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Fuente de las termas romanas

Identificador
33000_0226
Tipo
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Pedro Luis Huerta Huerta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

La Foncalada

Localidad
Oviedo
Municipio
Oviedo
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
ÚNICO MONUMENTO que se conserva de Alfonso III en la ciudad de Ovetae y obra representativa del excepcional auge urbanístico alcanzado durante su reinado, se localizaba extramuros de la hierápolis próxima al recinto amurallado, en el interior del cual se encontraba el complejo palatino. La función de la fonte incalata era la de albergar el nacimiento de un manantial de agua que era retenido en el estanque, siendo la única construcción altomedieval con fines públicos que se conserva en España. Se localizaba en un punto de inflexión de la ladera del cerro sobre que se ubicaba el germen de la ciudad. Este monumental conjunto se halla compuesto por tres elementos: un canal de abastecimiento, un edículo que realza la salida del agua al exterior y un pilón destinado a retener el caudal, dispuestos en relación a un eje de dirección este-oeste. La edificación en forma de edículo presenta planta rectangular de cerca de 4 m de ancho, abriéndose en la dirección este-oeste una cubrición interior en forma de bóveda de cañón peraltado, con arco semicircular de dovelas de piedra. La fachada oeste, opuesta a la principal, se encuentra tapiada en fecha posterior, previsiblemente en el año 1848, en el transcurso de una actuación restauradora de la Comisión de Monumentos, según consta en la lápida adosada al arco cegado. Al exterior exhibe aparejo de cantería labrado en piedra arenisca. Se remata en frontón triangular en cuyo vértice se observa la cruz asturiana de la Victoria, característica de Alfonso III, con el Alpha y la Omega apocalípticos. Bajo la cruz aparece una inscripción apotropaica de uso habitual por los reyes asturianos que la recogerían como lema: (HOC SIGN)O TVETVR PIVS.HOC SIGNO VI(NCITVR INIMICVS) Su traducción es la siguiente: “Este signo protege al piadoso. Este signo vence al enemigo”. Inmediatamente debajo de esta inscripción figura otro texto cuya trascripción es reflejada seguidamente: (SIGNVM SALVTIS PO)NE DOMINE IN FONTE (ISTA VT NON PERMITAS) INTROIRE ANGELVM PERCV(TIENTEM) Siendo su traducción como sigue: “Señor, pon el signo de la salvación en esta fuente para que no permitas entrar al angel exterminador”. El texto responde a la fórmula usual empleada por el monarca Alfonso III y que era grabada en sus construcciones edilicias: Palacio, Castillo-Fortaleza, etc., y cuyas inscripciones se conservan en la actualidad con cierta profusión. Otros restos de inscripciones se encuentran grabados en la superficie de los paramentos de la fuente pero su grado de deterioro está tan avanzado que dificulta su lectura e interpretación. Recientes campañas arqueológicas, dirigidas por Sergio de los Ríos, Rogelio Estrada y Javier Chao entre 1991-1994, pusieron al descubierto el canal de drenaje primitivo en la parte posterior del edículo, conformado por dos paramentos de ligera inclinación hacia el interior. Al igual que en la práctica totalidad de la construcción, lo más probable es que estos muros descansen sobre una base de bloques calcáreos. Este canal de desagüe fue cegado en los años 50 del pasado siglo debido a que, durante el crecimiento urbano que experimentaba Oviedo, emanaban las aguas residuales procedentes de cotas superiores. De la cubrición del canal se conservan tres grandes bloques monolíticos en caliza. El estanque que recogía las aguas drenadas por el canal no ha podido ser descubierto íntegramente ya que por su longitud sobrepasa los límites marcados por la acera y la fachada que cierran la plaza por el Este. Su perímetro se halla algo retranqueado al oeste, debido a la presencia de las escaleras de acceso. El descubrimiento, realizado durante estas las últimas campañas arqueológicas, de una inscripción, TIENTEM, localizada del sillar, que faltaba en el mencionado texto inscrito y que correspondía a la palabra PERCVTIENTEM, parece relacionar tipológicamente a la edificación de Foncalada con los monumentos a las aguas de la antigüedad clásica, tanto helenística como romana y especialmente con los ninfeos con edículo pompeyanos.