragmáticos.

 

Del edificio primitivo, de nave única como el actual, hoy sólo se conservan los muros laterales. La lectura de los elementos subsistentes permiten proponer una aproximación a la configuración original del edificio del siglo xiii. Uno de los aspectos más remarcables, y que permite establecer ciertas analogías con edificios correspondientes a un mismo ambiente constructivo, es que la cabecera del templo era plana, con el muro oriental reforzado externamente por dos pilastras angulares. Esta es una solución similar a la que presenta la iglesia de Santa Maria de Vilanova de la Barca, así como la de la Mare de Déu dels Àngels de Avinganya, ambos, edificios que se fechan a principios del siglo xiii, mientras que la iglesia del Merli, se situaría, como hemos dicho, entre el 1265 y 1278, momento, este último, en el que aún estaría por finalizar.

 

La fábrica conservada del templo primitivo presenta un paramento de grandes sillares dispuestos de forma bastante regular. Los contrafuertes son muy potentes y muestran un corte en sesgo a una cierta altura, siendo menos grueso el tramo superior, configuración que nos lleva a la comparación, siguiendo aquello expresado por Francesc Fité, con los que flanquean el muro de la fachada de Santa Maria de Gardeny o el transepto de la Seu Vella de Lleida.

 

También hay que fijarse, en tanto que pervivencia del templo románico primitivo, en dos aberturas localizadas en los muros laterales del tramo del presbiterio original, o sea, en el sector este, las cuales sólo se pueden apreciar por la parte exterior. La del lado sur está tapiada al menos desde el siglo xviii, cuando se adosó en este flanco la casa del ermitaño, quizás coincidiendo la mencionada remodelación. Así pues, permite una mejor descripción la ventana del costado norte, que ostenta una abertura con arco de medio punto y derrame simple. El arco, que por el exterior es adovelado, se delimita por una chambrana sin ornamento alguno. Además, todo el perfil exterior de la ventana tiene la arista enmarcada por un bordón. Por debajo de cada una de estas dos ventanas, se abren sendas hornacinas de arco de medio punto a modo de arcosolio que inicialmente pudieron haber tenido una función funeraria.

 

En definitiva, y con los datos cronológicos en perspectiva, las características constructivas de esta iglesia no hacen sino reforzar la adscripción de la fábrica del templo a la segunda mitad del siglo xiii, en un momento tardío del románico, en el que ya se adoptaban elementos más bien propios del gótico, tales como los contrafuertes escalonados.

 

Texto y fotos: Meritxell Niña Jové

 

Bibliografía

 

Catalunya Romànica, 1984-1998, XXIV, p. 77; Fité i Llevot, F., 2011a, pp. 13-25; Fité Llevot, F., 2011b, pp. 265-267; Lladonosa i Pujol, J., 1981, pp. 22-25, 55-58 y 289-290.