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Canecillos del muro exterior

Identificador
33347_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Pedro Luis Huerta Huerta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Esteban

Localidad
Leces
Municipio
Ribadesella
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
DE ESE IMPORTANTE pasado medieval poco es, sin embargo, lo que ha perdurado hasta nuestros días. La estructura arquitectónica de la primitiva iglesia románica de San Esteban de Leces se ha modificado por completo, recolocándose en el nuevo edificio algunos de los fragmentos de la fábrica original, así como otros de traza medieval, pero de cronología posterior. De este modo, hoy sus restos románicos se reducen a la portada occidental, una ventana, varios canecillos recolocados en una cabecera rehecha, y dos capiteles y una basa en el tramo que la precede. Habida cuenta de las concomitancias que se expresan a continuación, la iglesia románica de Leces fue probablemente un edificio contemporáneo del cercano templo de Santa María de Junco, datable, por tanto, entre las décadas finales del siglo XII y las primeras del XIII. Por eso podemos creer en la posibilidad de que, como éste, su planta haya constado de una nave rectangular y una cabecera que pudo adoptar dos soluciones: bien la de un perímetro cuadrado, o bien la desarrollada en aquel caso, a saber: un ábside semicircular precedido de un tramo recto. En la actualidad, y como fruto de las numerosas modificaciones posteriores, la planta de San Esteban de Leces consta de una nave de grandes dimensiones que se estrecha ligeramente en la cabecera cuadrada, cubierta a la misma altura. Al tramo de la nave previo al arco triunfal, se adosan dos capillas de planta cuadrada, cubiertas a una altura inferior. El flanco exterior sur se protege con un pórtico de fábrica reciente, cubierto a un agua, y, por último, la fachada occidental está oculta en parte por un cabildo cerrado. Al exterior, los elementos románicos visibles se concentran en la zona de la actual cabecera cuadrada. En primer lugar, los aleros de ésta y de la nave están recorridos por una hilera de canecillos con perfil en caveto -algunos reconstruidos y otros originales- que presentan diversos motivos. Entre ellos destacan las cabezas zoomorfas, las serpientes coronadas, una cabeza humana y las aves, junto con otros de estructura en quilla o de rollos. Asimismo, empotrada en el muro norte de la nave -que no es la primitiva- se conserva una pieza esculpida que representa la cabeza de un animal; su horadamiento superior permite suponer una eventual utilización como gárgola, pero evidentemente hoy se encuentra descontextualizada. Pero sin duda el elemento más interesante que se ha conservado del templo primitivo en este sector es la ventana que cala el testero. Su tipología coincide con la que se encuentra en la iglesia riosellana de Junco y con otras del cercano concejo de Villaviciosa: se estructura en un pequeño arco de medio punto que se apoya sobre dos columnillas; éstas, a su vez, se coronan por sendos capiteles en los que se representa una pareja de aves que picotean un objeto esférico inidentificable por su escasa definición. Por su proximidad con dichos templos, E. Fernández González ha podido fechar esta ventana en la primera mitad del siglo XIII. En el otro extremo del templo, tras atravesar el pórtico occidental, nos encontramos con una modélica portada tardorrománica abierta en el imafronte, oculta desde el exterior. Ésta presenta una trayectoria ligeramente apuntada y un magnífico despiece, con el borde abocelado y guardapolvo con molduras semejantes que se prolonga en las impostas. En el interior, la iglesia de San Esteban de Leces alberga interesantes elementos de la fábrica medieval, tanto de la primitiva fundación románica como de la reforma gótica. Se concentran éstos en el cuarto tramo de la nave, que precede al arco triunfal y equivaldría a la zona del crucero, al que se abren las dos capillas laterales. La bóveda de crucería cuatripartita que lo cubre, rematada por una clave circular con una cuatripétala inscrita, parece tardogótica. Los nervios apoyan en cuatro ménsulas angulares: las dos más occidentales, aveneradas, parecen haber sido reconstruidas en una época posterior, así como los fustes monolíticos de las columnas; la del lado de la Epístola presenta una basa escalonada que tampoco parece antigua. Pero al lado del Evangelio se conserva la basa original románica, de estructura ática sobre plinto; con todo, esta pieza se encuentra hoy prácticamente oculta por el zócalo que se realizó en la reconstrucción general de la iglesia. En el lado Este de este tramo, los nervios apoyan en columnas de fuste monolítico reconstruido; pero dichos fustes se coronan de nuevo por sendos capiteles románicos. El del lado de la Epístola representa dos figuras humanas: la de la izquierda une sus manos a lo que podría identificarse con un madero, mientras que la de la derecha se abalanza sobre él. Con ello la escena puede interpretarse como la flagelación de Cristo, y las figuras difícilmente identificables que aparecen por detrás podrían asimilarse a la multitud que la contempla. Por su parte, el sencillo capitel del lado del Evangelio está esculpido con la figura de un ángel nimbado con el cabello largo, y se remata por una moldura poligonal y collarino en la parte inferior. En fin, el resto de la actual iglesia de San Esteban de Leces se construyó en épocas muy posteriores a su fundación, de modo que la anexión de las dos capillas que se abren al último tramo de la nave, la refactura de la cabecera y la construcción de los pórticos meridional y occidental modificaron radicalmente su aspecto originario. Una parte sustancial de dichas reformas puede atribuirse a la época barroca, en función de sus características formales. Por otra parte, empotrada en el imafronte, debajo del reloj, se conserva una lápida con una cabeza de ángel con las dos alas esculpidas y una inscripción debajo; ésta apenas puede leerse debido a su deterioro, pero quizá recuerde alguna de esas reformas posteriores. El interior de la nave muestra su reconstrucción en época reciente; cuenta con un coro alto y cuatro tramos cubiertos por bóvedas de crucería cuatripartitas, rematadas por claves circulares, sin ménsulas de arranque de los nervios. Estos cuatro tramos se comunican mediante potentes arcos fajones que descansan en pilastras acodilladas, rematadas con impostas en nacela. La cabecera actual se cubre con una bóveda de crucería cuatripartita, rematada por una clave circular. La tipología de estos elementos arquitectónicos responde a las soluciones características de los siglos de la época moderna (XVII-XVIII), pero el aspecto que ofrece hoy el edificio es fruto, esencialmente, de su reconstrucción de mediados del siglo XX. El templo fue incendiado y reconstruido después de 1936, y una lápida empotrada en el arco triunfal acredita dicha intensiva reforma, con el siguiente texto: ANNO DOMINI 1953. DON EMMANUEL A. MIRANDA PÁRROCO ESTE SACRO LUGAR REEDIFICÓ Y LEVANTÓ. Por lo que respecta al arte mueble, en el interior de la iglesia se conservan algunas piezas de interés, pero no atribuibles a los siglos del románico.