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Detalle de las arquivoltas de la portada

Identificador
40393_03_019
Tipo
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Carlos Álvarez Marcos,José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de la Purificación de Nuestra Señora

Localidad
Villovela de Pirón
Municipio
Escobar de Polendos
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
EL TEMPLO SE ENCUENTRA edificado en la parte más alta del pueblo, en una “rápida pendiente” como cita Madoz mientras que el resto de construcciones se disponen escalonadamente por la falda sur de una pequeña colina. De hecho es muy posible que la situación de la iglesia condicionase la posterior organización espacial de todo el pueblo. El acceso se realiza por una empinada calle que desemboca directamente en la portada del templo y en el terreno que lo rodea. Originalmente era un templo que seguía un esquema típico del románico rural: una sola nave y cabecera formada por ábside y presbiterio. La portada se ubicaba en el lado meridional de la nave. Pero ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo de la historia que han alterado considerablemente este esquema inicial. Por un lado se adosó una torre en el muro occidental mientras que en el muro sur del presbiterio se construyó una estancia cuadrangular para ubicar en ella la sacristía; por otra parte la nave del templo ha sido totalmente rehecha aunque es imposible precisar el momento de realización de estas obras. Por otra parte, también el entorno que rodeaba el templo se ha visto alterado al construirse un cementerio en el lado norte adosado a la iglesia y en la parte occidental casas que se utilizan como viviendas privadas, una de ellas la antigua casa parroquial. Tan sólo conservamos de la fábrica original románica la cabecera y la portada. La cabecera como ya hemos dicho está compuesta por ábside y presbiterio y construida con mampostería enfoscada a excepción de los esquinales en los que se emplea sillería y en la cornisa achafla nada y en la colección de canecillos que la sustentan, todos ellos con perfil de nacela a excepción de cuatro de proa de barco. El tambor del ábside carece de ventanas a excepción de un pequeño óculo que se abre en la parte sur y que probablemente fue construido para iluminar el templo cuando se coloca el retablo en el ábside. La portada, remontada respecto a su ubicación original, está ubicada aproximadamente en mitad de la nave, ligeramente adelantada con respecto al muro de ésta. Tiene un arco de medio punto con dos arquivoltas decoradas ambas con un grueso bocel flanqueado por dos filas de pequeñas puntas de diamante. La primera arquivolta apoya en columnas elevadas sobre un alto plinto, mientras que la segunda lo hace en jambas prismáticas. Los capiteles que coronan las columnas se encuentran muy erosionados siendo muy dificultoso intuir las formas que en ellos se tallan; en uno de ellos, el que peor estado presenta, es posible que se esculpan dos animales aunque es imposible precisar si se trata de aves o cuadrúpedos. En la otra cesta se representan dos arpías con alas desplegadas, cabellos largos y estirados sobre las alas. Sobre los capiteles los pequeños cimacios decorados con estrellas de cuatro puntas dentro de círculos se acaban convirtiendo en una línea de imposta que se desarrolla por toda la portada. Finalmente una chambrana de tres filas de billetes completa el conjunto rodeando al arco de entrada. Portadas de volúmenes y formato similares encontramos también en la segoviana iglesia de Mata de Quintanar. En el interior del templo, la nave se cubre con bóveda de cañón con lunetos mientras que la cabecera presenta un esquema típico románico con bóveda de cañón para el presbiterio y posiblemente bóveda de horno en el ábside aunque actualmente no podemos verla al taparse esa zona por un retablo barroco. El arco que comunica la nave con la cabecera tiene piezas de sillería quizás reutilizadas de un arco anterior así como las basas que presentan un perfil ático. Los restos románicos conservados nos remiten a una cronología bastante tardía del edificio que bien podría situarse en los primeros años del siglo XIII.