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Aguilar de Campoo

Declarada Conjunto Histórico Artístico Nacional en 1966, la villa de Aguilar de Campoo es el punto de partida para nuestra ruta y una de las puertas de entrada para conocer la Montaña Palentina y el Geoparque Mundial Unesco Las Loras. En ella se puede disfrutar de excepcionales ejemplares de arte y patrimonio rodeados por parajes únicos, entre los que cabe destacar el Monumento Natural de las Tuerces, Espacios Naturales como el Cañón de la Horadada y Covalagua o la sorprendente Cueva de los Franceses.

Dominada por el castillo, la villa medieval fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1966. Las distintas puertas de la muralla permiten adentrarte en sus calles y recorrer el centro histórico que cuenta con antiguas casas y palacios plagados con más de cien escudos y blasones, que nos hablan de la importancia que tuvo la localidad en el pasado.

La influencia cultural que ejerció la villa se deja notar en los monasterios e iglesias que poseyó y que aún pervive, como en el Convento de Santa Clara, habitado por religiosas, o el Monasterio de Santa María la Real, convertido en un Centro de Educación Secundaria que a su vez alberga el Museo del ROM. Destaca, además, la Colegiata de San Miguel ubicada en la plaza de la localidad, así como la ermita de Santa Cecilia y San Andrés, ambas de estilo románico, en las que después incidiremos.

Aguilar de Campoo ostenta el título de Villa Realenga desde que Alfonso X El Sabio se lo concedió en el siglo XIII, y en el siglo XV los Reyes Católicos concedieron el marquesado de Aguilar a favor de los Manrique de Lara. En la historia más reciente, durante los años 60 la villa llegó a contar con cinco fábricas de galletas, llegando a ser conocida como “El pueblo de las galletas”.

Actualmente, la villa cuenta con las mayores galleteras del país, además de experimentar un creciente desarrollo del sector turístico, gracias a su patrimonio natural y cultural, que hace posible que en ella podamos deleitar nuestro gusto de la vista y del olfato.

Aguilar de Campoo