EL TEMPLO DE ESTA PEQUEÑA LOCALIDAD se encuentra situado dentro del caserío, por su extremo noroccidental junto al espacio que ocupaba la Casa de la Villa, que se cayó. Fue reconstruido completamente por parte de los vecinos, no sin la aportación de Fernando Vela, y como señala el texto que sirve para presentar la iglesia: “Estuvo arruinada y ha sido restaurada por los vecinos e hijos del pueblo con tesón y cariño [...]”, después de que se viniese abajo el siglo pasado, conservando algunas partes del anterior edificio. Se trata de una pequeña iglesia de nave única, testero plano y cubierta de madera, con muros de mampostería vista tanto al exterior como al interior. En el muro meridional luce, remontada, una modesta portada realizada en sillería que se compone de doble arquivolta de medio punto sobre jambas, trasdosando a las primeras un guardapolvos con perfil de bisel. La arquivolta externa presenta perfil convexo, mientras que en la interna cada dovela luce una pareja de flores tetrapétalas inscritas en círculos, incluyéndose todo a su vez en un recuadro ligeramente rehundido. Los círculos presentan un doble anillo secando el interior en cuatro puntos los vértices de los pétalos, siendo estos muy esquemáticos. El mismo motivo se encuentra en las piezas de la imposta, adaptadas a su perfil abiselado, situándose en este caso entre los círculos pequeñas formas o botones, que en algunos casos llegan a parecer piñas. En el interior todo está renovado y removido, conservándose múltiples piezas reutilizadas a lo largo de sus muros, como testimonian los distintos perfiles abocelados que se pueden encontrar o la imposta de arranque del arco toral. En el muro oriental de la cabecera aparece un vano que a pesar de las circunstancias ya dichas presenta una disposición que parece responder al modelo original, con sus dovelas dispuestas formando un arco de medio punto con fuerte derrame hacia el interior.