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Ménsula. Máscara antropomorfa con dos serpientes saliendo de su boca

Identificador
33310_01_018
Tipo
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Maximino Pando Macías
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Santo Tomás

Localidad
Coro
Municipio
Villaviciosa
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
SANTO TOMÁS es la iglesia parroquial de Coro y se emplaza en un lugar alejado del caserío que está situado a mayor altitud. La documentación existente sobre ella hace referencia a que fue donada a la Catedral de Oviedo en el año 921, según consta en un documento interpolado por el obispo Pelayo de Oviedo, que, no obstante, da cuenta de la existencia del mismo en las tres primeras décadas del siglo XII. Del Libro Becerro del prelado don Gutierre (1385-1386) se desprende que dependía de la Iglesia de Oviedo, pues el prestamero de ésta presentaba los capellanes de Santo Tomás y recibía la mitad de sus diezmos. La iglesia de Santo Tomás de Coro, que tiene una planta formada por una nave rectangular rematada con una capilla cuadrada, pertenece al románico tardío del siglo XIII. Cuenta con dos portadas a través de las que se accede al interior. Una de éstas, la que se localiza en la fachada, tiene cuatro jambas sobre las que reposan un par de roscas ligeramente apuntadas que se protegen por un guardapolvo decorado mediante bolas y dos toscas figuras humanas. La otra portada, que se ubica en el costado meridional del templo, se compone de un arco apuntado, recorrido por guardapolvo, que reposa en impostas y a su vez en jambas. Un pórtico añadido en época moderna envuelve el lado sur y la fachada que se remata con una espadaña construida también con posterioridad, que consta de dos troneras de medio punto con remate a dos aguas. Durante alguna de las reformas fueron eliminados los dos aleros de la nave que reposaban en canecillos, de los que únicamente se conservan dos, uno de ellos ornado con una cabeza monstruosa y el otro con un personaje que tira de una cuerda. En el testero de la cabecera se encuentra una ventana que está formada por un arco de medio punto protegido por guardapolvo y dos columnas coronadas por capiteles decorados mediante motivos vegetales y apomados. La disposición de este vano es similar a la que presentan otros pertenecientes a templos más tempranos de la zona, como San Esteban de Aramil (Siero) o Santa María de Narzana (Sariego), aunque también otras iglesias maliayesas contemporáneas de Santo Tomás cuentan con ventanas parecidas, por ejemplo San Bartolomé de Puelles (Villaviciosa) y Santa María de Sariegomuerto (Villaviciosa). La cabecera perdió el alero del lado meridional cuando se adosó a la misma la sacristía, aunque conserva el del muro septentrional que reposa en canecillos lisos y en otros decorados mediante animales monstruosos que engullen figuras humanas. En el interior, la nave se cubre mediante un techo plano formado por tablas de madera, que pudo sustituir a la cubierta original que consistiría en una armadura de madera a dos aguas. En cada uno de los muros laterales de la nave se abren dos ventanas en forma de saetera y, realzando el acceso a la cabecera, aparece un arco triunfal, que consiste en tres arquivoltas apuntadas recorridas por guardapolvo que reposan en otros tantos pares de columnas. Dos de los tres capiteles que se disponen a cada lado no tienen ornamentación esculpida, que sólamente poseen el capitel exterior de la izquierda y el central de la derecha. El primero de éstos se decora mediante dos felinos dispuestos en actitud rampante, que se unen en el ángulo de la cesta en una sola cabeza, encontrándose composiciones similares en San Román de Sariego y Santa María de la Oliva (Villaviciosa). El segundo se decora en sus tres caras mediante cabezas engoladas, muy difundidas en templos de la zona de Villaviciosa, como San Juan de Amandi, y en otros más alejados, por ejemplo, en Santa María de Junco (Ribadesella) y Santa María de Villamayor (Piloña). Sin embargo, es preciso decir que este motivo se interpreta de una manera mucho más tosca en el templo de Santo Tomás de Coro. La cabecera se cubre con bóveda de cañón apuntado, que arranca de dos impostas lisas, bajo las que se encuentran cuatro ménsulas decoradas mediante un atlante y varias máscaras. De la boca de una de estas últimas salen dos serpientes, al igual que en otra representación de uno de los capiteles pertenecientes a Santa María de la Oliva, que sigue el mismo esquema compositivo. La cabecera recibía la luz del exterior a través de la ventana situada en el centro del muro del testero, que actualmente oculta un retablo de factura barroca. El templo de Santo Tomás de Coro se construye muy avanzado el siglo XIII dentro de la tendencia inercial y decadente del último románico, como se desprende de la disposición planimétrica y de los motivos decorativos. En efecto, en este edificio se opta por un ábside cuadrado, a diferencia del semicircular, precedido de un tramo recto, que está presente en numerosas construcciones anteriores. Por otro lado, no pocos temas ornamentales que aparecen en Santo Tomás están presentes también en templos construidos a finales del siglo XIII, como Santa María de la Oliva, y los que se encuentran en edificios más tempranos se interpretan en la iglesia parroquial de Coro de una manera más tosca. Otros edificios de la zona relacionados con Santo Tomás son San Juan Camoca y Santa María de Sariegomuerto en los que el interés estructural y ornamental se centra especialmente en el arco triunfal y la ventana del testero.