Crist Trobat (Cristo Encontrado)

En el interior de la Residència Sant Antoni de Tàrrega se conserva una iglesia dedicada a san Antonio Abad que ahora funciona como capilla privada, en la que se venera el denominado Crist Trobat (Cristo Encontrado), una imagen de orfebrería de época medieval encontrada en 1650 durante unas obras en la capilla de Sant Erasme. El descubrimiento fue considerado un milagro y desde entonces ha sido objeto de culto. En 1760 se publicó una novena inspirada en esta imagen. Se desconoce cómo llegó a parar esta pieza a la ciudad. Una de las propuestas narra que fue traída desde Francia por unos religiosos de San Antonio Abad a finales del siglo xiii. Parece que el Cristo formaba parte de una cruz de altar o procesional, o de otro elemento, que, con el paso del tiempo se cayó y fue enterrado para protegerlo de un posible sacrilegio.

Se trata un ejemplar de excelente calidad al modo de los crucifijos de esmaltes de Limoges de los siglos xii y xiii, que mide 29 cm de alto por 23 cm de ancho, y está realizado en bronce con incrustaciones de pedrería y esmaltes. Está clavado en la cruz con cuatro clavos. Sobre su cabeza, ligeramente ladeada, porta una corona imperial decorada con seis piedras semipreciosas, tres de color rojo y otras tres amarillo. Las dos gemas de los ojos parecen querer remarcar que Cristo vivo triunfa sobre la muerte, pues ni siquiera muestra la llaga en el costado. Está vestido con un perizonium de color azul, que le llega hasta las rodillas, decorado con esmalte y piedras semipreciosas de color rojo y verde a modo de ribete. La cruz repujada de plata está decorada en sus extremos por dos gemas rojas y dos azules, y una verde de mayor tamaño. En la zona central hay cuatro piezas elípticas esmaltadas que combinan el verde con el rojo. Encima de la cabeza de Cristo se lee una inscripción: iezus nazarenus. La cruz y su pie –una preciosa caja del mismo estilo, de plata con incrustaciones–, no formaban parte de la imagen original románica.

Texto y fotos: Nuria Montoya Vives

Bibliografía

Espinagosa i Marsà, J., 2001, p. 86; Sarret i Pons, Ll., 1936, pp. 1-21; Saula i Briansó, O. et alii, 1987, p. 42; Segarra i Malla, J. M., 1973, p. 108; Serra i Boldú, V., 1932, p. 43.