El templo de este núcleo se encuentra inserto en el caserío, aislado de construcciones adosadas; a sus pies se abre una adecentada plaza, en consonancia con la fábrica del edificio, recientemente restaurada, fruto ya época moderna. Tanto la iglesia de la Invención de la Santa Cruz como gran parte de las piezas en ella contenidas pertenecen a impulsos creadores modernos, sin embargo conserva dos elementos que al menos formalmente responden a modelos de arte medieval, por lo que pudiera tratarse de la representación de un gusto retardatario; se trata de las pilas bautismal y aguabenditera. La primera de ellas presenta una forma semiesférica sobre una doble moldura de bocel; el vaso luce decoración de abultados gallones, contando con unas medidas de 112 x 68 cm. La aguabenditera por su parte es una pieza pétrea compuesta de tenante liso -hoy semioculto por un vasto zócalo de cemento- y una pequeña copa de perfil redondeado; la ornamentación se reduce a una cenefa lisa en la embocadura, de la que cuelgan pequeñas lenguas equidistantes en sencilla suerte de festoneado. Sus dimensiones son de 64 x 31 cm, surgiendo dudas acerca de su datación, pues si bien la traza responde a modelos vistos, ciertos aspectos parecen señalar a épocas posteriores.