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Nave y portada de la Ermita, lado Sur

Identificador
26054_01_001n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 3' 54.96'' , -2º 5' 50.20''
Autor
Sin información
Colaboradores
Sin información
Derechos
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de San Blas

Localidad
Cornago
Municipio
Cornago
Provincia
La Rioja
Comunidad
La Rioja
País
España
Descripción
Originalmente se dedicó a San Gil Abad, pero desde 1870 se advocó a San Blas por la devoción que había en el pueblo hacia este santo debido a un milagro que, según los vecinos, obró en uno de ellos a mediados del siglo XIX. Lo que hoy se conserva es una pequeña cabecera románica del siglo XII, que queda embebida en su lado norte entre los edificios colindantes, construida en mampuesto y sillarejo, con piedra toba en el alero y en los canecillos que lo sostienen. Es un ábside semicircular que se convierte en presbiterio de la misma anchura sin ningún elemento de separación. La bóveda de horno absidal también continúa en la de cañón del presbiterio. Toda esta zona de la cabecera está recorrida por una moldura lisa, y apenas se remarca el arco triunfal. La nave, de tres tramos y cubierta con bóveda de lunetos sobre arcos de medio punto apoyados en ménsulas, fue añadida o más bien reconstruida en el siglo XVIII. Su cubierta original sería probablemente de madera. Por el lado norte del ábside se accede a una sacristía cubierta con cielo raso. En el segundo tramo de la nave, al Sur, se sitúa el ingreso de dos arquivoltas de medio punto, la interior apoyada en impostas de nacela. Esta portada probablemente fue románica en origen, rehaciéndose cuando se remodeló la nave. En la zona suroeste se levanta una espadaña, probablemente del siglo XVIII como la nave, cuyo cuerpo superior era de un hueco, el ladrillo rematado con dos pináculos con bolas, hoy convertido en una torre campanario del mismo material. Esta sencilla construcción no posee ni contrafuertes, ni vanos, ni columnas, ni capiteles, ni impostas, y su única decoración se sitúa en los canecillos que sujetan la cornisa de tejaroz, que es un sencillo abiselado donde se utiliza la piedra toba. Se conservan veintinueve canes que recorren esta cabecera en sus lados sur y este, pues los del lado norte posiblemente quedaron embebidos en la casa adosada a esta zona. Son primitivos, rudos y sencillos. Diez de ellos son lisos en forma de nacela. Los restantes están decorados: seis presentan rollos en número variable (dos, cuatro y cinco, algunos partidos por una incisión central), cuatro ostentan cabezas humanas reducidas a simples máscaras, y otros cuatro, diferentes tipos de cruces (una latina inmisa, una ensanchada o patada y dos con seis brazos formando una estrella); finalmente hay cinco con pequeñas protuberancias de forma indefinida, siendo imposible discernir en ellos un motivo concreto. Este pequeño templo presenta las características del románico rural, sencillo y un tanto pobre, similar a otros cercanos de la Rioja Baja, como la ermita del cementerio de Bergasillas Somera, la ermita de la Antigua en Aguilar del Río Alhama, y la desaparecida iglesia del despoblado de San Julián en Ocón. En 1997 se derrumbó la bóveda del primer tramo de la nave, planteándose entonces la necesidad de una restauración, que comenzó con la reconstrucción de dicha bóveda a expensas del Ayuntamiento y de la Comunidad Autónoma. Otras intervenciones posteriores afectaron al tejado, suelos, decoración y mobiliario interior: en 1999 se quitó el enfoscado del exterior de la construcción, se dejó la piedra vista y desapareció el coro alto y el púlpito del lado de la epístola; en 2002 se puso un suelo de tarima; y en 2003 el ábside y la nave se recubrieron de pinturas murales con temas alusivos a San Blas, San Gil y otros personajes sagrados, en una polémica intervención del pintor Carlos Corres Vaquero. LA ERMITA DE SAN BLAS está situada en el barrio más antiguo de Cornago, llamado del Cerrillo. Debió de ser la primitiva iglesia o parroquia de la población, una vez repoblada por cristianos. De hecho, en un documento conservado en el archivo parroquial de Cornago se afirma que arrojados los moros, se construyeron allí tres iglesias, pudiendo ser ésta una de ellas. No obstante, en el pueblo también existe la tradición de que fue sinagoga, pues se encuentra cerca de la calle de Judea, donde vivió la comunidad judía en la Edad Media. Según esta hipótesis, tras finalizarse la reconquista en 1492, dicha sinagoga se transformaría en iglesia cristiana. Pero a pesar de que en Cornago debió de abundar la población musulmana y judía, y de que esta ermita recuerda a la sinagoga de Ágreda, esta hipótesis no puede sostenerse, ya que en los alrededores hay un cementerio medieval, que sólo puede ser cristiano.