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Vista general de Sant Pere de Soler

Identificador
25223_06_005
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.839756, 1.401499
Idioma
Autor
Nuria Trigueros Beltrán
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Pere del Soler

Localidad
Politg
Municipio
La Baronia de Rialb
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Pere de Soler

Descripción

Iglesia de Sant Pere del Soler

El templo de Sant Pere se levanta sobre un desfiladero a pocos metros del Mas Soler, a unos 7 km al Norte de Torà. Desde allí debe tomarse la carretera LV-3005 en dirección a Hostal Nou y, tras recorrer unos 2,5 km en dirección hacia Puig-redon y dejar atrás Can Millet, se toma un camino a la derecha para volver a desviarse a los pocos metros a la izquierda. Desde aquí se divisa el Mas Soler a la izquierda.

 

Aunque actualmente pertenece al núcleo diseminado de Puig-redon, esta iglesia, junto al caserío cercano, formaba parte en el medievo del término del castillo de Vallferosa. Funcionaba entonces como capilla privada de los propietarios de la Vila de Sanç, nombre con el que se conocía entonces esta zona. Estos pudieron ser, a principios del siglo xii, Bernat Guillem y su esposa Guilla, a quien Bertran I, señor de Vallferosa, había cedido en feudo el castillo y, quizás, sus tierras. En 1132, el matrimonio hizo testamento antes de partir a Santiago de Compostela, y en él confirmó una donación previa de la iglesia de Sant Pere, que habían fundado en la Vila de Sanç, a la canónica de Santa Maria de Solsona. Se trata de la primera referencia documental al templo, hecho que conduce a pensar que la capilla pertenecía entonces a dicha canónica. Ésta debía de tenerla cedida en feudo a Ramon de Camporrells, su mujer e hijos, pues en 1167 aparecen como donantes de las tierras, el caserío y la capilla de Vila de Sanç a Santa Maria de Solsona. Sin embargo, en dicho documento de donación, la familia Camporrells acordó con la canónica solsonense que conservaría estos bienes en feudo mientras viviera el patriarca, a cambio de diversos pagos anuales y la concesión definitiva tras su muerte. Esta condición no debió de cumplirse ya que, en documento de 1174 (ó 1194) el arzobispo de Tarragona amenazó con la excomunión a Bernat de Camporrells, hijo de Ramon, por supuestas usurpaciones a Santa Maria de Solsona relacionadas con el caserío y la iglesia de Vila de Sanç. También sabemos por dicho documento que estos mismos hechos ya habían sido denunciados por el prepósito de la canónica. Finalmente, el pleito entre Bernat de Camporrells y Santa Maria de Solsona por estas propiedades, documentado en 1196, terminó con el reconocimiento como propietaria, por parte de la familia Camporrells, a la canónica de Santa Maria de Solsona. El prepósito de Solsona, a su vez, les concedió en feudo dichas posesiones a cambio de pagos anuales. Es en este momento cuando el caserío apareció por primera vez bajo la denominación de El Soler, tal y como se conoce hoy en día.

 

El edificio presenta una sola nave rectangular, cubierta con bóveda de cañón, y cabecera plana. En el exterior, el rudo aparejo es muy irregular en tamaño, forma y disposición. Tan sólo en las esquinas se sitúan unos sillares bien labrados y escuadrados. La puerta de ingreso al templo, que se ubica en la fachada oeste, está formada por un arco de medio punto con dovelas de gran tamaño bien trabajadas. Asimismo, una pequeña espadaña de época moderna remata esta fachada. Finalmente, en el muro norte se abre una ventana de doble derrame coronada por una losa ligeramente arqueada, que actualmente se halla tapiada.

 

El interior del templo ha sido sumamente modificado por reformas posteriores. La bóveda se refuerza con tres arcos fajones hechos con baldosa, entre los que se abren lunetas, mientras que los paramentos conservan policromía de época moderna.

 

La capilla ha sido objeto de una restauración reciente, al menos en el exterior, donde se han rejuntado los sillares con argamasa, se ha rehecho el tejado, se ha cambiado la puerta y acondicionado el espacio circundante del templo.

 

Aunque las diversas intervenciones en el conjunto dificultan la datación del edificio, los vestigios románicos conservados sugieren una cronología próxima a finales del siglo xii o principios del siglo xiii.

 

Texto y foto: Nuria Trigueros Beltrán

 

Bibliografia

 

Bach i Riu, A., 2002, II, pp. 496-497, 527-528 y 690-691; Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, pp. 140-141; Coberó i Coberó, J., 1982a, p. 403; Llorens i Solé, A., 1986-1987, II, pp. 513-517; Oliva i Llorens, J., 1998-2010, II, pp. 184-185; Serra i Vilaró, J., 1958, pp. 14-16