Santa Coloma de Castellvell
OLIUS
Iglesia de Santa Coloma de Castellvell
Tras recorrer unos 2,3 km por la carretera C-149, desde Solsona en dirección a Pinell de Solsonès, se ha de tomar un desvío hacia la izquierda. A solamente 1 km se encuentra la masía de Santa Coloma, donde los propietarios guardan las llaves de la iglesia, situada a escasos 50 m.
Este edificio, del que, lamentablemente, no se conoce noticia alguna de época medieval, presenta una planta formada por una sola nave rectangular y un ábside semicircular. El paramento exterior de este último es liso, y en su centro se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto monolítico. Bajo la cornisa, coronando el lienzo absidal, discurre una imposta biselada. Los dos muros laterales son totalmente lisos. En el tramo oeste del meridional se abre la puerta, formada por un arco de medio punto compuesto por grandes dovelas bien labradas y escuadradas, la cual debió de sustituir y ampliar la entrada primigenia. Con posterioridad se reformó la parte superior de los dos paramentos laterales, como pone de manifiesto la mutilación de las dos dovelas centrales de la portada y el diferente aparejo utilizado en las dos hiladas superiores de ambos lienzos. La fachada occidental, también lisa, presenta una sencilla ventana rectangular, y está rematada por una espadaña moderna. La techumbre, de doble vertiente en la nave y cónica en el ábside, está realizada con teja árabe y no es, en ningún caso, la original.
En el interior, la nave se cubre con bóveda de cañón, que carece de arcos fajones, y el ábside, más estrecho que aquélla, con bóveda de cuarto de esfera. Ambos espacios se unen sin que se medie un tramo presbiterial. En el lado sur del ábside, se abre una credencia con arco de medio punto.
El aparejo utilizado está compuesto por grandes sillares, de mayor tamaño en el ábside, bien labrados, escuadrados y pulidos, y dispuestos en hiladas horizontales muy uniformes. En la parte oriental del paramento exterior sur se aprecia una marcada discontinuidad en las hiladas de sillares, que puede ser indicio de una interrupción en las obras o, quizás, de un derrumbe de la bóveda en algún momento.
La construcción del templo, que se halla en un estado de conservación muy notable, puede datarse en el siglo xii.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina/ Francesc Rodríguez Beltrán - Fotos: Francesc Rodríguez Beltrán
Bibliografía
Bach i Riu, A., 1990, p. 38; Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, p. 231.