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Pila bautismal

Identificador
34880_01_001
Tipo
Fecha
Cobertura
42º 47' 19.78'' , -4º 50' 28.81''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Juan Bautista

Localidad
Guardo
Municipio
Guardo
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
EL TEMPLO PARROQUIAL de San Juan Bautista, se encuentra situado en el centro del viejo núcleo urbano y en la zona más alta del mismo. El edificio, exceptuando la pila bautismal románica y un arcosolio funerario tardogótico situado en el muro de la epístola, ha perdido cualquier otro vestigio de época medieval. El templo actual fue construido a partir del siglo XVI y a lo largo de la centuria siguiente, aunque manteniendo una cubrición de clara tradición gótica a base de bóvedas de crucería. Realizada en una sola pieza en piedra arenisca (101 cm de diámetro y 70 de altura), la pila bautismal se encuentra situada en la nave del evangelio, junto a la cabecera. Muy probablemente no fuese éste su emplazamiento original, tal y como intuía ya Navarro al afirmar que “sería muy conveniente sacarla al centro del baptisterio, desde el rincón donde está” (1939). Es difícil discernir por el momento si esta pieza del mobiliario litúrgico procede de un templo románico anterior al actual edificio o si, por contra, fue trasladada aquí desde otro lugar. Para Quirino Fernández la extinta iglesia de Santa María del Castillo perduró como ermita del castillo hasta 1895, allí tuvo Guardo su primer campo santo en época del trienio constitucional (1820-1823) y de aquí podría proceder la pila bautismal analizada. La pieza -situada sobre una base octogonal moderna- aparece profusamente decorada, con una ornamentación irregularmente repartida en tres registros horizontales. El borde superior aparece decorado con una greca tratada con tal esquematismo que asemeja un rústico ajedrezado a base de varias filas de billetes. En el perímetro de la copa encontramos una serie de figuras bajo arquerías (de arcos triangulares que descansan sobre columnas, algunas con rudos fustes helicoidales rematados por rústicos capiteles) que cobijan confusas representaciones: un cuadrúpedo sobre un centauro y dos leones alados, un personaje masculino en posición horizontal y un sodomita erguido, una gallinácea junto a un clérigo y un asistente, una larga escena con la resurrección de los muertos en la zona inferior que combina otros personajes superiores (un clérigo y un fiel, un ángel con un libro y otro ángel con cabeza de rapaz portando una cruz procesional), dos leones alados, cuadrúpedos y un personaje con caperuza, así como un guerrero armado con espada que parece hacer frente a un centauro . La talla posee un relieve abultado y es de una gran tosquedad. La ejecución es marcadamente popular y su cronología podemos fijarla entre fines del siglo XII e inicios del XIII, muy próxima al estilo de las pilas de Cantoral de la Peña, Valcobero y Rebanal de las Llantas. Sin dudar del escaso bagaje técnico y de la rudeza del cantero local que la talló, sí podemos destacar su interesante complejidad compositiva e iconográfica, vinculada quizá con temas zodiacales. No es una pieza novedosa en cuanto a su composición (muchas de las pilas bautismales palentinas poseen arquerías como elemento de compartimentación: Moarves, Osorno, Renedo de Valdavia, Valcobero...), aunque sí resulta enigmática, por más que Quirino Fernández considere que desarrolla el amplio tema de la vida y la muerte.