LAS REFERENCIAS DOCUMENTALES son tempranas, pues la villa in Casares cum ecclesie Sancti Iohannis, aparece citada entre las propiedades fundacionales otorgadas por el monarca Alfonso III y su esposa Jimena al cercano monasterio de San Adriano de Tuñón en el año 891; un documento que, si bien es considerado como falso o interpolado por algunos autores, puede tener como base la carta fundacional original. El monasterio de Tuñón, fundación regia vinculada a la política de reorganización espacial y consolidación de la estabilidad del reino asturiano, fue posteriormente donado a la catedral de Oviedo por Alfonso VI en el año 1094 junto a sus propiedades, entre las que se cita nuevamente la ecclesiam Sanct Iohanis de Casares, que pasó así, como la mayor parte del territorio quirosano, a formar parte del vasto señorío de la mitra ovetense. En un elevado promontorio, a pocos metros del caserío, se levanta el actual templo de San Juan, una construcción de estilo popular, reconstruida en el siglo XVIII y recientemente, en la que nada queda de su pasado medieval, a no ser las trazas generales de su estructura, con nave única y cabecera cuadrada, y una serie de canecillos toscos y totalmente desornamentados por debajo del alero de la cabecera, unas piezas que no pueden fecharse antes del siglo XIV, dentro de las corrientes rurales en las que la pervivencia de las fórmulas románicas se extiende mucho más allá del marco cronológico establecido.