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Acceso interior

Identificador
40460_01_001
Tipo
Fecha
Cobertura
41º 10' 37.61" , -4º 36' 22.19"
Idioma
Autor
Ignacio Hernández García de la Barrera
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Vicente Mártir

Localidad
Bernuy de Coca
Municipio
Santiuste de San Juan Bautista
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
EL TEMPLO DE SAN VICENTE MÁRTIR conserva únicamente la torre de su estructura primigenia; situada a los pies, en el flanco meridional, su apariencia externa responde a uno de los modelos propios de la arquitectura medieval hispana, a pesar de lo transformado de su fábrica actual, especialmente su cuerpo de campanas que responde sin duda a otro momento constructivo. Al exterior muestra un primer cuerpo, en potente talud, realizado en mampostería de modo masivo, únicamente organizado u ornamentado por unas sencillas cadenas de ladrillo para toda su fábrica, surgiendo a mitad de su altura unos refuerzos del mismo material en las esquinas que parecen corresponder al arranque del remate primitivo. En origen presentaba una mínima abertura en su muro sur con fines de dar iluminación al interior, que posteriormente se vio acompañada por un nuevo vano, de mayor tamaño. El acceso se realiza desde el interior del templo -absolutamente renovado y con una meritoria solución de cubierta de madera para la nave realizada en los años noventa del pasado siglo tras producirse el hundimiento de la anterior- concretamente desde el coro. Su estructura se organiza a partir de un primer cuerpo macizo, uno intermedio hueco, al que se accede desde el punto señalado y el remate superior al que se llega a través de unas escaleras de madera. La puerta de acceso está realizada en ladrillo y se compone de un único arco del que hoy son visibles las arquivoltas y el alfiz, siendo su proporción claramente vertical; se trata de un estrecho paso rematado en su parte superior por un triple arco de ladrillo con ligero apuntamiento, enmarcado todo ello por un alfiz rehundido del mismo material, que a su vez luce un estrecho friso de dos ladrillos en esquinilla como toda ornamentación. No sin reservas, se propone una fecha en torno a la primera mitad del siglo XIII para la construcción de este elemento.