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Sección transversal

Identificador
19015_01_034n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
40º 40' 53.87'' , -3º 2' 45.27''
Idioma
Autor
Beatriz Martínez Belotto
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Localidad
Aldeanueva de Guadalajara
Municipio
Aldeanueva de Guadalajara
Provincia
Guadalajara
Comunidad
Castilla-La Mancha
País
España
Descripción
LA IGLESIA, QUE SIRVE COMO PARROQUIA de Aldeanueva, se sitúa al norte de la población. El emplazamiento del edificio sobre un barranco muy pronunciado, que en su valle alberga el arroyo Matayeguas, nos revela una función también defensiva del templo. Sus caras sur y de poniente dan hoy a una plaza. La cara norte mira hacia lo que fue el antiguo cementerio parroquial, del que sólo se conserva un pequeño muro, tres cruces alineadas de piedra y la puerta de acceso desde el templo. La planta, de una sola nave, se divide al interior en cuatro tramos, los cuales se intuyen al exterior por los contrafuertes que se disponen en sus muros sur y norte. La cabecera es de planta semicircular, y entre la nave y la cabecera vemos un estrechamiento muy pronunciado; así se aprecian las diferentes fases constructivas por las que pasó el edificio. Junto a la cabecera, en su lado meridional, se dispone la sacristía y el pórtico que junto con la torre, a poniente, fueron añadidos en el siglo XVI. El templo está edificado con una mezcla de materiales que le dan un juego de colores que matizan su aspecto exterior. El ladrillo y el sillarejo se funden en los muros, dando paso las hiladas de éste a dobles hiladas de ladrillo cocido. Éstos, aunque con el mismo color rojizo, se diferencian en las medidas y en la disposición. El ladrillo se usa en los ocho contrafuertes cuadrangulares exteriores, además de en toda la decoración de la cornisa doble, sustentada con modillones del mismo material. La piedra labrada se deja para las partes más nobles, como son la portada y el interior el arco triunfal que da paso al ábside. Éste se construye con mampostería y pequeños sillares en la unión del tramo recto con el semicircular. Para iluminar el interior, se abre tres ventanas aspilleras en el centro del ábside. Están labradas en ladrillo, lo que provoca un nuevo juego de colores y materiales. Sustentando la techumbre hay una hilera de canecillos de proa de nave. Todo el templo se cubre con techumbre a dos aguas, con alternancia de teja curva y teja poligonal a cuatro aguas. El acceso se efectúa por el mediodía con una portada que se enmarca entre el segundo y el tercer contrafuertes. Labrada en sillar, se dispone con tres arquivoltas de medio punto apoyadas en imposta y ábaco corrido sin decoración. Bajo éste, la más exterior descansa en pilastras adosadas al muro; la intermedia dispone de dos columnillas adosadas con capitel de doble collarino, y la más interior descansa en las jambas. Tanto éstas como las arquivoltas interiores son de arista viva. La arquivolta exterior es la única que presenta un ornato de bocel. Toda la portada se encuentra enmarcada por un recuadro de ladrillo, a modo de alfiz musulmán. En sus dos esquinas hay decoración de lazos, al igual que sobre la clave del arco. Esta forma de ornamentar el acceso ha sido relacionada, por Rosario Baldominos y Montserrat Esteban, como un eco de la portada del Vino de la Alhambra granadina. Ésta habría influenciado a los alarifes de la portada de Santa María en la capital, Guadalajara, y habría sido el nexo de unión entre la Alhambra y Aldeanueva. A poniente da otra puerta de menor tamaño, que en este caso estaría reservada para la salida al cementerio que se ubicaba en los lados norte y oeste, cercada por un muro. Está encastrada en medio de cuatro hiladas de ladrillo y mampostería, disponiéndose en arco apuntado enmarcado en alfiz. Toda ella está construida en ladrillo, a diferencia de la meridional, que alternaba con sillar. Al interior se dispone abocinada y enmarcada en otro arco apuntado de mayor tamaño, igualmente en ladrillo. En la actualidad se encuentra tapiada. En el interior del templo hay una supremacía de la anchura con respecto a la altura. La única nave se divide en cuatro tramos mediante arcos formeros de ladrillo apuntados que se apoyan en pilastras adosadas a los lados. Éstos soportan la armadura de madera atirantada a dos aguas que cubre la nave. Hacia la mitad de los muros norte y sur se da una disminución del grosor de los mismos, lo que proporciona un juego de volúmenes. A los pies del templo se encuentra la puerta tapiada del cementerio, y sobre ella una ventana formada por un arco apuntado. Éste es el único vano de la nave que, junto con los tres del ábside, proporcionan la iluminación al templo. El acceso a la torre se efectúa por una reja al final del muro norte con la ayuda de una escalera metálica que sube a la torre. En este espacio se encuentra la pila bautismal del templo, de una sola pieza, con sencilla moldura como único ornato. El paso de la nave al presbiterio se realiza por un arco triunfal y dos escalinatas que nos muestran la diferencia de alturas del templo. Este arco triunfal fue hecho en medio punto, con alternancia de ladrillo, sillarejo y sillar bien labrado. El primero se usa a partir de los salmeres en todo el intradós y extradós del arco. El sillarejo, también combinado con pequeñas hiladas de ladrillo, lo vemos hasta la línea de imposta y ábaco. Bajo éstos, los fustes de las columnas adosadas y las basas son de sillar. Estas columnas son de arista viva, las dos exteriores, y cilíndricas, las más cercanas al tramo recto. Sus capiteles, muy degradados, pudieron albergar decoración vegetal. Todo el arco está enmarcado por dos hiladas de ladrillo que sobresalen a modo de decoración. El tramo recto del presbiterio se cubre con bóveda de cañón de ladrillo. Se separa del ábside en su tramo semicircular mediante un arco de medio punto de sillar labrado. El ábside se cubre con bóveda de horno, también de ladrillo. Toda la cabecera está recorrida por una línea de imposta de piedra en arista viva. La combinación de materiales, el espacio geográfico en que se sitúa, el juego de volúmenes, la diferencia en sus fases constructivas junto con la decoración de ascendencia islámica hacen de la parroquia de Aldeanueva un edificio lleno de contrastes. Alarifes mudéjares trabajaron en ella combinando tradición islámica con las soluciones románicas de los templos de la misma zona geográfica. Junto a una cabecera semicircular, con tramo recto de tradición románica rural de las iglesias de repoblación, se dispone una nave donde prima el espacio más que la altura, diferenciándose con la primera tanto en los materiales como en las medidas. Por ello podemos distinguir en la iglesia varias fases constructivas, y la mano de varios talleres. La cabecera, aunando el tramo recto y el semicircular, pertenece a mediados del siglo XIII. Los muros norte y sur, así como el interior, serían de algunos decenios más tarde. La portada meridional, basándonos en el estudio ya mencionado de Rosario Baldominos y Montserrat Esteban, tendría una cronología de finales del siglo XIII o primeros años del XIV. La sacristía, la torre y el pórtico son obra del siglo XVI, aunque no descartamos la posibilidad de que existiera un pórtico desde la construcción de la nave, donde se celebraba la reunión del concejo.