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Vista exterior de la portada meridional

Identificador
31494_02_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Carlos Martínez Álava
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Miguel

Localidad
Eslava
Municipio
Eslava
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
DOMINANDO UNA PLATAFORMA desde la que se divisa un amplio panorama del valle, la iglesia de San Miguel aparece hoy como un robusto edificio de sillares regulares y bien labrados. Poco queda, no obstante, del primitivo edificio románico. A finales del siglo XVI se rehicieron las partes altas de los muros, erigiéndose nuevas bóvedas y una amplia cabecera. Todavía en el siglo siguiente se añadieron las capillas laterales, el edículo de la pila bautismal y el alero exterior. De la construcción medieval se conservan el perímetro mural con la portada del lado de la Epístola, algunos de los soportes primitivos y la cripta bajo la cabecera. El fajón toral que debió de servir de embocadura a la cabecera medieval llama la atención por su notable altura, apuntamiento y calidad de sus sillares y soportes prismáticos. Su altura convierte en problemático su origen medieval; en todo caso, su total desornamentación impide especificar más su origen. Ciertamente coincide plenamente con la cubierta de la nueva cabecera, aunque su simplicidad extrema le aporta un aspecto primitivo. Son con seguridad originales la mitad inferior de dos columnas adosadas interrumpidas por la construcción del coro, así como un vano abocinado sobre él. La cripta de la bóveda de cañón muy rebajado no tiene más interés que el propio de su inhabitual tipología. Es la portada la que conserva y concentra el recuerdo del primitivo edificio románico. Presenta un gran arco de medio punto cuyo abocinamiento se modula por medio de tres arquivoltas con bocel entre nacelas, que apean sobre tres pares de columnas acodilladas. Las aristas de los codillos también aparecen finamente baquetonadas. Algunos de los elementos de la portada parecen haber sido repuestos en una restauración del siglo XX. Los capiteles, de labra muy sumaria, presentan motivos decorativos vegetales, que recuerdan a composiciones ya incipientemente naturalistas, tratadas de manera ruda y popular mediante abiselados. Básicamente presentan una hoja por cara, combinando las de tres o cinco lóbulos con las flordelisadas, todas con sus tallos y algunas cantonadas de pequeñas bolas, mucho menos sobresalientes que las grandes bolas que ocupan los ángulos superiores entre elementos muy geometrizados y esquemáticos. El más deteriorado deja reconocer siluetas de piñas. En su conjunto recuerdan lejanamente a composiciones como las de los capiteles de la puerta de la Epístola de San Miguel de Estella o del claustro de Iranzu, fechadas ambas dentro del primer tercio del siglo XIII. Estas analogías permiten situar la portada de San Miguel, y por tanto la datación del propio edificio medieval, también en torno al primer tercio del siglo XIII, manifestando de nuevo la pervivencia de las formas románicas en la zona durante dicha centuria.