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Vista frontal de la imagen de la Virgen sedente con el Niño

Identificador
31454_02_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Julia Baldó Alcoz
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de la Purificación de Nuestra Señora

Localidad
Domeño
Municipio
Romanzado
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
SE UBICA EN LA IGLESIA parroquial de la Purificación de Domeño, en cuyo presbiterio se exhibe. Imagen sedente, sigue la tipología de Sedes Sapientiae y según Fernández-Ladreda forma grupo con la Virgen de Lete y la de la Colección Huarte, todas con marcadas connotaciones rurales y sin modelo arquetípico definido. Sufrió una profunda restauración efectuada en 1975 por el taller Regina Coeli del Museo Diocesano de Santillana del Mar. Anteriormente, se hallaba cubierta por repintes que fueron levantados y retocados. También, se reconstruyeron varios dedos de las manos de María y el Niño, así como parte del pie derecho de este último, las coronas y ciertos trozos de la peana. Las tres imágenes mencionadas guardan entre sí una serie de similitudes tipológicas y estilísticas, en su tamaño (ésta con 64 cm de altura por 28 de anchura y 23 de profundidad), su posición, actitudes, atributos, fisonomía o indumentaria. María se presenta sedente, con los brazos paralelos en ángulo recto enmarcando a su Hijo, aunque sin mantener contacto con él, y las piernas convergentes. Su mano derecha presenta la particularidad propia de este grupo, esto es, la palma vuelta ligeramente hacia arriba sosteniendo una esfera, que todavía se conserva en Lete. En Domeño, fue colocado posteriormente un cetro, suprimido en la restauración. Su Hijo reposa en el centro del regazo materno. Con los dedos pulgar, índice y corazón de la mano siniestra sujeta un libro por su parte baja (rasgo también característico de este grupo) y con la diestra bendice. Sin embargo, la fisonomía del rostro de María y el Niño de la talla de Domeño difiere ligeramente del que exhiben el resto del grupo, aunque también muestra rostro inexpresivo y hierático de notable calidad. En Domeño el contorno adquiere una morfología rectangular, al tener una anchura similar en el eje de la frente, en el de las mejillas y en el de la barbilla. El resto de las particularidades sí se aprecian en las tres: frente amplia y despejada, nariz fina y corta, boca pequeña de labios delgados y barbilla estrecha. A todo lo cual se suman unos ojos redondos penetrantes y profundos. La indumentaria de María está compuesta por túnica de cuello cerrado con orla -decorada con policromía de grecas- y ceñidor de correa que cae entre las extremidades inferiores; resulta apenas apreciable frente a los de Huarte y Lete, más marcados y ornamentados. Sobre ella, se dispone el manto de manera peculiar: la parte superior arropa totalmente ambos brazos formando amplias mangas y bocamangas, mientras que la inferior cae verticalmente sobre las piernas con plegados lineales muy simples: verticales en la zona superior -en Domeño casi no se aprecian-, y diagonales en la inferior. En los tres ejemplares el área exterior del manto está adornada con una orla en relieve, que en Domeño se limita a los bordes laterales y además aparece camuflada por una policromía dorada homogénea que se extiende por todo el anverso de esta prenda, mientras que su reverso presenta un tono verdoso. Finalmente, como tocado presenta velo corto y muy ajustado a la cabeza con dos pliegues laterales y otro más a la altura de la clavícula. Jesús luce túnica de características similares (bajo ella también se aprecia camisa), con greca policromada en la orla del cuello. Su manto, también adornado con cenefa, envuelve el brazo siniestro dejando libre el diestro y terciándose después en horizontal sobre su cintura. Posteriormente cae en plegado vertical sobre su rodilla izquierda y el bajo derecho se sesga en diagonal ascendente de derecha a izquierda. Antes de la restauración, Madre e Hijo lucían coronas de aro, como la que todavía conserva la Virgen de Lete. La imagen cuenta con la particularidad de que la Virgen posee un dorso tallado con motivos florales incisos circunscritos en nimbos (hojas lanceoladas y pencas vueltas acompañadas de piñas) y otros elementos exteriores (tallos vegetales terminados en hojas vueltas o volutas y acompañados en algunas áreas con panelas). Con respecto a su sillón, las tres imágenes asientan sobre banquetas sencillas. La de Domeño presenta elementos decorativos grabados con decoración de redecilla y tallos vegetales. En función de su indumentaria debió de realizarse en las décadas finales del siglo XII y los comienzos del XIII, según afirma Fernández-Ladreda.