ENTRE LA PLAZA MAYOR DE BRIÑAS y el río Ebro se encuentra una fuente medieval que, por sus características, se considera de época románica. Se encuentra encajonada en un muro de contención, cuya parte alta se ha construido con hormigón y en el que subsiste en la zona inferior un aparejo de sillería de diferentes épocas. El arca, que permanece oculta tras una portezuela, tiene bóveda de cañón construida, como los muros, con grandes sillares. Esta arca es de planta rectangular muy estrecha, y se prolonga más allá del giro que describe a la derecha (hasta donde alcanza la vista), sin que podamos conocer su longitud. El frente lo constituye un muro de sillería en el que se abre el pequeño arco dovelado, en medio punto, de acceso al arca. Bajo éste, dos caños permiten que el agua fluya al exterior como en el pasado. Es, posiblemente, la fuente más significativa en La Rioja, tanto por sus elementos constructivos como por su buen estado de conservación. Su estructura deriva del modelo de fuente pública romana. De similar tipología es la fuente del Campillo en Torrecilla en Cameros. La de Briñas puede remontarse al siglo XII.