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Estela funeraria medieval, con cabeza circular que envuelve una sencilla cruz.

Identificador
40449_01_031
Tipo
Fecha
Cobertura
41º 1' 31.15'' , -4º 24' 54.29''
Idioma
Autor
Clara Martín García
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de la Virgen del Otero

Localidad
Balisa
Municipio
Santa María la Real de Nieva
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
EL MISMO NOMBRE de la ermita señala su localización sobre un cerro a cuyos pies se encuentra la localidad de Balisa. Al igual que en otros muchos casos de la provincia, es escasa la documentación que hace referencia a esta obra. Dicha ermita mantiene su estructura románica original después del paso del tiempo y de varias restauraciones que únicamente se han basado en la consolidación y conservación de muros y cubierta. Su planta se organiza en una sola nave amplia y robusta, con acceso en el lado sur, y cabecera con tramo recto y ábside semicircular, destacando toda ella por su elevada altura. El cementerio, ampliado recientemente, se adosa a la nave en el frente norte. La ermita fue edificada en mampostería, aunque también aparecen sillares de granito rematando las equinas de los pies de la nave, mientras que el ladrillo es empleado para la unión de la nave y la cabecera. La única parte en la que la fábrica no es visible es en el ábside por estar completamente enfoscado. La portada, elaborada en piedra caliza y adelantada respecto a la línea del muro de la nave, aparece cubierta por un tejadillo a tres aguas de reciente construcción, apoyado sobre dos columnas de sillares de granito, cuya colocación provocó que las esquinas superiores del cuerpo de la portada se vieran rebajadas, aún así su estructura original se mantiene intacta. Se trata de una portada bastante sencilla, sin elementos decorativos, de arco de medio punto rematado con listel al que le dobla una única arquivolta de ancho bocel y chambrana. La línea de imposta ha sido retallada en algunas partes pero se sigue apreciando su perfil nacelado y las jambas de la puerta, de las que sólo se aprecia su primer sillar, ya que el resto han sido cubiertos por una capa de cemento, están rematados con listel al igual que el arco de entrada. En toda la ermita podemos apreciar el mismo remate del tejado a base de línea de cornisa con forma de caveto que descansa sobre canecillos lisos. Es destacable la presencia de una pequeña espadaña elaborada en ladrillo, situada en el alero del muro sur, sobre la portada, de tardía construcción. En cuanto al interior se respecta, la ermita está encalada de blanco por completo por lo que no se aprecia la fábrica de los muros y de las cubiertas de la cabecera. La nave, con cubierta de madera a dos aguas, cuenta con un coro a los pies bastante moderno sobre el que se haya una ventana abocinada original. El paso de la nave a la cabecera se realiza a través de un gran arco triunfal triple, de medio punto, elaborado en ladrillo y encuadrado con alfiz de esquinillas en la parte superior. El tramo recto de la cabecera, remodelado en época moderna para poder instalar el actual retablo barroco, tiene como cubierta una pequeña bóveda de cañón, mientras que el ábside cuenta con bóveda de horno, la cual se puede apreciar accediendo al camarín. En el ábside hay una ventana que seguramente fue abierta o ampliada en tiempos modernos. Es destacable la Virgen de estilo románico que ocupa el cuerpo central del retablo, se trata de una talla tardía del siglo XIII, bastante repintada, que presenta el Niño entronizado bendiciendo con la mano derecha y sujetando el libro con la izquierda. El trono en el que se sienta la Virgen debía contar, a cada lado, con un algún animal, seguramente un perro, que fueron retallados para poder vestir dicha obra. Hay que señalar la presencia de dos piezas de relativa importancia que fueron encontradas en los alrededores de la ermita por el párroco hace ya algunos años. Se tratan de una pila de agua benditera y de una estela funeraria. La primera pieza está elaborada en mármol y cuenta con una decoración a bases de hojas de acanto talladas en un estilo primitivo por lo que podríamos decir que se trata de una obra visigoda. Es casi cúbica con unas dimensiones de 25 x 25 cm de lado y 20 cm de alto. En cuanto a la segunda pieza se trata de la típica estela funeraria medieval elaborada el caliza, con cabeza circular que envuelve una sencilla cruz y con unas dimensiones de 40 cm de diámetro de la cabeza, y una altura total de 62 cm. En torno a la cabecera de la ermita se ha podido constatar la presencia de más restos de este tipo por lo que no sería descartable la presencia de un cementerio que se remontase al siglo VIII.