ESTA IGLESIA DEL PUEBLO DE COHIÑO, hoy muy reformada en los siglos XVI-XVIII, y dedicada a Santa María, debe de ser la que muchos documentos medievales citan como monasterio de Santa María de Valdeiguña. La fábrica que a nosotros nos llega es de una sola nave a dos aguas, con una cabecera rectangular de la misma altura de la nave, y un pórtico al norte bastante posterior. Una espadaña al Oeste de sillería, de dos troneras de medio punto, en el segundo cuerpo, y una más pequeña en el piñón cierra su alzado. Colocada en un prado espacioso y rodeada de una cerca de piedra, sobre la que se ven sobre ella algunas tapas de sarcófago, la iglesia de Santa María de Cohiño está muy cerca del río Valdeiguña que atraviesa de Oeste a Este el lugar, y en un sitio placentero y apacible. En su interior existen dos pilas que creemos medievales; una bautismal, semiesférica en la parte alta de la copa, pero que, repentinamente, se vuelve troncocónica en el tramo bajo que va a asentarse sobre la basa. En el esférico, el de la embocadura, dos molduras, una lisa y otra abocelada, destacan sobre el resto de su superficie indecorada. La parte baja, la cónica, se separa de la esférica con un fino sogueado y se adorna con arcaduras que se van estrechando hacia la base. El tipo de pila es románico, pero dudamos mucho de su verdadera cronología, dado que sabemos que algunas pilas bautismales en nuestra región –recordemos las de Castillo Pedroso o la de San Martín de Zurita– son imitaciones con fechas desde el siglo XVI al XVIII. La otra pila es benditera y se encuentra ahora a la entrada del arco triunfal, a la derecha. Se trata de un tipo de pila que apoya sobre fuste cilíndrico. En este caso pila y fuste son trabajados en piedras distintas. El fuste, de 70 centímetros de altura, y con basa rectangular de borde abocelado, parece más antiguo y lleva una poco frecuente decoración de una banda helicoidal, formada por dos listeles y sogueado interno, que deja, en su ascensión, espacios lisos que se van rellenando de pequeños botones circulares. La cuba es semiesférica, de poca altura, sólo 25 centímetros. Lleva en su embocadura un sogueado más ancho, muy parecido al helicoidal del fuste, y en su copa una cruz latina, entre hexapétalas, y debajo, una serie de círculos con botón central. El diámetro exterior de la pila tiene 53 centímetros.