En el interior de su caserío alberga la hoy iglesia barroca de Nuestra Señora de la Asunción, rodeada por un pretil y con el cementerio anexo a su muro norte. El único resto de traza románica que en ella se conserva es una pila bautismal alojada en una pequeña estancia a los pies del templo. Se trata de una pieza de copa semiesférica de 111,5 cm de diámetro que se decora al exterior con grandes gallones en altorrelieve con éntasis en su zona central, decoración de gotas en las enjutas y gallones rehundidos en el interior. El tenante, de 40 cm de altura, es liso a excepción del listel y bocel de su parte inferior.