Pasar al contenido principal
x

Vista de las ruinas de la cabecera

Identificador
40317_03_051
Tipo
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ruinas de la iglesia del despoblado de San Vicente

Localidad
Hinojosas del Cerro
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
AAPROXIMADAMENTE DOS KILÓMETROS en línea recta al sudoeste de Hinojosa siguiendo el camino que faldea el cerro enfrentado al sur del mismo, se encuentran las ruinas del despoblado de San Vicente. Puede accederse hasta ellas bien a pie o en todoterreno tomando el camino que parte hacia la izquierda nada más abandonar el caserío de Hinojosas en dirección a Burgomillodo, senda primero empedrada -quizá de origen romano- y luego terrera de unos tres kilómetros de longitud que atraviesa un regato inmediato al pueblo. Siempre siguiendo la dirección suroeste, nos servirán como referencia unos enebros y los vestigios del caserío que se extienden al sur y este de la propia iglesia, algunos aprovechados como tenadas. La aldea se sitúa junto al cortado de una hoz, siendo visibles al sur del templo restos de huertas. Del modesto templo, levantado en mampostería enfoscada, únicamente restan las ruinas de su cabecera, con el ábside semicircular y el tramo recto que lo antecede, del que se mantiene en pie el muro norte y las zonas bajas del sur. Se reservó en su construcción la sillería para refuerzo de los esquinales y arcos, en su mayor parte expoliada como la cornisa y sus canes, siendo visibles las rozas de dos arcos ciegos de medio punto sobre pilastras o columnas que debían animar los paramentos interiores del presbiterio. El tambor absidal, levantado como dijimos con muros de mampostería de 80 cm de grosor, con algún sillar labrado a hacha y sobre breve zócalo de aristas aboceladas, muestra las tres hileras de mechinales que sirvieron para su construcción, así como la ventana rasgada y coronada por arco de medio punto abierta en el eje, recercada de sillares y con doble derrame, más notable al interior. Tiene este ábside una anchura de 5,20 m y una profundidad aproximada de 3,15 m. Tanto el codillo interior como el esquinal exterior del presbiterio debían reforzarse con sillería, de la que restan las improntas y cuyo expolio ha acelerado la ruina. Cubríase el hemiciclo con bóveda de horno sobre imposta de nacela, bóveda de la que se mantiene la zona baja, generada por arco de medio punto en también desaparecida sillería. El presbiterio se cerraba con medio cañón, del que apenas subsisten los riñones, habiendo también desaparecido el arco triunfal que le daba paso. Poco puede decirse de la nave, de la que apenas se vislumbran los cimientos, salvo que su longitud debía rondar los 11 m, para un total de lo conservado de 17 m. Aproximadamente a tres pasos al sur de la iglesia aparecen los restos de una tumba excavada en la roca.