TORROELLA DE MONTGRÍ

El municipio de Torroella de Montgrí está situado al Noreste del Baix Empordà, a unos 37 km de Girona. Se llega fácilmente, partiendo de la N-II, por la carretera C-66 y luego por la GI-633, que cruza la llanura bajoampurdanesa. La villa queda a los pies del imponente macizo del Montgrí, en la ribera septentrional del río Ter, que desemboca en la parte costera de su término municipal, uno de los mayores de la comarca.

La primera mención de la localidad se encuentra en un documento fechado en el año 888, en el que, entre las afrontaciones del vecino pueblo de Ullà, se menciona una villa Torocella. Un castro Torredella aparece documentado en el 1085, en un diploma conservado en el Liber Feudorum Maior. En el siglo xiii, la villa y su entorno aparecen bajo dominio de la familia feudal de los Torroella, feudatarios de los condes de Empúries. La documentación comienza a regularizarse cuando, en 1272, la población se adhiere a las pertenencias de la Corona, convirtiéndose en villa real; desde entonces, sus señores se reconocen feudatarios de la realeza.

Santa María de Palau

Los restos de la iglesia de Santa Maria de Palau despuntan entre la vegetación mediterránea típica del macizo del Montgrí. El templo es la única construcción que queda en pie de un antiguo poblado de fundación romana, habitado también durante la Edad Media. Se sitúa en la parte noroccidental del macizo de Montgrí, en la llamada Muntanya Gran, dentro del término del vecindario de Sobrestany pero en realidad muy cerca de la población de l’Escala, en la comarca del Alt Empordà. Para llegar a los vestigios, desde Torroella, hay que seguir la carretera G-632 y dejarla 1 km antes de llegar a l’Escala. Debe tomarse entonces un camino a mano derecha, que señala el Mas Cremat, encontrándose el conjunto de Palau a unos 300 m de dicha casa (unos 2 km al Norte de Sobrestany).

Aunque un documento del año 881 parece mencionar ya el paraje, no es hasta el último cuarto del siglo xiii cuando se menciona la iglesia de Santa Maria de Palau, en las Rationes Decimarum de los años 1279 y 1280. Con el nombre de Capella sacte Marie de Palatio in parrochia sancti Iohannis de Bedenga, se alude también a ella en los dos nomenclátores de la diócesis gerundense del siglo xiv. Figura como capilla no parroquial con sacerdote adscrito, que a finales del mismo siglo xiv consta perteneciente a la parroquia de Sant Joan de Bellcaire. En 1470, en el acta de la visita pastoral a la parroquia de Sant Genís de Torroella de Montgrí, Santa Maria del Palau consta como capilla foránea en el camino rural de Empúries. Popularmente las ruinas son conocidas sencillamente como la “iglesia del Palau” o la “casa del Palau”.

El templo, aunque en estado ruinoso, conserva la mayor parte sus estructuras arquitectónicas. Recientemente, una campaña de limpieza ha dado a conocer la derruida fachada occidental del edificio; el basamento del frontis, con el espacio inferior de una posible puerta elevada; la galilea precedente, de la que queda como vestigio el fragmento de bóveda transversal en sección de cuarto de círculo; y por último el pie del altar y unos fragmentos del pavimento antiguo.

Santa Maria de Palau era un edificio de una sola nave, de planta rectangular y sin ábside destacado, construido con sillarejo irregular reforzado con sillares grandes y escuadrados en los ángulos. La orientación de la nave, cubierta por una bóveda apuntada, conduce a una estrecha puerta lateral (de unos 95 cm de luz) situada en el muro de la Epístola, actualmente cegada y muy lastimada, mientras que a lo largo del muro septentrional permanecen los vestigios de lo que pudiese ser un escaño empedrado. Situada a una altura próxima a la bóveda, una ventana de doble derrame es la única abertura al exterior que se conserva. Un cuerpo cuadrangular de mampostería rudimentaria, permanece adosado en el ángulo suroccidental del edificio, cómo si de una dependencia anexa al templo se tratase.

Entre el sillarejo del aparato constructivo de los muros de levante y septentrión se aprecia gran cantidad de ripios y pedazos de loza, así como diversos tipos de piedra, que prácticamente no existen en el plano meridional, donde el paramento se muestra ligeramente más cuidado y uniforme. Éste, al resultar considerablemente más grueso, ha hecho suponer que dicho tramo es el vestigio de un templo más antiguo, integrado en la erección del edificio actual.

Por su planta rectangular sin ábside marcado, así como por la bóveda apuntada, el edificio ha sido clasificado en el periodo románico tardío. Pese a la rudeza del aparejo constructivo, Santa María de Palau se ha catalogada dentro de un grupo de iglesias rurales de influencia cisterciense, suponiéndose su construcción en un avanzado siglo xiii.

Los abundantes restos constructivos del entorno de la iglesia reflejan la dimensión del llamado poblado de Palau, quedando el templo en el extremo sureste del conjunto. Sin embargo quedan solamente las bases de las murallas y de los muros de las casas, así como abundantes restos cerámicos, que permiten fechar la ocupación del sitio entre la época romana y el periodo medieval tardío. La población se ha relacionado con un villare quod dictur Purtos que se menciona en un documento judicial del año 881 por el que se definen los límites de las propiedades en la zona de los condes de Empúries y de la catedral de Girona

Texto y fotos: Ana Victoria Paul Martínez

Bibliografía

Badia i Homs, J., 1975b; Badia i Homs, J., 1977-1981, I, p. 420; Badia i Homs, J., 1988, pp. 19-32; Bofill i Abelló, M. et alii, 2008, pp. 125-126; Roviras i Padrós, A. y Torrent i Bagudà, E., 2003, p. 39.