LA IGLESIA DE SAN NICOLÁS de Fuentepiñel se encuentra situada en la espaciosa plaza mayor de la localidad, en un pequeño altillo salvado mediante unos pocos escalones que dan acceso al atrio, y compartiendo espacio urbano con el edificio de Ayuntamiento. Está construida en mampostería en su mayor parte aunque reforzadas las aristas y puntos más débiles con sillares. Son escasos sus restos románicos ya que ha sido reformada en varias ocasiones, afectando esto de manera sustancial a su primitiva estructura. Aquella primera iglesia románica respondía probablemente a un sencillo modelo de nave única y cabecera canónica al interior con su tramo recto presbiterial y hemiciclo, a juzgar por el perfil del retablo barroco que hoy la ocupa. Este ábside se cubría con bóvedas de medio cañón y horno pétreas que arrancaban de una imposta de listel y nacela, hoy sustituidas por bóvedas de yeso barrocas, si bien del mismo perfil. Aunque muy retocados sus muros, al igual que el arco triunfal, se articula el tramo recto mediante un vano de medio punto remontado por costado. Al exterior bien podía manifestarse, al igual que hoy, mediante un testero recto emparentando así con el modelo de las cercanas San Pedro en Fuente el Olmo de Fuentidueña, Torrecilla del Pinar o San Miguel en San Miguel de Bernuy, aunque en estos casos la solución se justifique por la superposición de la torre a la capilla mayor, caso que no parece este. Según Cuéllar Lázaro, tras revisar la documentación del archivo parroquial, la torre debía encontrarse en el costado nordeste del templo y se encontraba en 1653 en estado ruinoso. Anexa a la cabecera por el sur se dispone una pieza cuadrangular que debió funcionar como capilla o sacristía, cubierta mediante bóveda de medio cañón dispuesta de forma longitudinal a la nave y que arranca de una imposta en nacela similar a la de la capilla mayor. Muy probablemente, también al sur, se abriría un pequeño pórtico hoy desaparecido e incluido su espacio en el cuerpo de la nave. Al exterior se conservan muy deteriorados cuatro canecillos de la capilla mayor que acogieron imágenes hoy anónimas y varios más de la antigua capilla o sacristía, todos a mediodía. En la segunda mitad del siglo XVI se realizó la reforma estructural del espacio interior del templo tantas veces vista en la provincia: se incorpora como segunda nave al sur el que fuera antiguo pórtico, abriéndose el muro de este costado mediante dos grandes arcos de medio punto y capitel toscano que no parecen anteriores a la mitad del siglo XVI, quedando en uso como ábside la anterior capilla lateral. Posteriormente, a mediados del siglo XVII, se compone el acceso meridional (1658) cegándose la antigua portada de medio punto con despiece de grandes dovelas y se eleva la nueva torre a los pies. Por último, posiblemente a finales del XVIII, se sustituye la cubierta, que por lo repetido del modelo sería de madera, por una esquifada de yeso. Igualmente se procedió al blanqueo general de la iglesia ocultando anteriores pinturas murales que aun reapareciendo en las restauraciones de mediados de los noventa se picaron sin compasión al igual que las molduras barrocas de la bóveda del presbiterio. Atendiendo a sus escasos restos y a su aparición en los documentos fiscales emitidos por orden del cardenal Gil de Torres en 1247, hemos de pensar en esta fecha como término ante quem para el comienzo de la obra.