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Capiteles del lateral derecho del arco triunfal

Identificador
33391_01_006
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Adriana Carriles García
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Santa Eulalia

Localidad
Baldornón
Municipio
Gijón
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
LA PRIMERA MENCIÓN DOCUMENTADA a la parroquia de Baldornón aparece en el testamento de Ordoño II, fechado el 8 de agosto de 921, según el cual confirma diversas donaciones y concede otras nuevas a la iglesia de San Salvador de Oviedo, incluyendo Sanctae Eulaliae de Ranone, aunque Fernández Conde lo considera una más de las interpolaciones debidas al obispo Pelayo. Una carta de Juan I, fechada ya en julio de 1281, entre cuyas disposiciones confirma la dependencia y vasallaje al Obispo de Oviedo de los habitantes de un conjunto de tierras, incluida Santa Olalla de Ranon, confirmaría la existencia previa de una donación real de Baldornón al señorío episcopal ovetense, aún con independencia de la autenticidad o no del testamento de Ordoño II. La iglesia de Santa Eulalia de Baldornón se encuentra en un pequeño altozano del valle, no lejos de la de San Juan de Fano, que puede verse desde el pórtico occidental. Del viejo templo románico de Baldornón, destruido en 1936, sólo se conserva el arco triunfal del interior, que está enmascarado en una construcción que pretende seguir las líneas tradicionales de la zona. Se trata de una iglesia de pequeñas proporciones, de nave única y cabecera recta, con dependencias auxiliares a ambos lados del ábside En el lateral derecho se dispone el pórtico, que continúa en parte en el frente occidental del edificio, en el que también se ha construido una pequeña torre, rematada en espadaña, que acoge el baptisterio. No incluye portada, efectuándose el ingreso a la iglesia por el pórtico lateral. En esta reconstrucción se empotró, en el muro exterior de la cabecera por deseo del párroco de entonces, una pieza escultórica que representa una cabeza masculina. De poco menos de 30 cm de altura, fue encontrada en las inmediaciones, y aunque ha sido considerada completamente ajena a la iglesia, dado el carácter popular de la talla, las proporciones y la morfología de la pieza, no debe ser descartada la posibilidad de que formara parte de los canecillos de la cornisa del propio templo. También en dicha reconstrucción se incluyó, en este caso empotrada en el muro de cierre de la finca situada frente a la fachada principal de la casa rectoral, una estela tallada, de dudosa procedencia y cronología. Se trata de una pieza rectangular de piedra caliza (92 x 28 cm) con una estrella de diez u once puntas (el número exacto es dudoso debido a su estado erosionado) toscamente labrada, encerrada en un círculo. Este motivo central se halla enmarcado por dos campos rectangulares, uno a cada lado, con el lado corto interior curvo, precisamente para adaptarse al círculo central. Hurlé la hace proceder de “algún elemento decorativo de la iglesia parroquial”, tesis que no cuenta con otros apoyos. Mayor respaldo cuenta la idea defendida por García de Castro, que la clasifica como obra popular del último Renacimiento o incluso del Barroco, aunque tampoco localiza su ubicación original en la iglesia. De la construcción románica, como decíamos, sólo se conserva el arco del triunfo, ligeramente apuntado. Conformado por dos arquivoltas, completamente lisas y sin guardapolvo, que apoyan en una línea de imposta ajedrezada. Esta imposta corona, a su vez, las correspondientes columnas, que en la parte interior del arco son pareadas. De fuste liso en todos los casos, rematan en capiteles esculpidos con diversos motivos: en los capiteles de la izquierda, el más exterior se decora con formas vegetales de grandes palmetas unidas con lacerías y bolas; en el interior, aunque muy deteriorados, los capiteles muestran dos cabezas monstruosas, una de ellas, la mejor conservada, es un animal de grandes fauces que parece engullir algún animal, aunque éste no sea tampoco identificable por carecer de detalles. En los capiteles del lado derecho, la situación se invierte, siendo los del interior del arco los decorados con los motivos vegetales ya vistos, y reservando la decoración figurada para el capitel exterior, que en este caso presenta a un hombre acuclillado que parece llevarse algo a la boca. Las características del propio arco y de los capiteles, así como la talla torpe de los mismos, hacen pensar en un taller local que mantiene formas tradicionales, y ya arcaizantes, durante la primera mitad del siglo XIII. Años después de la destrucción e incendio del templo de Santa Eulalia de Baldornón se llevó a cabo su reconstrucción, a cargo de los arquitectos Miguel Ángel y Javier García-Lomas y Mata, que sellan la Memoria de Restauración en junio de 1955. La nueva iglesia fue consagrada dos años más tarde.