Identificador
33815_01_012
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Diego Martínez Fuenteseca
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Besullo
Municipio
Cangas del Narcea
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
DEPENDIENTE DE LA PARROQUIA DE SAN MARTÍN, la capilla de San Romano de Besullo tiene interés por las piezas de imaginería medieval que guarda en su interior. Para llegar a San Romano hay que desviarse en San Martín hacia Irrondo por una pista que conduce directamente hasta la capilla. La capilla de San Romano es una edificación del 1900 que sigue pautas idénticas a la mayor parte de las capillas rurales del occidente asturiano: una pequeña nave-presbiterio separada mediante petril con rejas, un cabildo de entrada y una pequeña espadaña. Lo verdaderamente importante de San Romano se encuentra en el interior, donde se custodia una imagen de Santa Marina y otra del Salvador, ambas tardorrománicas. Santa Marina es una talla en madera de muy pequeño tamaño, de carácter popular y arcaizante. Junta sus manos sobre el pecho en señal de oración, al tiempo que aplasta el cuerpo de un demonio. Va vestida con una saya larga que se complementa con cinturón de doncella y para ocultar sus cabellos emplea el típico tocado sujeto con diadema. Su rostro es expresionista, con grandes ojos almendrados, que se acompañan de una cuidada una nariz de perfil griego y un amplio mentón. Aunque frontal y rígida, denota a través de la expresividad del rostro su cronología tardía y la asimilación de estilemas humanizados propios del gótico. Ha perdido su policromía original y presenta un estado de conservación deficiente. Más culta es la talla del Salvador que, de igual modo, se extrae de una única pieza de madera con mayor tamaño que la empleada para la de Santa Marina. Esta obra repite el modelo del Salvador de la catedral de Oviedo, aunque obviamente simplificado, con la salvedad de que porta un libro en la mano izquierda en vez de la esfera del cosmos, mientras que en los dos casos la mano derecha bendice. Como el posible modelo, se trata de una pieza tardía por cronología, aunque conservadora desde el punto de vista estilístico. El Salvador de San Romano posee una disposición hierática y de gran rigor formal que se acusa especialmente en el tratamiento esquemático de los paños, realizados mediante un geometrismo falto de movimiento. Viste una túnica escotada semicubierta por un manto que descubre el hombro derecho y se sujeta a la muñeca del brazo izquierdo. La cabeza aparece ligeramente inclinada hacia el frente, y el pelo cae liso sobre la parte trasera de los hombros dejando a la vista una amplia frente. El gesto de la cara, sereno e incomunicativo, se ve apuntillado por la barba, que se detalla con esmero, lo mismo que los cabellos. El mismo tratamiento detallista se aprecia en la mano derecha, donde se diferencian con claridad los largos dedos. La figura no se encuentra en mal estado de conservación, pese a los desconchones en su policromía (que no parece ser la original) y ciertas marcas de ataques por parte de elementos xilófagos.