El templo fue declarado Monumento en 1995, con lo que acompaña al rollo de justicia, situado cerca, que ya contaba con este reconocimiento y nivel de protección. La iglesia de la localidad de Grajera se encuentra en el extremo occidental del núcleo, aislada del caserío y abriéndose a una aseada plaza, actualmente ajardinada, en su flanco septentrional mientras que en el resto se funde con campos de labor. Es templo que ha pasado por diversos avatares hasta llegar a su estado actual, fruto de su construcción en el siglo XVIII. De este camino constructivo conserva diferentes huellas de entre la cuales aquí interesa el cuerpo bajo de la torre, elemento hoy adosado al lado norte de una cabecera canónicamente orientada. Se trata de una pequeña sala cubierta con una bóveda de medio cañón, cuyo eje se opone al del templo, construida en sillería; el arranque de esta bóveda se marca por una imposta con perfil de listel y nacela, habiendo sido necesario perforar los muros para abrir modernos vanos de iluminación en contraposición a la estrechísima saetera original presente en su muro meridional. Su disposición, composición y acceso hacen posible que se baraje la posibilidad de haberse concebido con funciones estratégicas y militares.