Identificador
40542_03_064
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Derechos
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Villaverde de Montejo
Municipio
Villaverde de Montejo
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
EN EL EXTREMO MERIDIONAL y a cierta distancia del caserío, rodeada de eras, se emplaza la iglesia parroquial de esta bella localidad serrana, que conserva en lo fundamental su fábrica románica, notablemente alterada por los añadidos y reformas dieciochescas. Se trata de un modesto templo de nave única a la que se acoda una cabecera de testero plano, con portada abierta en un antecuerpo del muro septentrional -hacia el caserío- y espadaña sobre el hastial, el conjunto levantado en mampostería con refuerzo de sillares en esquinales y encintado de vanos. Al interior, la cabecera presenta los paramentos laterales recorridos por arquerías ciegas, respectivamente con dos arcos de medio punto que apean en una pilastra cen tral, coronada por imposta abiselada, del mismo tipo de la dispuesta en el arranque de la bóveda de medio cañón que cubre este espacio. El testero aparece completamente recubierto por un retablo barroco presidido por la talla de la santa titular, que condena así la ventana abierta en el eje. Ésta sólo se manifiesta así al exterior, rodeando a la saetera un arco de medio punto abocelado sobre cimacios moldurados con bisel y una pareja de columnas acodilladas rematadas por sencillos capiteles vegetales de hojas lanceoladas y nervadas que acogen bolas en sus puntas, completando la cesta otras dos bolas en cada frente. Rodea a este arco otro liso, y sobre éste, una chambrana ornada con triple hilera de billetes. En el sillar que cierra a modo de tímpano el arco, se grabó rudamente un arco con despiece de dovelas. Da paso a la cabecera desde la nave un arco triunfal de medio punto doblado, que apea en sendos machones con semicolumnas adosadas, alzadas sobre podium. Muestran las columnas basas de perfil ático sobre finos plintos, con grueso toro inferior facetado y con garras, coronándose por sencillos capiteles vegetales de cestas troncocónicas ornadas por hojas avolutadas con florones de cuatro y seis pétalos. En el paramento exterior del testero es claramente visible el recrecimiento que sufrió la cabecera a mediados del siglo XVIII, datado epigráficamente en el dintel de la ventana abierta en el muro sur: AÑO DE 1744, y que configuró la actual cubierta a cuatro aguas, notablemente más elevada que la de la nave. Cúbrese hoy ésta con una armadura de par y nudillo con almizate, aunque a los pies son visibles los canes sobre los que apeaban sendos cuadrales en esta parte occidental, por lo que parece que la estructura original combinó la actual con una de lima simple sobre el coro. Probablemente también la nave fue reformada en el siglo XVIII, a tenor de la línea de cornisa que parece entreverse en la parte más occidental de su muro meridional, en cuya mampostería observamos reutilizado un fragmento de imposta o cimacio románico. En el último cuarto de la misma centuria se adosó, al norte de la capilla mayor y con acceso desde ésta, una sacristía de planta cuadrada y cubierta por cielo raso, construida también en mampostería. Sobre el dintel de la ventana abierta al este, una cuidada inscripción reza: HIZOSE / SIENDO CVRA / D(O)N FRAN(CIS)CO ADRA/DOS ´ AÑO DE 1778. La portada, como dijimos dispuesta en un antecuerpo de sillería del muro septentrional de la nave, es el elemento más destacado del conjunto. Consta de arco de medio punto liso rodeado por dos arquivoltas, la interior ornada con grueso baquetón y la exterior lisa, rodeándose por chambrana decorada con puntas de diamante. Apea el arco en jambas de aristas matadas por boceles, mientras que la arquivolta abocelada lo hace en sendas columnas acodilladas, habiendo desaparecido la occidental, cuyo lugar ocupa una pila aguabenditera dieciochesca. La columna que resta se corona con un capitel ornado con una pareja de aves de largos cuellos entrelazados picándose sus largas patas, sobre fuste monolítico y basa ática con plinto. Las impostas que coronan jambas y columnas se molduran con listel y bisel, disponiéndose en éste último rosetas tetrapétalas inscritas en clípeos. Coronaba el antecuerpo un tejaroz del que sólo restan seis de los siete canes que sostenían la desaparecida cornisa, decorados con un gallo, una fémina en avanzada gestación, un personaje masculino que, arrodillado y portando un objeto que no identificamos se dirige a la anterior con un gesto de su diestra alzada; sigue la representación de un clérigo tonsurado que, ataviado con ropas talares, parece bendecir con su diestra mientras porta un libro en la otra mano. Los otros dos canes se decoran con la representación de un cantero, ataviado con saya corta con cinturón, que alza un pico, y, en el can más occidental, una figura masculina tocada con corona que une sus manos sobre su vientre. Esta portada encierra aún otro elemento destacado, pues en el lado oriental del acceso, el listel de la imposta acoge una inscripción latina de muy difícil lectura, tanto por la descuidada grafía como por el desgaste del soporte y los grafitos posteriores que se le han añadido. A falta de un calco y un estudio más detenido, que por las circunstancias en las que se ha realizado el presente no pudimos abordar como hubiera sido nuestra intención, a duras penas acertamos a leer “...DOMINUS QUI...”, aunque sin conseguir siquiera determinar el carácter de la inscripción, que consideramos medieval y no muy alejada cronológicamente a la construcción del templo. En fecha imprecisa, se colocó ante la portada un atrio cerrado y trastero, recogiéndose en el interior del primero dos estelas discoideas ornadas con una tetrapétala y una cruz de malta, así como un fragmento de una tercera. Al menos otras tres estelas se sitúan en el entorno inmediato de la iglesia. Sobre el hastial occidental del templo, rodeado por una tapia ciega donde se disponía el antiguo cementerio, se alzó en sillería una espadaña de dudosa cronología, sobre arco de medio punto con impostas abiseladas, compuesta de dos troneras de medio punto y rematada por un campanil. Conserva además el edificio la pila bautismal románica, emplazada bajo el coro y junto al muro norte, sobre una grada circular. Presenta copa troncocónica de 95 cm de diámetro por 50 cm de altura, con su frente ornado por gallones hendidos de escaso resalte, alzándose sobre un tenante cilíndrico y basa de toro superior facetado, grueso toro inferior con lengüetas y plinto, que alcanza por su parte un altura de 40 cm. La decoración de arquerías ciegas en los muros absidales repite el esquema que vemos en las cabeceras de San Miguel de Fresno de la Fuente o la ermita del Barrio de Navares de las Cuevas, perpetuado en otros edificios cuya cronología debe rondar los años centrales del siglo XII, data que suponemos para éste.