LA IGLESIA PARROQUIAL DE NTRA SRA. DEL ROSARIO se encuentra en el sector oriental del caserío, levantada en sillería de granito y articulada en amplia cabecera cuadrada, una nave con dos tramos y espadaña a los pies, bajo la que se abre la portada, mientras que una sacristía se adosa a mediodía y un moderno baptisterio al lado norte. Todo ello es resultado de diversas obras, reformas y transformaciones que arrancan en época románica, aunque la mayoría de la construcción data de comienzos del siglo XVI -como la portada o la cabecera, ornada ésta con escudos de los Pacheco- y del siglo XVIII. Los restos románicos son muy escasos, concretándose principalmente en dos canecillos dispuestos en el muro sur, recuerdo de lo que fue un primitivo alero. Uno presenta una erosionada cabeza antropomorfa y el otro es de triple nacela concéntrica, con la posibilidad de que el muro sobre el que se asientan sea también del mismo momento. En el lado norte, aun sin haber claros testimonios románicos, se localizan restos de una sencilla portada que fue amortizada al levantarse la nave según su estructura actual, pues el contrafuerte que soporta el empuje del arco interior coincide con ella. No estamos seguros de que se remonte a época románica, aunque su forma de medio punto sí parece característica de aquel momento. Aun así, por otro lado, recuerda también a la portada actual, la cual, a pesar de la clara decoración tardogótica, estructuralmente, con su triple arco de medio punto, sigue recordando esquemas románicos. También en el muro norte, junto al esquinal occidental, se localiza una erosionada inscripción que hasta la fecha ha pasado inadvertida para los estudiosos. Está escrita en caracteres visigóticos, especialmente en el caso de la N, aunque alguna E muestra ya trazos más modernos, redondeados, de influencia carolina, rasgos todos por los que tal vez pudiéramos fechar el epígrafe hacia la primera mitad del siglo XII. Su lectura, una vez completadas las pocas abreviaturas, es la que sigue: FV(it) HOC TEMPLV(m) IN DIE III NONAS : IVNII No cabe duda de que se trata de restos de la inscripción de consagración, aunque no se aluda en concreto a tal acto: “Fue [consagrado] este templo en el día tercero de las nonas de junio”. Que es un texto muy escueto no hay lugar a dudas, aunque creemos que faltaría al menos un tercer renglón, donde iría dispuesto el año de la era. Su descontextualización respecto al paramento en que se encuentra se pone de manifiesto también al hallarse en posición invertida. Al margen de estos pequeños restos, en las cercanas dehesas de Fuenlabrada y Campilduero el P. César Morán dice que “se ven sarcófagos de granito de una sola pieza, y canecillos o mascarones de monumentos románicos”.