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Arcos de medio punto de ladrillo doblados del ábside poligonal

Identificador
40152_01_030
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Clara Martín García
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Vicente

Localidad
Zarzuela del Monte
Municipio
Zarzuela del Monte
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
SAN VICENTE ES EL EJEMPLAR DEL ROMÁNICO de ladrillo situado más al sur de la provincia de Segovia, en una zona en la que abunda el granito. Como muchas otras de la zona, esta iglesia ha sufrido varias remodelaciones desde se origen, siendo la más destacable de todas ellas la fechada en el siglo XVI, momento en el que se crea la imagen actual de templo con tres naves de distinta anchura, desarrollo longitudinal y cabecera formada por presbiterio y ábside semicircular. Este esquema de ampliación, característico en la región, se basa en la sustitución de los muros de la nave primitiva por grandes arcos o con una estructura arquitrabada, abriendo el espacio central a las nuevas naves laterales. Esta mezcla de estilos ha provocado una gran diversidad en los elementos estructurales siendo los de origen románico el conjunto formado por la torre y la cabecera. En origen la planta sería de una sola nave coronada por la magnífica cabecera y la torre adosada en la fachada septentrional. El ábside poligonal, asentado sobre basamento de mampostería, está constituido por tres cuerpos albergando cada uno de ellos nueve arcos de medio punto de ladrillo doblados. En el cuerpo central es en el se hallan los tres vanos que iluminan el interior del edificio. Remata una cornisa de perfil de gola que se apoya en una serie de canecillos, muchos de los cuales se han perdido, estando decorados algunos de ellos con una sencilla bola. El tramo recto presenta a cada lado el mismo esquema basado en dos arcos ciegos doblados de proporción vertical encuadrados por una recuadro de ladrillo y sobre él un friso de esquinillas. El remate de la cornisa se repite, hallando la única diferencia en el tramo norte, en el que los canecillos soportan una decoración diferente figurando varios animales (aves y cabeza de carnero) así como un busto humano, que se han conservado gracias a la existencia de una sacristía que fue derruida en una de las últimas intervenciones. La magnífica torre situada en la fachada norte, de planta cuadrada, está constituida por tres cuerpos separados por simples impostas que recorren el perímetro completo de la misma. Los dos inferiores son de mampostería, el primero con líneas de ladrillo dobles que separan las primeras tapias y contando únicamente con ínfimos vanos que aportan iluminación a la escalera interior, mientras que el segundo ya sí que posee dos sencillos arcos situados en los laterales este y oeste. El cuerpo superior de campanas, elaborado en sillares de caliza, presenta dos arcos en cada frente de una sola arquivolta, chambrana e imposta nacelada. La cornisa sobre la que descansa la cubierta de armazón de madera, cuenta con canes sin decoración. Como remate final de la torre se situó un pequeño campanil barroco sobre el alero oriental. El interior de dicha torre, más concretamente en el primer cuerpo, cuenta con la habitual solución del románico de ladrillo de escalera que recorre los laterales de la misma, embutida en los muros y cubierta por bóvedas de ladrillo escalonadas. En ambas fachadas se perciben rasgos evidentes de la ampliación producida en el siglo XVI. El frente sur, de corto recorrido debido a la presencia de las construcciones adosadas, conserva piezas de impostas y sillares de caliza de origen románico, algunos de ellos reutilizados y recolocados, pero que podrían pertenecer al zócalo de un primiti vo atrio del que hoy nada se sabe. Son singulares los relieves de muchas de estas piezas tales como relojes de sol, cruces simples y figuras humanas esquemáticas. En el interior, formando parte de este mismo muro, gracias a la última restauración, se han descubierto sillares que conservan relieves de idénticas características. Otro indicio que podría corroborar la existencia de este pórtico es la presencia de un arco de medio punto cegado situado en el frente este, sobre el cual se observa la línea de cubierta original y, asimismo, en el interior de la nave, han sido descubiertas varias losas de caliza que pudieron formar parte del pavimento original de este espacio. A lo largo de toda esta fachada se conserva la cornisa románica de sencillos canes, trasladada de la nave principal al realizar la ampliación, para mantener la cubierta a dos aguas sin escalonamientos, ya que, tal y como se ha señalado, la altura original de esta nave sería inferior a la actual. El acceso al templo se hace a través de una sencilla portada de sillería de granito fruto de las intervenciones del siglo XVI. En el frente norte muestra el origen románico de transición gracias a un sencilla portada de arco ligeramente apuntado con sencilla imposta y guardapolvos, a lo que hay que unir la cornisa de canes sin decoración. Todo el frente fue trasladado hacia el norte como consecuencia de la ampliación del templo. Es en el interior en donde queda más destacada la ampliación del templo. La nave central ha sido ampliada con dos naves laterales, la del lado de la epístola está sustentada por dos grandes arcos de granito, mientras que en la del evangelio son dos columnas igualmente de ladrillo las que sustentan una gran viga base de la cubierta de madera de esta nave lateral. Uno de los elementos más destacables de la iglesia es su admirable artesonado mudéjar, con fina labra y dibujos geométricos, datado en el siglo XVI que cubre por completo la nave central, siendo una simple estructura de madera la que actúa como cubrición de las dos naves laterales. Separa la nave de la cabecera un espléndido arco triunfal de medio punto doblado que descansa sobre pilastras de ladrillo que parten de ménsulas naceladas igualmente formadas por ladrillo repitiendo el modelo de la imposta, perteneciente al arco, que recorre toda la cabecera. El arco está enmarcado por alfiz cuyo lado superior se encuentra cubierto por el artesonado al que se ha hecho referencia anteriormente. El tramo recto de la cabecera, con cubierta de cañón y dividido en dos tramos por un arco fajón doble, presenta a cada lado los típicos arcos ciegos rematados por friso de esquinillas. Mientras que en el tramo curvo, son tres los vanos abiertos de medio punto doblados con ventana saetera, y bajo los cuales, recorre todo este espacio un doble friso de las consabidas esquinillas. La bóveda de horno que cubre el ábside es de ladrillo visto aunque en origen contaría con la clásica decoración de pinturas murales, de las cuales queda algún escaso resto en la cubierta del presbiterio. En el interior de la iglesia se conserva una imagen románica, posiblemente rescatada de la ermita del Santo Cristo de la Agonía que se encontraba a las afueras del pueblo, hoy completamente desaparecida, que representa a la Virgen entronizada con el Niño coronado sobre su rodilla izquierda mientras éste bendice con la mano derecha y sustenta el libro sagrado con la contraria. Se trata de una bella talla de madera policromada del siglo XIII que mantiene su coloración original de tonos azules para los mantos así como el rojo y dorado para sus túnicas. El rostro de ambas figuras es ovalado, con ojos almendrados, marcadas cejas y nariz y labios de perfil recto. Aunque se encuentra en un buen estado de conservación, la mano derecha de la Virgen fue retallada en su momento para hacer de ella una imagen con las vestimentas típicas de épocas posteriores.